Dos personas murieron, y se estima que al menos 30 están desaparecidas, por un deslizamiento de tierra que arrastró una veintena de vehículos en una carretera del sur de Brasil, dijeron el miércoles los bomberos.
El deslizamiento, ocurrido el lunes, arrasó automóviles y camiones que transitaban por la carretera BR 367, en el estado de Paraná (sur), golpeado por fuertes lluvias desde hace varios días.
Impresionantes imágenes difundidas por los bomberos muestran una enorme mancha marrón avanzando en medio de la frondosa vegetación de esta región montañosa.
El lodo se llevó todo a su paso y cubrió decenas de metros del camino asfaltado, donde apenas se divisaban los vehículos.
El mal tiempo ralentizó mucho las tareas de rescate, en las que se encontraron dos cuerpos y seis sobrevivientes, según el último informe de los bomberos.
Aún no se ha establecido el número de desaparecidos.
“No podemos precisar esa cifra exacta, porque en cada vehículo pueden ir de una a cinco personas. Nuestra hipótesis es que podría haber entre 30 y 50 desaparecidos”, dijo el miércoles en rueda de prensa el comandante de Bomberos de Paraná, Manoel Vasco.
El alcalde de Guaratuba, la localidad más cercana a la vía afectada por el derrumbe, en el litoral sur de Paraná, es uno de los sobrevivientes.
“Fue horrible, la montaña se nos cayó encima y se llevó todos los carros. Solo estamos vivos por la gracia de Dios”, dijo en un video publicado en las redes sociales el alcalde Roberto Justus.
Los bomberos usan drones equipados con cámaras termográficas en las tareas de búsqueda, con la esperanza de localizar sobrevivientes.
Durante el último verano austral, los deslizamientos de tierra provocados por intensas lluvias causaron cientos de víctimas en Brasil.
La peor tragedia ocurrió en febrero pasado, cuando más de 200 personas murieron en Petrópolis, una ciudad turística ubicada en una región montañosa cerca de Rio de Janeiro.
Fuente: AFP
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Rusia avisa del "enorme" riesgo de un choque armado entre potencias nucleares
En caso de una guerra con medios convencionales entre potencias nucleares "el riesgo de que degenere en una guerra nuclear es enorme", afirmó en rueda de prensa el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Por eso, añadió, Rusia no solo suscribe la inadmisibilidad de una guerra nuclear, sino también llama a impedir cualquier conflicto armado entre países que poseen esa clase de armamento.
Lavrov recordó que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Estados Unidos, Joe Biden, firmaron en junio del 2021 una declaración acerca de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear, y que más tarde cinco potencias nucleares suscribieron.
“Como ya he dicho, nosotros estamos dispuestos a ir más allá y decir no solo que no se puede desatar una guerra nuclear, sino que tampoco es inadmisible cualquier guerra entre potenciales nucleares”, subrayó.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que Moscú observa con preocupación la retórica de Occidente, que acusa a Rusia de preparar provocaciones con el empleo de armas de destrucción masiva.
“Pero Occidente mismo, Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, hace todo por incrementar su participación prácticamente directa en la guerra que libran contra Rusia por medio de los ucranianos. Es una tendencia peligrosa”, enfatizó.
Fuente: EFE
Por eso, añadió, Rusia no solo suscribe la inadmisibilidad de una guerra nuclear, sino también llama a impedir cualquier conflicto armado entre países que poseen esa clase de armamento.
Lavrov recordó que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Estados Unidos, Joe Biden, firmaron en junio del 2021 una declaración acerca de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear, y que más tarde cinco potencias nucleares suscribieron.
“Como ya he dicho, nosotros estamos dispuestos a ir más allá y decir no solo que no se puede desatar una guerra nuclear, sino que tampoco es inadmisible cualquier guerra entre potenciales nucleares”, subrayó.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que Moscú observa con preocupación la retórica de Occidente, que acusa a Rusia de preparar provocaciones con el empleo de armas de destrucción masiva.
“Pero Occidente mismo, Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, hace todo por incrementar su participación prácticamente directa en la guerra que libran contra Rusia por medio de los ucranianos. Es una tendencia peligrosa”, enfatizó.
Fuente: EFE
Estado Islámico anunció la muerte de su líder
El grupo Estado Islámico (EI), que instauró un régimen de terror en Siria y en Irak antes de ser derrotado, anunció el miércoles la muerte de su líder, el iraquí Abu Hasan al-Hashimi al-Qurashi, y el nombramiento de su sucesor. El portavoz del grupo yihadista, Abu Omar al-Muhajir, aseguró en un mensaje de audio que el líder fue asesinado al combatir “los enemigos de Dios”, pero no dio más informaciones sobre las circunstancias o la fecha de su muerte.
A continuación, se nombró el nuevo “califa de los musulmanes”, Abu al-Hussein al-Husseini al-Qurashi, añadió el portavoz. El nuevo dirigente, al igual que sus predecesores, incluye en su nombre Al-Qurashi, referencia a la tribu del profeta Mahoma y por lo cual se considera al nuevo líder como uno de sus descendientes.
Según el portavoz, el nuevo “califa” figura entre los “antiguos muyahidines” [combatientes islámicos] del grupo. El Estado Islámico conquistó amplios territorios de Siria y de Irak en 2014, pero su autoproclamado “califato” cayó después de sendas ofensivas en 2017 y 2019.
A pesar de perder sus bastiones en Siria e Irak, el grupo continúa reivindicando ataques en estos dos países a través de células durmientes. La organización yihadista también extendió su influencia en otras regiones del mundo, como en la zona del Sahel, en Nigeria, Yemen o en Afganistán.
Miles de prisioneros
Tras la derrota del EI en Irak y en Siria se detuvieron a miles de supuestos yihadistas. El grupo instauró un régimen de terror en las regiones bajo su dominio e impuso una versión estricta de la ley islámica. Durante su existencia, el autoproclamado califato llevó a cabo numerosos abusos, algunos frente a las cámaras; y persiguió a minorías étnicas y religiosas, como los yazidíes en Irak.
Según Hassan Hassan, quien escribió un libro sobre el grupo, un escenario posible, aunque “inédito” es que Hashimi murió “accidentalmente” durante un ataque o un combate. Otro escenario es que la información sea falsa, añadió. El primer jefe del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi al-Qurashi, fue asesinado durante un ataque estadounidense en Siria en 2019.
Su sucesor, Abu Ibrahim al-Hachimi al-Qurashi fue abatido en febrero en un ataque de las fuerzas especiales estadounidenses en el noroeste del país. Estados Unidos lidera una coalición militar que lucha contra el EI en Siria y sigue apuntando contra sus líderes.
Las fuerzas estadounidenses mataron en octubre a un miembro “sénior” del grupo en un asalto en el noreste de Siria, informó en ese momento el Comando Central del ejército. Y el Pentágono afirmó en julio haber asesinado al líder del EI en Siria en un ataque con dron en el norte del país. Era considerado “uno de los cinco” jefes supremos del grupo, precisó el Comando Central.
Fuente: AFP.
A continuación, se nombró el nuevo “califa de los musulmanes”, Abu al-Hussein al-Husseini al-Qurashi, añadió el portavoz. El nuevo dirigente, al igual que sus predecesores, incluye en su nombre Al-Qurashi, referencia a la tribu del profeta Mahoma y por lo cual se considera al nuevo líder como uno de sus descendientes.
Según el portavoz, el nuevo “califa” figura entre los “antiguos muyahidines” [combatientes islámicos] del grupo. El Estado Islámico conquistó amplios territorios de Siria y de Irak en 2014, pero su autoproclamado “califato” cayó después de sendas ofensivas en 2017 y 2019.
A pesar de perder sus bastiones en Siria e Irak, el grupo continúa reivindicando ataques en estos dos países a través de células durmientes. La organización yihadista también extendió su influencia en otras regiones del mundo, como en la zona del Sahel, en Nigeria, Yemen o en Afganistán.
Miles de prisioneros
Tras la derrota del EI en Irak y en Siria se detuvieron a miles de supuestos yihadistas. El grupo instauró un régimen de terror en las regiones bajo su dominio e impuso una versión estricta de la ley islámica. Durante su existencia, el autoproclamado califato llevó a cabo numerosos abusos, algunos frente a las cámaras; y persiguió a minorías étnicas y religiosas, como los yazidíes en Irak.
Según Hassan Hassan, quien escribió un libro sobre el grupo, un escenario posible, aunque “inédito” es que Hashimi murió “accidentalmente” durante un ataque o un combate. Otro escenario es que la información sea falsa, añadió. El primer jefe del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi al-Qurashi, fue asesinado durante un ataque estadounidense en Siria en 2019.
Su sucesor, Abu Ibrahim al-Hachimi al-Qurashi fue abatido en febrero en un ataque de las fuerzas especiales estadounidenses en el noroeste del país. Estados Unidos lidera una coalición militar que lucha contra el EI en Siria y sigue apuntando contra sus líderes.
Las fuerzas estadounidenses mataron en octubre a un miembro “sénior” del grupo en un asalto en el noreste de Siria, informó en ese momento el Comando Central del ejército. Y el Pentágono afirmó en julio haber asesinado al líder del EI en Siria en un ataque con dron en el norte del país. Era considerado “uno de los cinco” jefes supremos del grupo, precisó el Comando Central.
Fuente: AFP.
China acelerará la vacunación de las personas mayores contra la covid 19
Pekín.-China decidió este martes acelerar la vacunación de las personas mayores contra la Covid-19, dos días después de históricas manifestaciones de protesta contra las restricciones sanitarias y en medio de una presencia policial masiva que impidió nuevas concentraciones.
La Comisión Nacional de Salud china se comprometió en un comunicado a «acelerar el aumento de la tasa de vacunación de las personas mayores de 80 años» y «a seguir aumentando la tasa de vacunación de las personas de 60 a 79 años».
Actualmente, solo el 65,8% de los habitantes de más de 80 años están plenamente vacunados, indicaron a la prensa los responsables de la Comisión Nacional de Salud, según reportó la agencia de noticias AFP.
La limitada cobertura de vacunación de las personas mayores es uno de los argumentos del Gobierno para justificar su estricta política sanitaria, que se materializa en confinamientos interminables, cuarentenas a la llegada del extranjero y tests casi diarios para la población.
La mejora de las tasas de vacunación podría ofrecerle a China precisamente una vía de salida a su política de «Covid cero».
En vigencia desde hace casi tres años, esta política fue el blanco de la ira popular en manifestaciones ocurridas este fin de semana, las más extensas desde el movimiento prodemocracia de 1989, que incluye la frustración de muchos ante el sistema político chino.
Algunos pidieron incluso la dimisión del presidente Xi Jinping, recién elegido por el gobernante Partido Comunista para un tercer mandato.
El elemento desencadenante fue un incendio mortal la semana pasada en Urumqi, capital de la región de Xinjiang (noroeste). El trabajo de los bomberos se habría visto entorpecido por la normativa sanitaria, argumentos que el gobierno desmintió el lunes último.
Tras las protestas del fin de semana, en numerosas ciudades del país estaban previstas más manifestaciones en la noche del lunes, las que no tuvieron lugar debido a una fuerte presencia policial, constataron periodistas de AFP en Beijing y Shanghai.
En Shanghai, cerca del sitio donde se realizaron las protestas el fin de semana, los propietarios de los bares dijeron que recibieron órdenes de cerrar a las 22 bajo el motivo de «control de la epidemia».
Télam.
La Comisión Nacional de Salud china se comprometió en un comunicado a «acelerar el aumento de la tasa de vacunación de las personas mayores de 80 años» y «a seguir aumentando la tasa de vacunación de las personas de 60 a 79 años».
Actualmente, solo el 65,8% de los habitantes de más de 80 años están plenamente vacunados, indicaron a la prensa los responsables de la Comisión Nacional de Salud, según reportó la agencia de noticias AFP.
La limitada cobertura de vacunación de las personas mayores es uno de los argumentos del Gobierno para justificar su estricta política sanitaria, que se materializa en confinamientos interminables, cuarentenas a la llegada del extranjero y tests casi diarios para la población.
La mejora de las tasas de vacunación podría ofrecerle a China precisamente una vía de salida a su política de «Covid cero».
En vigencia desde hace casi tres años, esta política fue el blanco de la ira popular en manifestaciones ocurridas este fin de semana, las más extensas desde el movimiento prodemocracia de 1989, que incluye la frustración de muchos ante el sistema político chino.
Algunos pidieron incluso la dimisión del presidente Xi Jinping, recién elegido por el gobernante Partido Comunista para un tercer mandato.
El elemento desencadenante fue un incendio mortal la semana pasada en Urumqi, capital de la región de Xinjiang (noroeste). El trabajo de los bomberos se habría visto entorpecido por la normativa sanitaria, argumentos que el gobierno desmintió el lunes último.
Tras las protestas del fin de semana, en numerosas ciudades del país estaban previstas más manifestaciones en la noche del lunes, las que no tuvieron lugar debido a una fuerte presencia policial, constataron periodistas de AFP en Beijing y Shanghai.
En Shanghai, cerca del sitio donde se realizaron las protestas el fin de semana, los propietarios de los bares dijeron que recibieron órdenes de cerrar a las 22 bajo el motivo de «control de la epidemia».
Télam.
Pakistán: talibanes ponen fin a su alto el fuego y ordenan ataques
Los talibanes de Pakistán anunciaron este lunes en un comunicado que ponen fin a un alto el fuego acordado en junio con el gobierno paquistaní y ordenaron a los miembros de este grupo islamista que organicen ataques en todo el país.
“Como están habiendo operaciones militares contra los muyahidines en distintas áreas, resulta necesario llevar a cabo ataques en todos los lugares que se pueda en el conjunto del país”, indicó el movimiento Tehreek–e-Taliban Pakistan (TTP) en un comunicado.
El TTP había prolongado en junio una tregua de forma indefinida, por los “progresos” registrados en unas negociaciones de paz con representantes del Estado paquistaní que empezaron en mayo en la capital afgana, Kabul, bajo la mediación de los talibanes afganos.
Pero ese alto el fuego no se llegó a respetar, ni por el TTP, que perpetró ataques, sobre todo contra las fuerzas de seguridad, ni por el ejército de Pakistán, que siguió persiguiendo a los combatientes talibanes. A mediados de noviembre, seis policías fueron abatidos en una emboscada en la aldea de Shahab Khel (noroeste), a un centenar de kilómetros de la frontera con Afganistán.
Desde el viernes, el ejército ha intensificado su presencia en la misma zona para expulsar a combatientes del TTP, bombardeando incluso sus escondites con helicópteros de combate. El TTP, una entidad separada de los talibanes de Afganistán pero que tiene una ideología parecida, es responsable de decenas de atentados en Pakistán.
Fue creado en 2007 por yihadistas paquistaníes aliados de Al Qaida que habían combatido junto a los talibanes afganos en los años 1990, antes de oponerse al apoyo brindado por Islamabad a Estados Unidos tras la invasión de Afganistán en 2001.
Alcanzó su apogeo entre 2007 y 2009, cuando controlaba el valle de Swat, a unos 140 km al norte de Islamabad. Allí, impuso su versión ultrarradical de la ley islámica. Entre otros ataques, el grupo es responsable del atentado más mortífero de la historia de Pakistán, ocurrido en diciembre de 2014, cuando unas 150 personas -alumnos en su mayoría- fueron masacradas en una escuela militar de Peshawar.
Debilitad desde 2014 por las operaciones del ejército pakistaní, recobró fuerzas desde que los talibanes de Afganistán retomaron el poder, en agosto de 2021, con la retirada de las fuerzas estadounidenses tras dos décadas de guerra.
Fuente: AFP.
“Como están habiendo operaciones militares contra los muyahidines en distintas áreas, resulta necesario llevar a cabo ataques en todos los lugares que se pueda en el conjunto del país”, indicó el movimiento Tehreek–e-Taliban Pakistan (TTP) en un comunicado.
El TTP había prolongado en junio una tregua de forma indefinida, por los “progresos” registrados en unas negociaciones de paz con representantes del Estado paquistaní que empezaron en mayo en la capital afgana, Kabul, bajo la mediación de los talibanes afganos.
Pero ese alto el fuego no se llegó a respetar, ni por el TTP, que perpetró ataques, sobre todo contra las fuerzas de seguridad, ni por el ejército de Pakistán, que siguió persiguiendo a los combatientes talibanes. A mediados de noviembre, seis policías fueron abatidos en una emboscada en la aldea de Shahab Khel (noroeste), a un centenar de kilómetros de la frontera con Afganistán.
Desde el viernes, el ejército ha intensificado su presencia en la misma zona para expulsar a combatientes del TTP, bombardeando incluso sus escondites con helicópteros de combate. El TTP, una entidad separada de los talibanes de Afganistán pero que tiene una ideología parecida, es responsable de decenas de atentados en Pakistán.
Fue creado en 2007 por yihadistas paquistaníes aliados de Al Qaida que habían combatido junto a los talibanes afganos en los años 1990, antes de oponerse al apoyo brindado por Islamabad a Estados Unidos tras la invasión de Afganistán en 2001.
Alcanzó su apogeo entre 2007 y 2009, cuando controlaba el valle de Swat, a unos 140 km al norte de Islamabad. Allí, impuso su versión ultrarradical de la ley islámica. Entre otros ataques, el grupo es responsable del atentado más mortífero de la historia de Pakistán, ocurrido en diciembre de 2014, cuando unas 150 personas -alumnos en su mayoría- fueron masacradas en una escuela militar de Peshawar.
Debilitad desde 2014 por las operaciones del ejército pakistaní, recobró fuerzas desde que los talibanes de Afganistán retomaron el poder, en agosto de 2021, con la retirada de las fuerzas estadounidenses tras dos décadas de guerra.
Fuente: AFP.
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