Un derrame químico proveniente de una fábrica ha provocado el cierre de restaurantes y escuelas en Charleston, West Virginia y sus habitantes han recibido la orden de no bañarse, no lavarse los dientes ni tomar agua del chorro.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) dijo a la Voz de América que está monitoreando muy de cerca el derrame químico en Charleston y está trabajando con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y otros socios federales que están respondiendo al incidente.
"La agencia ha desplegado coordinadores sobre el terreno para ayudar en el muestreo de agua y está lista para ofrecer ayuda adicional al estado de Virginia Occidental, que dirige la respuesta al derrame”, señaló en un comunicado Alisha Johnson, portavoz de la EPA.
La Guardia Nacional ha comenzado a repartir agua embotellada por temor a que la fuente de agua potable de la localidad se haya contaminado con un agente espumante que se utiliza en la preparación de carbón y que se derramó de la fábrica Freedom Industries a una planta de tratamiento de agua cercana.
El gobernador del estado, Earl Ray Tomblin, declaró un estado de emergencia y hasta ha prohibido que la gente cocine con esa agua o que lave la ropa.
El químico en cuestión, llamado metanol 4-metilciclohexano, si es ingerido puede causar irritación en la piel y en los ojos y es dañino si es inhalado.
Por el momento no se sabe la cantidad de químico derramado ni la clase de peligro que representa, pero la ciudad de Charleston ha quedado oliendo a jarabe contra la tos.
VOA
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) dijo a la Voz de América que está monitoreando muy de cerca el derrame químico en Charleston y está trabajando con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y otros socios federales que están respondiendo al incidente.
"La agencia ha desplegado coordinadores sobre el terreno para ayudar en el muestreo de agua y está lista para ofrecer ayuda adicional al estado de Virginia Occidental, que dirige la respuesta al derrame”, señaló en un comunicado Alisha Johnson, portavoz de la EPA.
La Guardia Nacional ha comenzado a repartir agua embotellada por temor a que la fuente de agua potable de la localidad se haya contaminado con un agente espumante que se utiliza en la preparación de carbón y que se derramó de la fábrica Freedom Industries a una planta de tratamiento de agua cercana.
El gobernador del estado, Earl Ray Tomblin, declaró un estado de emergencia y hasta ha prohibido que la gente cocine con esa agua o que lave la ropa.
El químico en cuestión, llamado metanol 4-metilciclohexano, si es ingerido puede causar irritación en la piel y en los ojos y es dañino si es inhalado.
Por el momento no se sabe la cantidad de químico derramado ni la clase de peligro que representa, pero la ciudad de Charleston ha quedado oliendo a jarabe contra la tos.
VOA