El domingo, nuevas revelaciones de Snowden, quien se cree está escondido en Hong Kong, mostraron cómo Reino Unido espió a funcionarios diplomáticos de diferentes países -Turquía y Sudáfrica, entre otros- durante el encuentro del G20 que tuvo lugar en su territorio en septiembre de 2009.
La denuncia se publicó en el diario británico The Guardian -como las anteriores- un día antes de un nuevo encuentro del G8 en Irlanda del Norte.
Según las nuevas filtraciones, en aquel encuentro de 2009, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ, por sus siglas en inglés) intervino las conversaciones y espió los correos electrónicos de algunos de los políticos invitados a la cumbre.
Hace una semana, Snowden reveló su identidad en una entrevista con Glenn Greenwald, periodista estadounidense de The Guardian, después de haber dado a conocer documentos en los que se detallaba cómo la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) recolectaba vastas cantidades de información privada de usuarios de internet y teléfonos móviles alrededor del mundo.
Los programas de recolección de información y vigilancia en los dos países estaban respaldados por leyes que dicen tener el fin de defender la seguridad de la nación y los ciudadanos.
Mientras que el presidente estadounidense, Barack Obama, defendió el programa de vigilancia con el argumento de que era una "necesidad en la lucha contra el terrorismo", ahora que el gobierno británico se ve involucrado en el escándalo el primer ministro británico, David Cameron, se abstiene: "Nunca comentamos sobre asuntos de seguridad e inteligencia", le dijo el lunes a la cadena británica Sky News.
La controversia, no obstante, continúa.
Cafés internet y BlackBerrys
¿Cómo fue que Reino Unido espió a diplomáticos extranjeros en 2009?
En las conferencias internacionales suelen haber rumores de espionaje de este estilo, pero no es usual que emerja evidencia como la que publicó The Guardian el domingo, donde se evidencie y especifique la manera como el gobierno anfitrión espía a sus invitados.
Según los documentos secretos del GCHQ, Reino Unido puso en las instalaciones del G20 diferentes cafés internet equipados con un sistema especial de intercepción de correos electrónicos y un software -conocido como keylogger - que registra el uso del teclado de un computador para memorizarlo en un archivo.
Asimismo, el GCHQ desarrolló un sistema para penetrar las barreras de seguridad de los BlackBerrys de los funcionarios internacionales.
También tenían un equipo de 45 analistas monitoreando las conversaciones telefónicas entre los funcionarios internacionales presentes en el encuentro.
Los documentos sugieren, anota The Guardian, que el programa fue aprobado por el entonces primer ministro británico, Gordon Brown, y que la información era entregada a ministros del gobierno.
A quiénes
Los documentos hablan de que representantes de tres países en particular fueron vigilados.
Uno de ellos fue el ministro de finanzas de Turquía, Mehmet Simsek, y 15 otros ministros subalternos y funcionarios de su delegación.
En los documentos no hay ninguna sugerencia de que Simsek y su partido estaban involucrados en algún tipo de delito, pero justifica la vigilancia con que se busca "establecer la posición de Turquía sobre los acuerdos de la cumbre de abril en Londres" y su "voluntad (o no) de cooperar con el resto de las naciones del G20".
Otro informe dice que especialistas de la NSA que operaban desde North Yorkshire, en Inglaterra, estaban encargados de intervenir y decodificar llamadas desde Londres a Moscú que fueron hechas por el entonces presidente ruso, Dmitry Medvedev.
Las comunicaciones de los delegados de Sudáfrica también fueron intervenidos, de acuerdo al reporte.
Mientras se han ido publicando las diferentes filtraciones sobre los programas de vigilancia de la NSA y el GCHQ, muchos han mostrado preocupación por lo que llaman la falta de transparencia de los gobiernos y la violación de la privacidad de los ciudadanos.
Y otros, como la representante demócrata ante le congreso de EE.UU. Loretta Sanchez, se han visto sorprendidos.
El miércoles, la congresista dijo: "No sé si habrá más filtraciones, o si hay más información en algún lugar, o si alguien va a tener que renunciar, pero les diré que yo creo que esta es la punta del iceberg".
FuenteBBCmundo