En el primer comunicado que, desde agosto de 2011, trata directamente el valor de las monedas, el Grupo de los Siete, compuesto por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón, dijo que “consultaría en gran detalle” toda acción que involucrara a los mercados internacionales de divisas. Es una maniobra que muchos consideran un intento de desactivar las tensiones por los recientes acontecimientos en el mercado de monedas.
“Reafirmamos que nuestras políticas fiscales y monetarias han sido y seguirán estando orientadas a cumplir nuestros respectivos objetivos domésticos, utilizando herramientas domésticas, y que las tasas de cambio no son nuestro objetivo”, dijeron los ministros y presidentes de los bancos centrales.
“Estuvimos de acuerdo en que la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados en las tasas de interés pueden tener implicaciones adversas para la estabilidad económica y financiera”.
El yen japonés se debilitó luego de que la publicación del comunicado, pues los inversionistas interpretaron el mensaje como una señal de que las naciones desarrolladas no iban a interferir con los planes de Japón para darle un impulso a su economía.
Sin embargo, aumentó marcadamente al final del día, luego de que un funcionario del G7 que solicitó el anonimato le dijera a Reuters que el comunicado había sido malinterpretado por el mercado, y se suponía que debía llamar la atención sobre las maniobras excesivas en la economía japonesa. Los comentarios hicieron que el valor del dólar bajara de 94 yenes, mientras que el euro también cayera con respecto a la economía de Japón.
Fuente: el espectador
“Reafirmamos que nuestras políticas fiscales y monetarias han sido y seguirán estando orientadas a cumplir nuestros respectivos objetivos domésticos, utilizando herramientas domésticas, y que las tasas de cambio no son nuestro objetivo”, dijeron los ministros y presidentes de los bancos centrales.
“Estuvimos de acuerdo en que la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados en las tasas de interés pueden tener implicaciones adversas para la estabilidad económica y financiera”.
El yen japonés se debilitó luego de que la publicación del comunicado, pues los inversionistas interpretaron el mensaje como una señal de que las naciones desarrolladas no iban a interferir con los planes de Japón para darle un impulso a su economía.
Sin embargo, aumentó marcadamente al final del día, luego de que un funcionario del G7 que solicitó el anonimato le dijera a Reuters que el comunicado había sido malinterpretado por el mercado, y se suponía que debía llamar la atención sobre las maniobras excesivas en la economía japonesa. Los comentarios hicieron que el valor del dólar bajara de 94 yenes, mientras que el euro también cayera con respecto a la economía de Japón.
Fuente: el espectador