Diecinueve personas fueron detenidas el viernes aunque sus identidades no fueron divulgadas.
Los enfrentamientos se iniciaron hacia las siete de la mañana cuando un helicóptero militar Cougar detectó un convoy de vehículos con hombres armados en la carretera que une las localidades de Casimiro Castillo y Villa Purificación.
Al percatarse de ser seguidos, los sicarios abrieron fuego contra la aeronave impactando en su cola.
El helicóptero tuvo que hacer un descenso de emergencia. De sus 18 tripulantes, tres militares murieron, 10 soldados y dos policías federales fueron heridos y tres militares están desaparecidos, informó la Comisión Nacional de Seguridad.
En el pueblo de Autlán –de 58,000 habitantes--, donde murió el agente de la fiscalía estatal en una balacera, la plaza central lucía completamente vacía la noche del viernes.
A un costado de los portales, un taxista explicó a la AFP que los vecinos se resguardaron en sus casas cuando vieron cómo algunos hombres prendían fuego a una sucursal bancaria.
"Nadie quiere salir. Es como toque de queda. Esto estuvo muy feo", comenta el taxista. "Los que incendiaron el banco estuvieron aquí en el kiosco como hasta que se animaron y le arrojaron botes de vidrio con gasolina. Luego se fueron en una camioneta que pasó por ellos".
El gobierno estatal tuvo que decretar el "código rojo" (máxima alerta) ante los casi 40 bloqueos viales e incendios de vehículos y locales perpetrados incluso en el turístico balneario de Puerto Vallarta.
Brutal demostración de la fuerza criminal
Fue toda una demostración de fuerza del cártel, que desencadenó una jornada de furia como no había vivido Jalisco, la cuarta región más poblada de México con 7.3 millones de habitantes, y que se extendió en menor medida en tres estados vecinos con otros 15 vehículos quemados.
Se trata de Colima, Michoacán y Guanajuato, este último sede de fábricas armadoras de vehículos de firmas internacionales, informó Alejandro Rubido, comisionado de Seguridad Nacional.
En una primera reacción, el presidente Enrique Peña Nieto dijo a la prensa que los violentos hechos son resultado de una operación para "la seguridad de Jalisco, en combate contra una organización delincuencial de alta peligrosidad".
"Esto (la violencia) es una reacción a la operación para detener líderes de este cartel", dijo por su parte el gobernador Aristóteles Sandoval, aunque sin mencionar específicamente a Nueva Generación.
En un video del viernes difundido por televisoras mexicanas se ve cómo dos hombres armados irrumpen en un autobús de transporte público, obligan a bajar al asustado pasaje y al conductor, arrojan un líquido inflamable y le prenden fuego.
Acciones como el ataque al helicóptero, que apenas se han visto en México, "muestra las particularidades de ese cártel que tiene como fin atacar directamente a las fuerzas del Estado para que lo vayan a buscar y contraatacar", dijo a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esta organización, dirigida por Nemesio Oseguera "El Mencho", ha emprendido una ofensiva contra las autoridades desde que el 23 de marzo fuerzas de seguridad abatieron a Heriberto Acevedo El Gringo, un cabecilla del cártel.
En respuesta, el grupo asesinó a 15 policías estatales en una emboscada el 6 de abril, el peor ataque que se recuerda contra fuerzas de seguridad inmersas en el combate al narcotráfico mexicano, que ha dejado decenas de miles de muertos en los últimos años.
Benítez Manaut, que desconfía de que esta ofensiva de Jalisco Nueva Generación responda al lanzamiento de la "Operación Jalisco", señala que en los bloqueos participaron "sus bases de apoyo, su soporte social" conformado por personas cercanas al cártel que funcionan como aliados en ciertos momentos.
Este cártel fue fundado hacia 2010 tras la muerte en un operativo militar del capo Ignacio Coronel Villarreal, alias "Nacho Coronel", quien controlaba la región para el poderoso cártel de Sinaloa.
El Departamento estadounidense del Tesoro anunció el mes pasado la adopción de sanciones contra ese cartel, al que le atribuyó "un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos".
El consulado de Estados Unidos en Guadalajara, a 556 km de la capital mexicana, también pidió a sus ciudadanos que viven allí que no salgan de sus casas.
Nueva Generación es una organización con creciente poderío que había operado hasta ahora bajo la sombra de otros carteles de droga como Sinaloa, Los Zetas, del Golfo y Los Caballeros Templarios.
Fuentes del gobierno federal dijeron que Nueva Generación ha crecido con tal fuerza que incluso está produciendo sus propios rifles anti-asalto.
Univisión