A las 13.00 horas locales (05.00 GMT), los medidores instalados en la Embajada estadounidense en Pekín calculaban un índice de calidad del aire de 430 (de un máximo de 500, considerada la peor calidad posible).
Los medidores contaban también una concentración de 395 microgramos por metro cúbico de aire de partículas PM2,5, aquellas de diámetro inferior a 2,5 micras y consideradas especialmente peligrosas porque pueden infiltrarse en los pulmones o la corriente sanguínea.La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera aceptable un máximo de 25 microgramos de PM 2,5 por metro cúbico de aire, quince veces menos de lo que se respira hoy en Pekín.
Las autoridades meteorológicas pequinesas han declarado la alerta amarilla, el tercer nivel en una escala de cinco, ante la caída de la visibilidad, inferior a los cien metros, por la fuerte contaminación.
Según el Servicio Meteorológico chino, los altos niveles de contaminación podrían aliviarse esta noche, cuando se espera la llegada de fuertes vientos que disipen la concentración de partículas nocivas.
Pekín vivió entre el 10 y el 16 de este mes los peores niveles de contaminación de su historia, cuando la concentración de partículas PM2,5 alcanzó los 993 microgramos por metro cúbico de aire.
El alcalde en funciones de Pekín, Wang Anshun, anunció el martes una serie de nuevas medidas para frenar la contaminación en la capital china, entre ellas la retirada de la circulación de vehículos obsoletos.
No obstante, los expertos subrayan que buena parte de la contaminación de la capital proviene de la industria pesada instalada en las provincias circundantes, y que sin acciones conjuntas las medidas que adopte la municipalidad tendrán un efecto limitado.
El viceprimer ministro chino, Li Keqiang, de quien se espera que el próximo marzo se convierta en el nuevo jefe de Gobierno, advirtió la semana pasada que resolver el problema llevará "un largo tiempo".
Fuente: informe21/EFE
Los medidores contaban también una concentración de 395 microgramos por metro cúbico de aire de partículas PM2,5, aquellas de diámetro inferior a 2,5 micras y consideradas especialmente peligrosas porque pueden infiltrarse en los pulmones o la corriente sanguínea.La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera aceptable un máximo de 25 microgramos de PM 2,5 por metro cúbico de aire, quince veces menos de lo que se respira hoy en Pekín.
Las autoridades meteorológicas pequinesas han declarado la alerta amarilla, el tercer nivel en una escala de cinco, ante la caída de la visibilidad, inferior a los cien metros, por la fuerte contaminación.
Según el Servicio Meteorológico chino, los altos niveles de contaminación podrían aliviarse esta noche, cuando se espera la llegada de fuertes vientos que disipen la concentración de partículas nocivas.
Pekín vivió entre el 10 y el 16 de este mes los peores niveles de contaminación de su historia, cuando la concentración de partículas PM2,5 alcanzó los 993 microgramos por metro cúbico de aire.
El alcalde en funciones de Pekín, Wang Anshun, anunció el martes una serie de nuevas medidas para frenar la contaminación en la capital china, entre ellas la retirada de la circulación de vehículos obsoletos.
No obstante, los expertos subrayan que buena parte de la contaminación de la capital proviene de la industria pesada instalada en las provincias circundantes, y que sin acciones conjuntas las medidas que adopte la municipalidad tendrán un efecto limitado.
El viceprimer ministro chino, Li Keqiang, de quien se espera que el próximo marzo se convierta en el nuevo jefe de Gobierno, advirtió la semana pasada que resolver el problema llevará "un largo tiempo".
Fuente: informe21/EFE
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