La Presidente Cristina de Kirchner partió con destino a Moscú en un viaje que tiene el propósito de profundizar la "alianza estratégica" bilateral que acordó con su par ruso, Vladimir Putin, en julio del año pasado en Buenos Aires.
La mandataria partió a las 19.30 desde el sector militar del aeroparque "Jorge Newbery", a bordo del avión Tango 01, acompañada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scocimarro; y el presidente del Banco Nacion, Juan Ignacio Forlón, entre otros.
El viaje de la jefa de Estado a Rusia, en carácter de "visita oficial", se da en un momento de fuertes lazos entre Buenos Aires y Moscú y contempla el cierre de acuerdos para inversiones en la Argentina para el sector petrolero, aunque también está abierta la negociación a un amplio menú de convenios relacionados con temas económicos, de infraestructura y comercio, según lo informó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el viernes pasado en su habitual encuentro con periodistas antes de ingresar a la Casa de Gobierno.
Durante el encuentro que Cristina de Kirchner mantendrá con Putin en el Kremlín, sinónimo de la Casa Rosada, pasarán revista a la agenda bilateral donde figuran los acuerdos de cooperación en energía nuclear, un incremento en el intercambio comercial y la intención de unificar las cifras de la balanza comercial.
Sobre el acuerdo nuclear, Rusia tiene previsto, a través de empresa estatal Rosatom, construir una nueva central nuclear con fines pacíficos en nuestro país, lo que contempla la puesta en marcha del ciclo de combustible nuclear de centrales y reactores de investigación.
En ese marco, además, se tratará la gestión de residuos radioactivos sin su ingreso al territorio de ninguno de los Estados parte; la producción de radioisótopos para la industria, la medicina y la agricultura, y el entrenamiento de expertos en el campo de la física y la energía nuclear, entre otros.
Con relación al intercambio comercial entre Rusia y la Argentina, la cifra trepa a unos 2.000 millones de dólares anuales y Moscú quiere elevar esa cifra para satisfacer su demanda interna de alimentos.
Se estima que el presidente ruso le proponga a la presidenta incrementar el nivel de la venta a ese país de productos lácteos y carnes en momentos que tiene graves problemas de abastecimiento, a raíz de las sanciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea por el conflicto con Ucrania.
No se descarta que ambos mandatarios pasen además revista a la actualidad internacional y los futuros proyectos que beneficien a ambas naciones, así como otros relacionados a la cooperación para la industria de maquinarias pesadas y equipamiento militar con el propósito de aumentar la capacidad de las instituciones castrenses.
ambito.com
El viaje de la jefa de Estado a Rusia, en carácter de "visita oficial", se da en un momento de fuertes lazos entre Buenos Aires y Moscú y contempla el cierre de acuerdos para inversiones en la Argentina para el sector petrolero, aunque también está abierta la negociación a un amplio menú de convenios relacionados con temas económicos, de infraestructura y comercio, según lo informó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el viernes pasado en su habitual encuentro con periodistas antes de ingresar a la Casa de Gobierno.
Durante el encuentro que Cristina de Kirchner mantendrá con Putin en el Kremlín, sinónimo de la Casa Rosada, pasarán revista a la agenda bilateral donde figuran los acuerdos de cooperación en energía nuclear, un incremento en el intercambio comercial y la intención de unificar las cifras de la balanza comercial.
Sobre el acuerdo nuclear, Rusia tiene previsto, a través de empresa estatal Rosatom, construir una nueva central nuclear con fines pacíficos en nuestro país, lo que contempla la puesta en marcha del ciclo de combustible nuclear de centrales y reactores de investigación.
En ese marco, además, se tratará la gestión de residuos radioactivos sin su ingreso al territorio de ninguno de los Estados parte; la producción de radioisótopos para la industria, la medicina y la agricultura, y el entrenamiento de expertos en el campo de la física y la energía nuclear, entre otros.
Con relación al intercambio comercial entre Rusia y la Argentina, la cifra trepa a unos 2.000 millones de dólares anuales y Moscú quiere elevar esa cifra para satisfacer su demanda interna de alimentos.
Se estima que el presidente ruso le proponga a la presidenta incrementar el nivel de la venta a ese país de productos lácteos y carnes en momentos que tiene graves problemas de abastecimiento, a raíz de las sanciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea por el conflicto con Ucrania.
No se descarta que ambos mandatarios pasen además revista a la actualidad internacional y los futuros proyectos que beneficien a ambas naciones, así como otros relacionados a la cooperación para la industria de maquinarias pesadas y equipamiento militar con el propósito de aumentar la capacidad de las instituciones castrenses.
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