La aviación llevó a cabo más de 20 ataques en Jisr al Chughur
El ejército sirio bombardeó este domingo la ciudad estratégica de Jisr al Chughur, en la provincia occidental de Idleb, un día después de que la tomaran combatientes de Al Qaida y rebeldes islamistas, indicó una ONG.
A unos veinte kilómetros al norte, cerca de la frontera turca, al menos 34 personas murieron, entre ellas nueve mujeres y varios niños, en otros bombardeos del régimen en la ciudad de Darmush, en poder de los rebeldes, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"El balance debería aumentar ya que hay decenas de heridos, muchos de gravedad", añadió Rami Abdel Rahman, el director de esa ONG con sede en Londres, que se basa en una amplia red de contactos en toda Siria.
La aviación llevó a cabo más de 20 ataques en Jisr al Chughur, situada a proximidad de la frontera turca y de las regiones de Latakia (oeste) y Hama (centro), ambas bajo control del régimen de Bashar al Asad, siempre según el OSDH.
La ONG no pudo dar ningún balance de víctimas de los ataques, aunque indicó que al menos 27 personas, entre ellas 20 combatientes, murieron el sábado como consecuencia de unos bombardeos.
Los combates proseguían el domingo en esta ciudad en la que vivían cerca de 45.000 personas antes del inicio de la guerra civil siria en 2011.
Según el OSDH, el ejército intentó en vano liberar a 30 soldados y 10 milicianos prorrégimen que estaban presos en un hospital situado en el sur de la localidad.
La televisión siria indicó, por su parte, que el ejército había tendido una emboscada y "matado a un grupo de terroristas" en torno a ese establecimiento.
La víspera, combatientes del Frente al Nusra --rama siria del grupo extremista sunita Al Qaida-- tomaron Jisr al Chughur, con la ayuda de grupos rebeldes islamistas, tras haber conquistado Idleb, la capital de la provincia homónima, hace menos de un mes.
Una coalición heterogénea
La presencia del régimen en la provincia de Idleb se reduce ahora a las ciudades de Ariha, a 25 kilómetros de Jisr al Chughur, y las de Al Mastume y Qarlmid, donde hay importantes cuarteles del ejército.
Distintas fuerzas islamistas o yihadistas, como el grupo Estado Islámico (EI), rodean casi por completo los territorios controlados por las fuerzas gubernamentales.
La coalición que tomó Jisr al Chughur, autodenominada el Ejército de la Conquista, es una alianza de diversas facciones islamistas. Además del Frente al Nusra, cuenta con grupos como Ahrar al Cham, de los Hermanos Musulmanes, así como distintos grupos yihadistas y unidades de lo que queda del Ejército Sirio Libre.
La agencia oficial Sana señaló que "los grupos terroristas" cometieron "una horrible masacre de más de 30 civiles, incluidos mujeres y niños (...) tras entrar en Jisr al Chughur". Una información que el OSDH no pudo corroborar.
Para Thomas Pierret, especialista del islam en Siria, el régimen está "muy debilitado, lo que no significa que vaya a caer mañana". En 2012, recuerda, "sobrevivió" a pesar de sufrir derrotas militares aún mayores.
"Pero se trata probablemente de un fenómeno duradero porque se debe a causas estructurales" como "el agotamiento de los efectivos leales que obliga al régimen a abandonar regiones a los rebeldes para concentrarse en la defensa de objetivos prioritarios", explica.
A unos veinte kilómetros al norte, cerca de la frontera turca, al menos 34 personas murieron, entre ellas nueve mujeres y varios niños, en otros bombardeos del régimen en la ciudad de Darmush, en poder de los rebeldes, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"El balance debería aumentar ya que hay decenas de heridos, muchos de gravedad", añadió Rami Abdel Rahman, el director de esa ONG con sede en Londres, que se basa en una amplia red de contactos en toda Siria.
La aviación llevó a cabo más de 20 ataques en Jisr al Chughur, situada a proximidad de la frontera turca y de las regiones de Latakia (oeste) y Hama (centro), ambas bajo control del régimen de Bashar al Asad, siempre según el OSDH.
La ONG no pudo dar ningún balance de víctimas de los ataques, aunque indicó que al menos 27 personas, entre ellas 20 combatientes, murieron el sábado como consecuencia de unos bombardeos.
Los combates proseguían el domingo en esta ciudad en la que vivían cerca de 45.000 personas antes del inicio de la guerra civil siria en 2011.
Según el OSDH, el ejército intentó en vano liberar a 30 soldados y 10 milicianos prorrégimen que estaban presos en un hospital situado en el sur de la localidad.
La televisión siria indicó, por su parte, que el ejército había tendido una emboscada y "matado a un grupo de terroristas" en torno a ese establecimiento.
La víspera, combatientes del Frente al Nusra --rama siria del grupo extremista sunita Al Qaida-- tomaron Jisr al Chughur, con la ayuda de grupos rebeldes islamistas, tras haber conquistado Idleb, la capital de la provincia homónima, hace menos de un mes.
Una coalición heterogénea
La presencia del régimen en la provincia de Idleb se reduce ahora a las ciudades de Ariha, a 25 kilómetros de Jisr al Chughur, y las de Al Mastume y Qarlmid, donde hay importantes cuarteles del ejército.
Distintas fuerzas islamistas o yihadistas, como el grupo Estado Islámico (EI), rodean casi por completo los territorios controlados por las fuerzas gubernamentales.
La coalición que tomó Jisr al Chughur, autodenominada el Ejército de la Conquista, es una alianza de diversas facciones islamistas. Además del Frente al Nusra, cuenta con grupos como Ahrar al Cham, de los Hermanos Musulmanes, así como distintos grupos yihadistas y unidades de lo que queda del Ejército Sirio Libre.
La agencia oficial Sana señaló que "los grupos terroristas" cometieron "una horrible masacre de más de 30 civiles, incluidos mujeres y niños (...) tras entrar en Jisr al Chughur". Una información que el OSDH no pudo corroborar.
Para Thomas Pierret, especialista del islam en Siria, el régimen está "muy debilitado, lo que no significa que vaya a caer mañana". En 2012, recuerda, "sobrevivió" a pesar de sufrir derrotas militares aún mayores.
"Pero se trata probablemente de un fenómeno duradero porque se debe a causas estructurales" como "el agotamiento de los efectivos leales que obliga al régimen a abandonar regiones a los rebeldes para concentrarse en la defensa de objetivos prioritarios", explica.
AFP