“Si no hay solución el lunes, Holanda se dirigirá al Tribunal Internacional de Hamburgo”, advirtió el jefe de Gobierno.
El pasado mes de septiembre, activistas de Greenpeace a bordo del buque Arctic Sunrise, en aguas del mar de Pechora, intentaron subir a una plataforma petrolera perteneciente a la empresa rusa Gazprom para advertir sobre los riesgos de vertidos de crudo en la zona.
Guardacostas rusos descendieron desde un helicóptero Mi-8 sobre la cubierta del Artic Sunrise. Ante la negativa del capitán del buque a cumplir las exigencias de los oficiales rusos, el Arctic Sunrise fue remolcado hacia Múrmansk y sus tripulantes detenidos.
Tras investigar los hechos, el Comité de Investigación de Rusia vio indicios de delitos y presentó cargos de piratería contra 30 activistas de Greenpeace que afrontan un proceso ante un tribunal local.
Al propio tiempo, Rutte volvió a afirmar que aún es prematuro hablar sobre la cancelación de la visita a Rusia de los reyes de Holanda, Guillermo-Alejandro y Máxima, fijada para el 9 de noviembre, por tensión diplomática surgida últimamente entre los dos países.
“Hay que arreglar esos incidentes paso a paso y actuar con calma. Y luego podremos clausurar conjuntamente, en ambiente solemne, el Año Rusia-Holanda”, indicó el primer ministro.
Estas declaraciones se producen en medio de tensiones que las últimas semanas ensombrecen las relaciones entre Moscú y La Haya. Así, el pasado jueves fue allanado el piso de un empleado de la embajada rusa en la capital holandesa.
Se trata de un nuevo episodio de tensión diplomática entre los dos países surgida después de que, a principios de octubre, el ministro consejero de la embajada rusa en La Haya, Dmitri Borodín, fuera agredido y detenido durante varias horas por agentes policiales holandeses. El pasado martes, el homólogo holandés de Borodín, Onno Elderenbosch, recibió una paliza a manos de desconocidos en su domicilio en Moscú.
Holanda presentó anteriormente sus disculpas por el incidente con Dmitri Borodín. Sin embargo, Moscú declaró que no puede dar por zanjado este asunto mientras no se depuren responsabilidades.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Rusia lamentó la agresión al diplomático holandés y aseguró que la policía del país se esfuerza para detener a sus autores.
Fuente: http://sp.ria.ru
El pasado mes de septiembre, activistas de Greenpeace a bordo del buque Arctic Sunrise, en aguas del mar de Pechora, intentaron subir a una plataforma petrolera perteneciente a la empresa rusa Gazprom para advertir sobre los riesgos de vertidos de crudo en la zona.
Guardacostas rusos descendieron desde un helicóptero Mi-8 sobre la cubierta del Artic Sunrise. Ante la negativa del capitán del buque a cumplir las exigencias de los oficiales rusos, el Arctic Sunrise fue remolcado hacia Múrmansk y sus tripulantes detenidos.
Tras investigar los hechos, el Comité de Investigación de Rusia vio indicios de delitos y presentó cargos de piratería contra 30 activistas de Greenpeace que afrontan un proceso ante un tribunal local.
Al propio tiempo, Rutte volvió a afirmar que aún es prematuro hablar sobre la cancelación de la visita a Rusia de los reyes de Holanda, Guillermo-Alejandro y Máxima, fijada para el 9 de noviembre, por tensión diplomática surgida últimamente entre los dos países.
“Hay que arreglar esos incidentes paso a paso y actuar con calma. Y luego podremos clausurar conjuntamente, en ambiente solemne, el Año Rusia-Holanda”, indicó el primer ministro.
Estas declaraciones se producen en medio de tensiones que las últimas semanas ensombrecen las relaciones entre Moscú y La Haya. Así, el pasado jueves fue allanado el piso de un empleado de la embajada rusa en la capital holandesa.
Se trata de un nuevo episodio de tensión diplomática entre los dos países surgida después de que, a principios de octubre, el ministro consejero de la embajada rusa en La Haya, Dmitri Borodín, fuera agredido y detenido durante varias horas por agentes policiales holandeses. El pasado martes, el homólogo holandés de Borodín, Onno Elderenbosch, recibió una paliza a manos de desconocidos en su domicilio en Moscú.
Holanda presentó anteriormente sus disculpas por el incidente con Dmitri Borodín. Sin embargo, Moscú declaró que no puede dar por zanjado este asunto mientras no se depuren responsabilidades.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Rusia lamentó la agresión al diplomático holandés y aseguró que la policía del país se esfuerza para detener a sus autores.
Fuente: http://sp.ria.ru