Pekín— La primera sonda lunar china se separó de la nave matriz el domingo por la mañana, tocó la superficie del satélite y recorrió su suelo dejando huellas profundas, reportó la prensa estatal, varias horas después de que el país realizase exitosamente el primer alunizaje de una nave espacial en la Luna en casi cuatro décadas.
La sonda "Conejo de Jade", de 140 kilogramos (300 libras) se separó de la nave matriz Chang'e 3 unas siete horas después de que ésta alunizase en una superficie plana de la Luna de cara a la Tierra.
La estatal Televisión Central de China mostró imágenes tomadas por la cámara de la nave matriz en las que se ve el explorador lunar y su sombra bajando por una rampa y tocando el suelo, lo que desató los aplausos del centro de control en Beijing. Dijo que la nave y el explorador, ambos con banderas chinas, se tomarían fotos el domingo por la noche.
Más tarde, el explorador va a examinar la superficie lunar y su estructura geológica en busca de recursos naturales en los próximos meses, mientras que la Chang'e 3 realizará estudios en el sitio de alunizaje durante un año.
La misión marca el inicio de una nueva etapa en el ambicioso programa espacial de China, que tiene la meta de colocar un astronauta en la Luna. El programa espacial de China, tercero en realizar un alunizaje "suave" —sin dañar la nave ni el equipo que transporta— es una fuente de orgullo para el país. Estados Unidos y la Unión Soviética fueron los dos primeros países en realizar ese tipo de misiones y la más reciente fue una misión soviética hace casi cuatro décadas: en 1976.
"Es aún un reto tecnológico significativo aterrizar en otro mundo", dijo Peter Bond, editor asesor para Jane's Space Systems and Industry.
"Especialmente en un lugar como la Luna, que no tiene atmósfera y por ello no puedes usar paracaídas ni nada similar. Tienes que usar cohetes retropropulsores al ángulo y la tasa de descenso apropiados y no terminar en un cráter o encima de una roca grande", agregó.
La misión partió del suroeste de China el 2 de diciembre a bordo del cohete portador Gran Marcha-3B.
AP