Las primeras tareas de asistencia se llevan a cabo en el distrito de Pozo Hondo, en el departamento chaqueño de Boquerón, en la región occidental del país, donde las autoridades comunales evacuaron a una familia cuya vivienda quedó abnegada por las aguas.
El concejal municipal de esa zona, César Chávez, dijo que 30 familias están en riesgo y que la crecida del Pilcomayo también podría afectar en las próximas horas a las localidades de María Auxiliadora, Pedro P. Peña, San Agustín, La Dorada y Margariño.
El concejal, en declaraciones a las radio asuncena Primero de Marzo, aseguró que están recorriendo las zonas más afectadas con una lancha y pidió la ayuda urgente de la Secretaría de Emergencia Nacional para intensificar las tareas de asistencia.
La crecida cíclica del Pilcomayo es atribuida a la temporada de lluvias en territorio boliviano que comprende los meses de noviembre a marzo.
En 2012, unas 25.000 familias campesinas e indígenas que dependían de la agricultura y la ganadería para subsistir y que fueron desplazadas a campamentos instalados por las autoridades resultaron damnificadas debido a la crecida de ese afluente en el Chaco, según estadísticas oficiales.
El Gobierno, en esa ocasión, se vio obligado a decretar la emergencia en la zona para destinar mayores recursos económicos y movilizar a las Fuerzas Armadas y otros estamentos estatales, mientras que organizaciones civiles realizaron colectas de alimentos, abrigos y medicina para los damnificados.
Fuente: terra
El concejal municipal de esa zona, César Chávez, dijo que 30 familias están en riesgo y que la crecida del Pilcomayo también podría afectar en las próximas horas a las localidades de María Auxiliadora, Pedro P. Peña, San Agustín, La Dorada y Margariño.
El concejal, en declaraciones a las radio asuncena Primero de Marzo, aseguró que están recorriendo las zonas más afectadas con una lancha y pidió la ayuda urgente de la Secretaría de Emergencia Nacional para intensificar las tareas de asistencia.
La crecida cíclica del Pilcomayo es atribuida a la temporada de lluvias en territorio boliviano que comprende los meses de noviembre a marzo.
En 2012, unas 25.000 familias campesinas e indígenas que dependían de la agricultura y la ganadería para subsistir y que fueron desplazadas a campamentos instalados por las autoridades resultaron damnificadas debido a la crecida de ese afluente en el Chaco, según estadísticas oficiales.
El Gobierno, en esa ocasión, se vio obligado a decretar la emergencia en la zona para destinar mayores recursos económicos y movilizar a las Fuerzas Armadas y otros estamentos estatales, mientras que organizaciones civiles realizaron colectas de alimentos, abrigos y medicina para los damnificados.
Fuente: terra
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