Bagdad.- Milicianos del Estado Islámico (EI) dinamitaron hoy la cárcel de Badush, en la norteña ciudad de Mosul, donde sostuvieron fieros enfrentamientos con fuerzas gubernamentales, a la vez que incrementaron sus acciones terroristas en Al-Anbar.
El Ministerio del Interior confirmó la voladura de la prisión en la que las autoridades tuvieron recluidos a decenas de yihadistas, y admitió que al menos 10 oficiales de las fuerzas policiales fueron capturados por los insurgentes en el sur de esa urbe, la segunda más importante de Iraq.
Las autoridades reportaron también el hallazgo este jueves de 17 cadáveres de hombres afiliados al DAESH, acrónimo árabe del EI, en inmediaciones de Zummar, en el oeste de Mosul, la capital de la provincia norteña de Nínive que los fundamentalistas controlan desde el 10 de junio.
Entretanto, unidades del Ejército apoyadas por miembros de tribus locales combatieron contra los extremistas sunnitas en Ramadi, ciudad cabecera de la provincia oeste de Al-Anbar, y en regiones aledañas como Hit.
Un portavoz del Ministerio de Defensa indicó que dos aldeas situadas al norte de Muqdadiyah, en la provincia norteña de Diyala, fueron liberadas hoy del control de los "takfiristas" (terroristas islámicos sunnitas), aunque esta noche proseguían los choques armados con significativa intensidad.
Tanto en Mosul como en la ciudad de Kirkuk, capital de la provincia homónima e importante polo petrolero, las tropas regulares en coordinación con combatientes kurdos Peshmerga lanzaron varios ataques para repeler a grupos yihadistas, a los cuales causaron numerosas bajas.
La aviación francesa, integrada en la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, bombardeó objetivos del EI en el sur y oeste de Kirkuk en apoyo a las unidades terrestres que mantienen bajo su control esa zona y sus alrededores.
Según fuentes de seguridad, al menos 78 islamistas radicales murieron y otros 37 resultaron heridos en Kirkuk durante enfrentamientos y bombardeos aéreos ejecutados el miércoles en la referida zona de la provincia.
Entre los fallecidos se identificó a Hussein Amir Al-Assafi, líder de los yihadistas en la aldea de Al-Dhibat y que combatía bajo las órdenes del terrorista Salam Abdd Al-Majid Al-Tikriti, conocido como Abu Bakr Al-Tikriti.
En las últimas horas, fuerzas de seguridad también asistidas por tribus sunnitas moderadas contraatacaron a milicias del DAESH e impidieron que tomaran el edificio sede del gobierno provincial de Ramadi, causando más de una veintena de muertos a los irregulares.
Las autoridades reportaron también el hallazgo este jueves de 17 cadáveres de hombres afiliados al DAESH, acrónimo árabe del EI, en inmediaciones de Zummar, en el oeste de Mosul, la capital de la provincia norteña de Nínive que los fundamentalistas controlan desde el 10 de junio.
Entretanto, unidades del Ejército apoyadas por miembros de tribus locales combatieron contra los extremistas sunnitas en Ramadi, ciudad cabecera de la provincia oeste de Al-Anbar, y en regiones aledañas como Hit.
Un portavoz del Ministerio de Defensa indicó que dos aldeas situadas al norte de Muqdadiyah, en la provincia norteña de Diyala, fueron liberadas hoy del control de los "takfiristas" (terroristas islámicos sunnitas), aunque esta noche proseguían los choques armados con significativa intensidad.
Tanto en Mosul como en la ciudad de Kirkuk, capital de la provincia homónima e importante polo petrolero, las tropas regulares en coordinación con combatientes kurdos Peshmerga lanzaron varios ataques para repeler a grupos yihadistas, a los cuales causaron numerosas bajas.
La aviación francesa, integrada en la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, bombardeó objetivos del EI en el sur y oeste de Kirkuk en apoyo a las unidades terrestres que mantienen bajo su control esa zona y sus alrededores.
Según fuentes de seguridad, al menos 78 islamistas radicales murieron y otros 37 resultaron heridos en Kirkuk durante enfrentamientos y bombardeos aéreos ejecutados el miércoles en la referida zona de la provincia.
Entre los fallecidos se identificó a Hussein Amir Al-Assafi, líder de los yihadistas en la aldea de Al-Dhibat y que combatía bajo las órdenes del terrorista Salam Abdd Al-Majid Al-Tikriti, conocido como Abu Bakr Al-Tikriti.
En las últimas horas, fuerzas de seguridad también asistidas por tribus sunnitas moderadas contraatacaron a milicias del DAESH e impidieron que tomaran el edificio sede del gobierno provincial de Ramadi, causando más de una veintena de muertos a los irregulares.
Fuente: prensa latina