Soldados |
"No hay tensión migratoria en las fronteras ni ninguna situación extraordinaria. El despliegue de los soldados es de forma preventiva", declaró Nenchev a la prensa. "Hay ciertas tensiones en algunos campamentos de acogida de refugiados en Grecia del Norte pero estamos preparados hacer frente a una eventual oleada migratoria de gran escala", agregó.
A finales de febrero el Parlamento búlgaro aprobó por unanimidad una reforma legal que permite desplegar a los militares en las fronteras. La medida, propuesta por el primer ministro, el conservador Boiko Borisov, permite a los soldados patrullar de forma conjunta con la policía de fronteras.
El Ejército búlgaro ya ayuda a la policía en la protección de la frontera desde abril pasado, pero tan solo de forma logística. Tras aprobarse la reforma, el Ejército y la Policía ya realizaron tres maniobras conjuntas, dos en la frontera con Grecia y una el domingo pasado en el Mar Negro, para estar preparados en caso de que la ruta que siguen los refugiados hacia el norte de Europa se desvíe hacia Bulgaria.
El país balcánico está construyendo desde principios de 2014 una valla a lo largo de su frontera con Turquía, una obra en la que se han invertido ya 32 millones de euros. Bulgaria comparte con Turquía una frontera de 259 kilómetros, sobre todo de bosques y campo, y por ahora se han cerrado unos 70 kilómetros con la valla y se espera que a lo largo de 2016 se construyan otros 90 kilómetros.
EFE