Once soldados y un policía estatal resultaron heridos. Foto: AFP
Los hechos ocurrieron entre el miércoles y el jueves en el municipio de Palmar de Bravo y hasta el momento hay "cuatro militares fallecidos (…) y seis presuntos delincuentes fallecidos, entre ellos una mujer", dijo a la prensa el secretario de Gobernación de Puebla, Diódoro Carrasco.
Además, once soldados y un policía estatal resultaron heridos y 14 personas fueron detenidas en los enfrentamientos de esta región aledaña a la capital mexicana, donde los uniformados participaban en un operativo anti robo de combustibles.
Las autoridades informaron la noche del miércoles sobre un primer enfrentamiento que dejó dos soldados muertos y uno herido.
En esa ocasión, una tropa de militares "efectuaba reconocimientos terrestres" cuando fue atacada "con disparos de arma de fuego" por un grupo de individuos que se trasladaban a bordo de cinco camionetas, tres de ellas blindadas, según un comunicado de la secretaría de Defensa Nacional (Sedena).
Los uniformados decidieron no repeler la agresión ante la presencia de mujeres y niños, "que fueron utilizados como escudo".
Tras este ataque, se sucedieron varios enfrentamientos hasta este jueves, cuando los soldados repelieron con fuego.
“Triángulo rojo”
Unos 1.000 militares, respaldados por dos helicópteros, fueron desplegados en la zona del conflicto.
Las autoridades se incautaron de tres fusiles automáticos, un arma corta, cargadores y cartuchos, así como cuatro camionetas, dos de ellas con blindaje de fábrica.
Palmar de Bravo y los municipios Quecholac y Acatzingo conforman el llamado "triángulo rojo" que destaca por su alto número de tomas clandestinas de combustible, según han comentado autoridades regionales.
"No se tolerará la delincuencia que hace a la sociedad su presa en ese triángulo rojo, lamentamos ese delito federal que afecta a nuestras familias, estos operativos no sólo continuarán, se reforzarán", advirtió el gobernador de Puebla, Antonio Gali.
"Usaron a niños y mujeres como escudos de estos cobardes en una agresión artera a nuestra policía militar y de la secretaria de seguridad, (es increíble) que los parientes arriesguen a los niños a morir por un recurso económico", remarcó Gali.
Las bandas del crimen organizado en México han diversificado sus fuentes de ingreso más allá del narcotráfico hacia Estados Unidos, dedicándose también a la extorsión, secuestro y al robo de combustible de los ductos de Pemex.
Puebla es uno de los estados donde existe el mayor número de tomas clandestinas de combustible, que se estima causan pérdidas por unos 2.000 millones de dólares anuales a Pemex.
Sólo en los primeros cuatro meses del año, militares y policías decomisaron dos millones de litros de combustible, detuvieron a 340 presuntos ladrones, y se decomisaron 1.080 automóviles usados para el tráfico de gasolinas, de acuerdo con cifras estatales.
En diciembre de 2010, un robo de combustible desató una explosión que dejó 29 muertos en la comunidad de San Martín Texmelucan de este estado.
En 2016, Pemex identificó y selló 6.873 tomas clandestinas en todo el país.