“Sin ninguna duda, la sangre injustamente derramada de este mártir tendrá sus consecuencias y la mano divina lo vengará de los dirigentes saudíes”, advirtió el domingo el guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.
Horas antes, la noche del sábado, cientos de personas encolerizadas atacaron con cócteles molotov la embajada de Arabia Saudí en Teherán. “El fuego destruyó el interior de la embajada”, declaró a la AFP un testigo. El consulado saudí en Mashhad (noreste) también fue atacado. El fiscal de Teherán anunció la detención de 40 manifestantes y de otras cuatro personas en Mashhad.
MANIFESTACIONES EN TEHERÁN
El presidente iraní Hasan Rohani denunció la ejecución del clérigo, pero calificó de “injustificables” los ataques contra las representaciones saudíes. Más de un millón de personas se manifestaron el domingo en dos lugares diferentes de Teherán en protesta contra la ejecución del líder chiíta saudí, sin causar incidentes. Una concentración tuvo lugar cerca de la embajada de Arabia Saudí, pese a la prohibición del gobierno para evitar nuevos altercados. Antes de ser dispersados por la policía antidisturbios, los manifestantes gritaron “muerte a Al Saud”, del nombre de la familia reinante en Riad y quemaron banderas estadounidenses e israelíes.
AFP