- Maduro designó 368 uniformados desde su asunción, en abril. Ocho de ellos son ministros en áreas vitales ligadas a la economía. Y 11 de los 23 gobernadores del país vienen de las fuerzas armadas.
La designación de militares en puestos sensibles del gobierno venezolano ha abierto un debate sobre la progresiva toma del poder por parte de los uniformados. Según afirman analistas, embajadores y expertos de ONGs consultadas, su presencia se advierte especialmente en las áreas económica y de seguridad ciudadana, las dos más cuestionadas al gobierno.
“Claramente los militares están controlando lo económico, la inteligencia y las armas. Están en el 25% de los ministerios (...) Los hombres con más poder del país tienen uniforme militar”, dijo Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano.
Las evidencias de la progresiva militarización de la política venezolana son claras: embajadores, gobernadores, directores de universidades, un canal de televisión militar, un banco de las fuerzas armadas, empresas de construcción, organismos encargados de aplicar rebajas forzadas de precios.
“El presidente (Nicolás) Maduro es un instrumento del brazo armado del Estado. Aquí se maneja la tesis del gendarme necesario, según la cual un militar es quien debe gobernar al país”, dijo Eduardo Guzmán Pérez, especialista en historia militar venezolana, al diario El Nacional.
La tendencia se ve incluso acompañada por un lenguaje bélico, inaugurado en 1998 por el extinto Hugo Chávez, que su delfín continúa: “guerra económica”, “enemigos”, “batalla”, “traidores” son términos aplicados por el mandatario y sus ministros a cada acto político, económico o social en sus frecuentes apariciones en televisión.
El diario local El Nacional calculó en 368 los uniformados que han sido designados por el mandatario en los nueve meses transcurridos desde su llegada a la presidencia en abril de 2013. Ocho de los 31 ministros son militares.
La presidente del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, Francine Jácome, dijo que, al contrario de los países de la región, en Venezuela hay cada vez más uniformados en cargos públicos. “Se está ante un líder civil (Maduro) que depende de la fuerza armada como un pilar para mantenerse en el poder ”, sostuvo.
Rocío San Miguel, una experta en materia militar, coincide con ese diagnóstico y sostiene que son los miembros de la promoción que realizó con Chávez el fallido golpe de 1992 los que “hoy realmente controlan el país”.
Los temas económicos concentran el avance de los militares. El último indicio ocurrió la semana pasada cuando el general Marco Torres fue designado en el remozado Ministerio de Finanzas, fusionado con el de Banca Pública, en reemplazo de Nelson Merentes, un prestigioso matemático que vuelve al Banco Central. También es militar el ministro de Transporte, Hebert García Plaza, quien además es responsable de aplicar las recientes rebajas forzosas de precios.
En la lista de ministros militares activos o retirados figuran los de Alimentación, de Industria, de Energía Eléctrica y –obviamente– Defensa en manos de una mujer.
Es además militar el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez, responsable de bajar la tasa de homicidios (79 por cada 100.000 habitantes, según cifras privadas), una de las más altas del planeta.
La mitad de los gobernadores del país (11 de 23), los encargados de los servicios de inteligencia y varios embajadores en destinos importantes provienen de las Fuerzas Armadas, sin olvidar al número dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
“Los militares tienen bajo su responsabilidad la ejecución de la política económica del país”, sostiene el analista en temas militares, Carlos Hernández.
Otro consultado, el ex ministro Fernando Ochoa Antich, opina que Maduro necesita afianzar el vínculo con los militares para reforzar su liderazgo frente a los uniformados y no ser visto como alguien “que llegó allí sólo porque lo escogió Chávez”, en especial a la luz de un triunfo en las elecciones presidenciales de abril de 2013 con apenas 1,5% de ventaja.
“Claramente los militares están controlando lo económico, la inteligencia y las armas. Están en el 25% de los ministerios (...) Los hombres con más poder del país tienen uniforme militar”, dijo Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano.
Las evidencias de la progresiva militarización de la política venezolana son claras: embajadores, gobernadores, directores de universidades, un canal de televisión militar, un banco de las fuerzas armadas, empresas de construcción, organismos encargados de aplicar rebajas forzadas de precios.
“El presidente (Nicolás) Maduro es un instrumento del brazo armado del Estado. Aquí se maneja la tesis del gendarme necesario, según la cual un militar es quien debe gobernar al país”, dijo Eduardo Guzmán Pérez, especialista en historia militar venezolana, al diario El Nacional.
La tendencia se ve incluso acompañada por un lenguaje bélico, inaugurado en 1998 por el extinto Hugo Chávez, que su delfín continúa: “guerra económica”, “enemigos”, “batalla”, “traidores” son términos aplicados por el mandatario y sus ministros a cada acto político, económico o social en sus frecuentes apariciones en televisión.
El diario local El Nacional calculó en 368 los uniformados que han sido designados por el mandatario en los nueve meses transcurridos desde su llegada a la presidencia en abril de 2013. Ocho de los 31 ministros son militares.
La presidente del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, Francine Jácome, dijo que, al contrario de los países de la región, en Venezuela hay cada vez más uniformados en cargos públicos. “Se está ante un líder civil (Maduro) que depende de la fuerza armada como un pilar para mantenerse en el poder ”, sostuvo.
Rocío San Miguel, una experta en materia militar, coincide con ese diagnóstico y sostiene que son los miembros de la promoción que realizó con Chávez el fallido golpe de 1992 los que “hoy realmente controlan el país”.
Los temas económicos concentran el avance de los militares. El último indicio ocurrió la semana pasada cuando el general Marco Torres fue designado en el remozado Ministerio de Finanzas, fusionado con el de Banca Pública, en reemplazo de Nelson Merentes, un prestigioso matemático que vuelve al Banco Central. También es militar el ministro de Transporte, Hebert García Plaza, quien además es responsable de aplicar las recientes rebajas forzosas de precios.
En la lista de ministros militares activos o retirados figuran los de Alimentación, de Industria, de Energía Eléctrica y –obviamente– Defensa en manos de una mujer.
Es además militar el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez, responsable de bajar la tasa de homicidios (79 por cada 100.000 habitantes, según cifras privadas), una de las más altas del planeta.
La mitad de los gobernadores del país (11 de 23), los encargados de los servicios de inteligencia y varios embajadores en destinos importantes provienen de las Fuerzas Armadas, sin olvidar al número dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
“Los militares tienen bajo su responsabilidad la ejecución de la política económica del país”, sostiene el analista en temas militares, Carlos Hernández.
Otro consultado, el ex ministro Fernando Ochoa Antich, opina que Maduro necesita afianzar el vínculo con los militares para reforzar su liderazgo frente a los uniformados y no ser visto como alguien “que llegó allí sólo porque lo escogió Chávez”, en especial a la luz de un triunfo en las elecciones presidenciales de abril de 2013 con apenas 1,5% de ventaja.
Fuente: tandildiario.com