Washington— Estados Unidos planea recibir al menos a 10 mil refugiados sirios durante el año fiscal 2016, que comienza el próximo 1 de octubre, anunció ayer la Casa Blanca.
Según explicó el portavoz Josh Earnest, el presidente Barack Obama ha dado instrucciones para estudiar cómo “aumentar” la cuota en los próximos 12 meses.
“El presidente ha ordenado a su equipo que considere cómo podemos seguir incrementando nuestra respuesta y una cosa que puede hacer es empezar a admitir a más refugiados sirios”, señaló Earnest. Según el Departamento de Estado, en el año fiscal que ahora acaba se aceptó la solicitud de algo más de mil 500 refugiados sirios.
Desde el comienzo del conflicto en 2011, Estados Unidos ha acogido a un total de mil 800 refugiados sirios.
El proceso es especialmente lento en este país debido al exhaustivo proceso de verificación de la identidad de estos refugiados, que suele durar entre 12 y 18 meses, de acuerdo con fuentes oficiales.
La decisión de Obama se conoce en medio de crecientes presiones para que Washington aumente sus cuotas, al igual que está haciendo la Unión Europea ante la crisis que se vive con el mayor flujo de migrantes desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta ahora, el Gobierno venía insistiendo —y todavía lo hace— en que su principal aportación es la ayuda financiera que proporciona desde el comienzo del conflicto sirio.
“El presidente ha ordenado a su equipo que considere cómo podemos seguir incrementando nuestra respuesta y una cosa que puede hacer es empezar a admitir a más refugiados sirios”, señaló Earnest. Según el Departamento de Estado, en el año fiscal que ahora acaba se aceptó la solicitud de algo más de mil 500 refugiados sirios.
Desde el comienzo del conflicto en 2011, Estados Unidos ha acogido a un total de mil 800 refugiados sirios.
El proceso es especialmente lento en este país debido al exhaustivo proceso de verificación de la identidad de estos refugiados, que suele durar entre 12 y 18 meses, de acuerdo con fuentes oficiales.
La decisión de Obama se conoce en medio de crecientes presiones para que Washington aumente sus cuotas, al igual que está haciendo la Unión Europea ante la crisis que se vive con el mayor flujo de migrantes desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta ahora, el Gobierno venía insistiendo —y todavía lo hace— en que su principal aportación es la ayuda financiera que proporciona desde el comienzo del conflicto sirio.