Millones de estadounidenses acudieron a las urnas este martes para renovar el Congreso. Los resultados definirán los próximos pasos del actual presidente y de su antecesor en la Casa Blanca.
Millones de estadounidenses votaban este martes en elecciones decisivas para la presidencia del demócrata Joe Biden y las ambiciones de su rival republicano Donald Trump, quien acaricia la idea de reconquistar la Casa Blanca en 2024.
“Necesitamos que todos se pongan manos a la obra para elegir a los demócratas”, tuiteó Biden a mediodía, pidiendo la movilización de sus filas en los estados más disputados.
Una inflación galopante hace que el presidente de 79 años corra el riesgo de perder el control del Congreso en estas elecciones a mitad de mandato, que suelen ser desfavorables para el partido gobernante.
Trump, su predecesor y quien respalda a muchos de los candidatos republicanos, espera por el contrario que el partido despunte para lanzarse a la carrera presidencial. El lunes adelantó en un mitin que hará “un gran anuncio” el 15 de noviembre.
“Será un día muy emocionante para mucha gente”, afirmó el martes al salir de un centro de votación en Florida. El magnate de 76 años quiere adelantarse a posibles rivales republicanos y entorpecer las investigaciones sobre su presunto papel en el asalto al Capitolio o la forma en la que gestionó los archivos de la Casa Blanca.
Entretanto “creo que vamos a tener una gran noche” y “va a ser genial para el país”, agregó con confianza.
LO QUE ESTÁ
En estas elecciones están en juego los escaños de toda la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y una serie de cargos de gobernadores y puestos locales. También se celebran decenas de referéndums, principalmente sobre el derecho al aborto.
Los resultados en los duelos más reñidos, sobre todo en Georgia y Pensilvania, podrían tardar días.
Más de 40 millones de electores ya votaron por anticipado y el martes se formaron largas filas en los colegios electorales.
“Ha habido mucha tensión y desinformación” durante la campaña, lamenta Robin Ghirdar, un médico de 61 años que fue a votar por los demócratas en Pittsburgh, Pensilvania. Cada campo ha dramatizado los temas centrales de estos comicios: los demócratas se hicieron pasar por defensores de la democracia y el derecho al aborto, frente a los republicanos, considerados “extremistas”.
Y los conservadores actuaron como garantes del orden frente a una llamada izquierda “laxa y radical” en materia de seguridad e inmigración.
Pero la inflación ha desbancado el resto de los temas en las últimas semanas, lo que hace que los republicanos confíen más que nunca en sus posibilidades de derrotar en las urnas a Joe Biden, a quien culpan de la subida de los precios.
“Necesitamos una política del buen padre de familia, que los impuestos bajen y que la economía vaya bien”, estimó Kenneth Bellows, un estudiante de derecho de 32 años que votó por los republicanos en Phoenix, Arizona (suroeste), decepcionado por la gestión económica de Biden.
En la sureña localidad de McAllen, en la que más del 80% de la población es latina, la mayor preocupación es saber qué harán las autoridades frente a la creciente migración que desborda sus fronteras.
UN REFERÉNDUM
Estos comicios de medio mandato se celebran dos años después de las elecciones presidenciales y equivalen, de alguna manera, a un referéndum sobre el inquilino de la Casa Blanca.
Biden intentó evitar el voto castigo presentándose como “el presidente de la clase media”, insistiendo en que redujo las deudas estudiantiles, protegió la sanidad e invirtió en infraestructuras y en el clima, pero sus esfuerzos no parecen haber dado frutos.
Según las encuestas más recientes, la oposición republicana tiene posibilidades de ganar al menos entre 10 y 25 escaños en la Cámara Baja, más que suficiente para tener mayoría.
Hay menos claridad sobre la suerte que correrá el Senado, pero los republicanos también podrían conseguirlo.
Privado de mayoría, el presidente quedaría paralizado. Los republicanos han adelantado que no lo perdonarán y prevén abrir investigaciones en la Cámara de Representantes sobre los asuntos de su hijo Hunter o algunos de sus secretarios.
ESTADOS CRUCIALES
Estas elecciones se deciden en un puñado de estados claves, los mismos que en las presidenciales de 2020.
Todos los focos están puestos en Pensilvania, donde está en juego el puesto más disputado del Senado. Porque de este escaño depende muy posiblemente el equilibrio de poderes de la Cámara Alta, con un poder inmenso.
Como en 2020, Georgia también acapara la atención. El demócrata Raphael Warnock, el primer senador negro elegido en este estado sureño con un fuerte pasado segregacionista, intenta ser reelegido frente a Herschel Walker, un ex deportista afroestadounidense, respaldado por el ex presidente.
Arizona, Ohio, Nevada, Wisconsin y Carolina del Norte también son escenarios de luchas entre los demócratas y candidatos de Trump que juran lealtad absoluta al antiguo inquilino de la Casa Blanca.
Unos duelos a golpe de cientos de millones de dólares que convirtieron estas elecciones de medio mandato en las más caras de la historia de Estados Unidos.
Se reportan algunos problemas técnicos
Las elecciones de medio mandato en Estados Unidos transcurrían este martes con normalidad, aunque se han registrado incidencias en las máquinas de voto y con el voto por correo en algunas de las circunscripciones más grandes por su población.
Una de ellas es Maricopa (Arizona), el segundo mayor distrito electoral de Estados Unidos, donde el 20 % de los puntos de votación registraban problemas técnicos, lo que supondría unos 40 centros de sufragio.
Maricopa ya fue centro de la polémica en los comicios presidenciales de 2020, donde el demócrata Joe Biden ganó por 45.000 sufragios a Donald Trump, tras un segundo recuento de las papeletas y en medio de las denuncias infundadas de fraude por parte del segundo. El ex presidente republicano, que a lo largo del día ha utilizado su perfil en la red social Truth para hacerse eco de sospechas no probadas sobre el proceso electoral, criticó que esa zona fuera foco de nuevo de problemas.
“Están diciendo que cerca del 20% de las llamadas máquinas de votación en el condado de Maricopa no están contando los votos que han sido depositados en ellas. ¿Solo en zonas republicanas? ¡WOW! (...) ¡No podemos dejar que estos suceda OTRA VEZ!”, apuntó. Mientras, en la costa este, en el condado de Mercer, en Nueva Jersey, un problema con las máquinas de votación ha hecho que los electores tengan que sufragar manualmente.
EFE