Las islas artificiales de China en esas aguas, alguna de las cuales podrían tener uso militar, son consideradas como potencial detonante de un conflicto. El nuevo portavoz de la presidencia estadounidense, Sean Spicer, advirtió el lunes que Washington “protegería sus intereses” en las aguas “internacionales” del mar de China meridional.
“La soberanía de China sobre las islas del mar de China meridional y sus aguas adyacentes es indiscutible”, declaró la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, durante una comparecencia el martes antes los medios.
Pekín reivindica la mayor parte del mar de China meridional, pero varias naciones vecinas, como Filipinas, Vietnam, Brunei y Malasia, tienen también pretensiones de soberanía en esa vasta zona, donde cada una controla varios islotes.
Para afirmar su soberanía, China, como otros países de la región, lleva a cabo obras de “terraplenado” para agrandar artificialmente los islotes que controla. Después, construye puertos, faros, pistas de aterrizaje e infraestructuras militares, según Washington y expertos militares.
“China está decidida a salvaguardar sus derechos y sus intereses”, afirmó Hua. Y agregó: “Estados Unidos no es parte en el diferendo sobre el mar de China meridional”. Sin embargo, Spicer no parecía pensar lo mismo.
“Si esas islas se encuentran realmente en aguas internacionales y no forman parte propiamente dicha de China, nos aseguraremos de impedir que un país se apodere de intereses internacionales”, había afirmado el lunes.