Washington. El robot Schaft se hizo con 27 de los 32 puntos en juego en esta competición de robótica, en la que los equipos deben conseguir que su ingenio retire escombros, camine por terreno pedregoso, abra puertas o suba escaleras.
La competición estuvo organizada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, en inglés), la agencia del Pentágono encargada de proyectos de alta tecnología, que dará 2 millones de dólares al vencedor.
El equipo ganador está liderado por Yuto Nakanishi, de la Universidad de Tokio, un experto en este tipo de tecnología y creador de Kojiro, un robot que imita la estructura de los músculos humanos.
Schaft, un robot bípedo, se impuso a los otros 15 equipos participantes y finalizó muy por delante del segundo en el ránking, IHMC Robotics y su robot humanoide "Atlas", creado conjuntamente con Boston Dynamics, otra empresa de robótica recientemente adquirida por Google.
Boston Dynamics proporcionó su robot "Atlas" a varios equipos que han tenido que crear el software y técnicas de reconocimiento de terreno por su cuenta.
El objetivo de DARPA es contribuir al desarrollo de robots que puedan actuar en rescates durante desastres naturales o provocados por el hombre, como en el caso de la crisis nuclear de la central de Fukushima Daiichi en Japón, tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
De hecho, durante esa catástrofe Japón tuvo que recurrir a robots estadounidenses para acceder a las zonas de más alta radiación de la planta por falta de este tipo de tecnología en fase operativa.
Google ha venido incrementando su inversión en robótica en una clara apuesta por el potencial y futuro de este tipo de tecnología y participa también en el equipo de Tartan Rescue de la Universidad Carnegie Mellon, que quedó en tercer lugar.
En el concurso participaron centros tan prestigiosos como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el Jet Propulsion Laboratory, la agencia espacial estadounidense NASA o el Instituto Superior de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur (KAIST).
Los robots tenían que conducir un vehículo, romper una puerta o un muro, retirar columnas de hierro con una sola orden humana sin intervención exterior en lo posible.
La competición estuvo organizada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, en inglés), la agencia del Pentágono encargada de proyectos de alta tecnología, que dará 2 millones de dólares al vencedor.
El equipo ganador está liderado por Yuto Nakanishi, de la Universidad de Tokio, un experto en este tipo de tecnología y creador de Kojiro, un robot que imita la estructura de los músculos humanos.
Schaft, un robot bípedo, se impuso a los otros 15 equipos participantes y finalizó muy por delante del segundo en el ránking, IHMC Robotics y su robot humanoide "Atlas", creado conjuntamente con Boston Dynamics, otra empresa de robótica recientemente adquirida por Google.
Boston Dynamics proporcionó su robot "Atlas" a varios equipos que han tenido que crear el software y técnicas de reconocimiento de terreno por su cuenta.
El objetivo de DARPA es contribuir al desarrollo de robots que puedan actuar en rescates durante desastres naturales o provocados por el hombre, como en el caso de la crisis nuclear de la central de Fukushima Daiichi en Japón, tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
De hecho, durante esa catástrofe Japón tuvo que recurrir a robots estadounidenses para acceder a las zonas de más alta radiación de la planta por falta de este tipo de tecnología en fase operativa.
Google ha venido incrementando su inversión en robótica en una clara apuesta por el potencial y futuro de este tipo de tecnología y participa también en el equipo de Tartan Rescue de la Universidad Carnegie Mellon, que quedó en tercer lugar.
En el concurso participaron centros tan prestigiosos como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el Jet Propulsion Laboratory, la agencia espacial estadounidense NASA o el Instituto Superior de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur (KAIST).
Los robots tenían que conducir un vehículo, romper una puerta o un muro, retirar columnas de hierro con una sola orden humana sin intervención exterior en lo posible.