China superó por primera vez a Estados Unidos como principal importador mundial de petróleo en abril, y se espera que sus compras se mantenga fuerte a pesar de la desaceleración de su economía, lo que tendría consecuencias de largo alcance para los mercados globales de crudo y de materias primas.
El salto en las importaciones fue una sorpresa en momentos en que el crecimiento en la segunda economía más grande del mundo está vacilando y se esperaba que su demanda de petróleo declinara.
Sin embargo, los precios bajos del crudo y una serie de recortes de las tasas de interés en China -incluyendo uno durante el fin de semana- son factores que han impulsado la demanda.
Las importaciones chinas de crudo alcanzaron un récord de casi 7,4 millones de barriles por día (bpd) el mes pasado, por encima de las importaciones estimadas de Estados Unidos de 7,2 millones de bpd, mostraron datos de Reuters.
Aunque el gigante asiático podría volver a caer al segundo lugar en los próximos meses, se encamina claramente a superar de forma permanente a Estados Unidos como el importador de crudo más importante del mundo.
De hecho, China ya es el mayor consumidor de energía del mundo, y el crudo es de lejos el mayor mercado de energía negociada.
Superar a Estados Unidos significa que China es el principal usuario de casi todas las materias primas, incluido el carbón, el mineral de hierro y la mayoría de los metales, con implicaciones de largo alcance para los mercados que siguen desplazándose de oeste a este.
“Ser el mayor importador mundial de crudo debería dar a China más poder de compra. La interacción de China en Medio Oriente seguirá cambiando, y ya no será el operador minoritario”, dijo Philip Andrews-Speed, jefe de investigación de seguridad energética en la Universidad Nacional de Singapur.
“China no sólo se hace más importante para los Estados de Medio Oriente, sino que también Oriente Medio se vuelve cada vez más importante para China en relación con otros países que importan menos petróleo”, agregó.
Una caída de un 60 por ciento en los precios mundiales del petróleo entre junio del 2014 y enero de este año debido a un exceso de la oferta alentó a China a aumentar sus inventarios, cambiando tanto los flujos comerciales como su política petrolera.
Economía está débil
Este protagonismo se da en un ambiente de reducción de tasas de interés, que por tercera vez consecutiva se da en los últimos seis meses, en un intento por reducir los costos de endeudamiento de las empresas y reactivar una economía que se encamina a su peor año en un cuarto de siglo.
El Banco Popular de China (BPC) dijo en su sitio web que rebajó su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos hasta un 5,1 por ciento, y la tasa de depósitos de referencia a un año en la misma cantidad hasta el 2,25 por ciento, reducciones que entrarán en vigor el 11 de mayo.
“La economía de China aún enfrenta relativamente una gran presión a la baja”, dijo el banco central en un comunicado.
“Al mismo tiempo, el nivel general de los precios internos sigue siendo bajo, y las tasas de interés reales siguen siendo superiores a la media histórica”, agregó.
Los recortes de tasas del domingo se produce apenas días después de que unos datos de comercio e inflación en abril fueran más débiles de lo esperado, destacando que la segunda economía más grande del mundo está bajo una presión persistente ante una debilidad tanto de la demanda externa como interna.
Economistas ya daban por seguro que China rebajaría los tipos, por lo que la única duda era cuándo iba a adoptar esta medida, después de que el crecimiento económico del país se desacelerara al 7 por ciento en el primer trimestre, su menor ritmo de expansión desde la crisis financiera global de 2008-2009.
Mientras China espera la publicación de más datos económicos clave para el miércoles, entre ellos la producción industrial y la inversión, el momento del recorte de tasas podría incrementar las preocupaciones de que las cifras serán nuevamente decepcionantes, tal como en marzo.
Sin embargo, por ahora, algunos se mostraban seguros de que las autoridades podrán enfrentar con éxito el actual panorama.
“La intensificación de la política de alivio ayudará efectivamente detener la desaceleración económica”, dijo Xu Hongcai, economista del centro de estudios China Centre for International Economic Exchanges.
Muchos economistas esperan más medidas de flexibilización a lo largo del año, en momentos en que el país se ve arrastrado por un débil mercado inmobiliario y una caída en el crecimiento de la industria manufacturera y la inversión.
“No es una sorpresa”, dijo el economista Lin Hu de Guosen Securities en Pekín. “La lectura de la inflación del consumidor para abril fue más baja de lo esperado y el empleo se enfrenta a una presión descendiente”.
“Pero la efectividad de la bajada de tasas no será muy grande, (sólo) podría ayudar a estabilizar las expectativas. La política fiscal debería reforzarse y debería haber una mayor flexibilización de la política monetaria si los datos económicos siguen decepcionando”, añadió.
REUTERS