- Maisha tenía una malformación en el cerebro que le hacía sangrar continuamente
- Cada vez que ocurría acudía al hospital para sellar los vasos sanguíneos
- Por accidente, inyectaron pegamento cuando debían aplicar colorante
- Ahora, recibe una indemnización de unos 3,3 millones de euros por los daños
Maisha Najeeb era una niña a la que le encantaba bailar, y que aspiraba a convertirse en médico cuando en 2010 se truncó su sueño debido a una trágica negligencia médica durante una operación a la que fue sometida, y durante la cual se le inyectó, por accidente, pegamento en el cerebro. Ocurrió en el hospital infantil londinense Great Ormond Street. Ahora, debido a los daños que ha sufrido, recibe 3.3 millones de euros anuales hasta que cumpla los 19 años.
El accidente ocurrió en el año 2010 cuando una jeringuilla que contenía pegamento fue confundida con una rellena de colorante. Ahora, Maisha, de 13 años, sufre "catastróficos y permanentes daños cerebrales", según indican sus abogados.
Está en silla de ruedas, apenas puede moverse, ha perdido la visión en un ojo, necesita cuidados las 24 horas del día y sufre dolorosos espasmos en las piernas.
En un acuerdo pronunciado por el Tribunal Superior de Justicia inglés, Maisha recibirá un total de 2,28 millones de libras anuales, (unos 3,3 millones de euros) hasta que cumpla los 19 años. Después recibirá 423.000 libras al año, (unos 511.000 euros) hasta que muera.
Antes del accidente, a Maisha le detectaron una rara malformación arteriovenosa, que provocaba que sus venas cerebrales estuviesen enredadas y provocasen sangrados. Cada vez que esto ocurría, acudía al hospital Great Ormond Street, y le practicaban una embolización. Durante este proceso, sellaban los vasos sanguíneos y los coloreaban para identificar el flujo de sangre, según informa el diario 'The Guardian'.
"Estamos tristes y devastados por todo lo que ha pasado con nuestra hija. Han arruinado su vida, han destrozado todos sus sueños", declara Sadir Hussain, padre de Misha. Asimismo, desea que los médicos hayan aprendido la lección "para que no pueda sucederle a otras familias".
El hospital, que admitió la responsabilidad del suceso, mostró un apoyo incondicional hacia la familia, pero no está claro si algún miembro del personal ha sido expedientado por el accidente.
Según una investigación interna, el hospital ha instaurado un plan de acción para evitar que esto vuelva a suceder, incluyendo la instauración de un código de colores para todos los fluidos utilizados en radiología, y un novedoso sistema de etiquetado de jeringuillas.
El sistema nacional de salud, NHS, defiende, tano a los hospitales frente a prodecimientos en los que han sido denunciados por negligencias médicas, como a los pacientes, ha indemnizado a la familia con la cantidad establecida.
La abogada de la familia, Edwina Rawson esclarece que "es sobrecogedor lo que le ha ocurrido a esta familia. Si las jeringuillas hubieran estado correctamente etiquetadas, el personal hospitalario podría haberse percatado de que no contenía colorante, sino pegamento y todo esto podría haverse evitado. Estos errores tan sencillos pueden evitarse y no deberían pasar".
Fuente: telecinco.es
El accidente ocurrió en el año 2010 cuando una jeringuilla que contenía pegamento fue confundida con una rellena de colorante. Ahora, Maisha, de 13 años, sufre "catastróficos y permanentes daños cerebrales", según indican sus abogados.
Está en silla de ruedas, apenas puede moverse, ha perdido la visión en un ojo, necesita cuidados las 24 horas del día y sufre dolorosos espasmos en las piernas.
En un acuerdo pronunciado por el Tribunal Superior de Justicia inglés, Maisha recibirá un total de 2,28 millones de libras anuales, (unos 3,3 millones de euros) hasta que cumpla los 19 años. Después recibirá 423.000 libras al año, (unos 511.000 euros) hasta que muera.
Antes del accidente, a Maisha le detectaron una rara malformación arteriovenosa, que provocaba que sus venas cerebrales estuviesen enredadas y provocasen sangrados. Cada vez que esto ocurría, acudía al hospital Great Ormond Street, y le practicaban una embolización. Durante este proceso, sellaban los vasos sanguíneos y los coloreaban para identificar el flujo de sangre, según informa el diario 'The Guardian'.
"Estamos tristes y devastados por todo lo que ha pasado con nuestra hija. Han arruinado su vida, han destrozado todos sus sueños", declara Sadir Hussain, padre de Misha. Asimismo, desea que los médicos hayan aprendido la lección "para que no pueda sucederle a otras familias".
El hospital, que admitió la responsabilidad del suceso, mostró un apoyo incondicional hacia la familia, pero no está claro si algún miembro del personal ha sido expedientado por el accidente.
Según una investigación interna, el hospital ha instaurado un plan de acción para evitar que esto vuelva a suceder, incluyendo la instauración de un código de colores para todos los fluidos utilizados en radiología, y un novedoso sistema de etiquetado de jeringuillas.
El sistema nacional de salud, NHS, defiende, tano a los hospitales frente a prodecimientos en los que han sido denunciados por negligencias médicas, como a los pacientes, ha indemnizado a la familia con la cantidad establecida.
La abogada de la familia, Edwina Rawson esclarece que "es sobrecogedor lo que le ha ocurrido a esta familia. Si las jeringuillas hubieran estado correctamente etiquetadas, el personal hospitalario podría haberse percatado de que no contenía colorante, sino pegamento y todo esto podría haverse evitado. Estos errores tan sencillos pueden evitarse y no deberían pasar".
Fuente: telecinco.es