Los liberados fueron recibidos por familiares, amigos y simpatizantes concentrados en el patio interior del edificio al grito de "Odesa, ciudad rusa", según medios locales.
Los prorrusos habían sido detenidos tras los enfrentamientos violentos con partidarios de la integridad de Ucrania que costaron el viernes la vida a 46 personas en esa ciudad meridional bañada por el mar Negro.
Según la página web de la policía, cerca de una treintena de participantes en los desórdenes del 2 de mayo fueron puestos en libertad.
Los detenidos pudieron abandonar los calabozos, después de que en el edificio se personara uno de los jefes del Ministerio del Interior en la región de Odesa.
Ahora, la policía intenta convencer a los congregados para que se dispersen, pero éstos se niegan, ya que aducen que a los liberados no les han devuelto sus documentos de identidad, por lo que podrían volver a ser apresados.
En total, 127 personas permanecían detenidas por participar activamente en los disturbios protagonizados por prorrusos y proucranianos.
Poco antes, los prorrusos lanzaron piedras contra las ventanas e intentaron acceder por la fuerza en el edificio, pero decenas de efectivos antidisturbios equipados con escudos y cascos les impidieron el paso.
Los atacantes querían impedir el traslado de sus compañeros a los tribunales de primera instancia para que se dictaran medidas cautelares.
Los manifestantes llegaron a la comisaría tras marchar por las calles de la ciudad desde la Casa de los Sindicatos, donde un incendio causó el viernes la muerte de unas 40 personas, en su mayoría prorrusos partidarios de la federalización de Ucrania.
Se sumaron a los cientos de familiares y amigos de los detenidos que se habían concentrado horas antes frente al edificio para exigir su puesta en libertad.
Precisamente, hoy viajó a Odesa el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, quien responsabilizó a la policía de los sucesos del viernes.
"Si los órganos de seguridad funcionaran, entonces esos terroristas deberían haber sido neutralizados", dijo Yatseniuk, quien encargó a la fiscalía "encontrar a todos los cabecillas y organizadores" de los disturbios.
Decenas de miles de habitantes de Odesa acudieron hoy a las iglesias para rendir homenaje a los muertos, mientras los transeúntes depositan ramos de flores ante la Casa de los Sindicatos.
Ucrania declaró ayer y hoy días de luto nacional por la tragedia de Odesa, en la que la mayoría de los muertos en el incendio eran prorrusos que habían tomado el edificio para escabullirse de la policía.
Los prorrusos acusan al bando contrario de incendiar el inmueble al lanzar cócteles molotov y otros artefactos explosivos caseros, mientras la policía asegura que los primeros también tiraron objetos y dispararon desde la Casa de los Sindicatos contra la multitud.
EFE
Los prorrusos habían sido detenidos tras los enfrentamientos violentos con partidarios de la integridad de Ucrania que costaron el viernes la vida a 46 personas en esa ciudad meridional bañada por el mar Negro.
Según la página web de la policía, cerca de una treintena de participantes en los desórdenes del 2 de mayo fueron puestos en libertad.
Los detenidos pudieron abandonar los calabozos, después de que en el edificio se personara uno de los jefes del Ministerio del Interior en la región de Odesa.
Ahora, la policía intenta convencer a los congregados para que se dispersen, pero éstos se niegan, ya que aducen que a los liberados no les han devuelto sus documentos de identidad, por lo que podrían volver a ser apresados.
En total, 127 personas permanecían detenidas por participar activamente en los disturbios protagonizados por prorrusos y proucranianos.
Poco antes, los prorrusos lanzaron piedras contra las ventanas e intentaron acceder por la fuerza en el edificio, pero decenas de efectivos antidisturbios equipados con escudos y cascos les impidieron el paso.
Los atacantes querían impedir el traslado de sus compañeros a los tribunales de primera instancia para que se dictaran medidas cautelares.
Los manifestantes llegaron a la comisaría tras marchar por las calles de la ciudad desde la Casa de los Sindicatos, donde un incendio causó el viernes la muerte de unas 40 personas, en su mayoría prorrusos partidarios de la federalización de Ucrania.
Se sumaron a los cientos de familiares y amigos de los detenidos que se habían concentrado horas antes frente al edificio para exigir su puesta en libertad.
Precisamente, hoy viajó a Odesa el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, quien responsabilizó a la policía de los sucesos del viernes.
"Si los órganos de seguridad funcionaran, entonces esos terroristas deberían haber sido neutralizados", dijo Yatseniuk, quien encargó a la fiscalía "encontrar a todos los cabecillas y organizadores" de los disturbios.
Decenas de miles de habitantes de Odesa acudieron hoy a las iglesias para rendir homenaje a los muertos, mientras los transeúntes depositan ramos de flores ante la Casa de los Sindicatos.
Ucrania declaró ayer y hoy días de luto nacional por la tragedia de Odesa, en la que la mayoría de los muertos en el incendio eran prorrusos que habían tomado el edificio para escabullirse de la policía.
Los prorrusos acusan al bando contrario de incendiar el inmueble al lanzar cócteles molotov y otros artefactos explosivos caseros, mientras la policía asegura que los primeros también tiraron objetos y dispararon desde la Casa de los Sindicatos contra la multitud.
EFE