- El intelectual pronostica en Valencia el 'lento' declive hegemónico de Estados Unidos
- 'Se hace cada vez más necesario un nuevo vínculo humano, no sólo como consumidores'
Sigue siendo la primera potencia mundial y actuando como tal. Pero Estados Unidos ha iniciado ya su declive. Así lo ha certificado este lunes el intelectual europeo de referencia Sami Naïr, a quien la Universitat de València ha investido como doctor honoris causa.
En su discurso sobre la interacción entre el poder político y económico en el actual mundo globalizado, el pensador de origen argelino ha valorado que "el declive del poder nacional norteamericano se trata de un proceso probablemente muy largo que se va a extender durante mucho tiempo". Naïr, para quien este proceso "lento" ya ha arrancado, ha augurado que "el siglo XXI se reorganizará entre dos o tres grandes actores: China, Alemania y Rusia". El poder, por tanto, "será más compartido".
Naïr ha destacado especialmente el papel de Alemania: "Si bien desde el principio de la construcción europea había paridad estratégica entre Francia y Alemania, ahora es Alemania la que dirige". Y la crisis del euro no ha hecho más que evidenciar este "ascenso hegemónico de Alemania, su centralidad en Europa", según el pensador, conocido por su defensa del 'codesarrollo' y su crítica al modelo neoliberal de la globalización.
Junto con China, Alemania es ya "una potencia de dirección mundial, dejando en segundo plano en Europa tanto a Francia como a Gran Bretaña", ha insistido Naïr. "Su potencia económica le permite ahora, cerca de 70 años después del final de la Segunda Guerra Mundial,hablar de igual a igual con los Estados Unidos", ha subrayado sobre Alemania.
Sobre Ucrania, Naïr ha señalado que "lo que está en juego no es únicamente un problema de derecho internacional, sino también cuestiones económicas clave" como la ampliación del área de influencia del mercado europeo o la dependencia energética de Alemania respecto de Rusia.
Como conclusión, Naïr ha sentenciado que "se hace cada vez más necesario un nuevo vínculo humano, pues nosotros, los seres humanos, no tenemos bastante con vivir únicamente como consumidores, una especie de corchos flotantes en la superficie del océano mercantil".
Fuente: elmundo.es
En su discurso sobre la interacción entre el poder político y económico en el actual mundo globalizado, el pensador de origen argelino ha valorado que "el declive del poder nacional norteamericano se trata de un proceso probablemente muy largo que se va a extender durante mucho tiempo". Naïr, para quien este proceso "lento" ya ha arrancado, ha augurado que "el siglo XXI se reorganizará entre dos o tres grandes actores: China, Alemania y Rusia". El poder, por tanto, "será más compartido".
Naïr ha destacado especialmente el papel de Alemania: "Si bien desde el principio de la construcción europea había paridad estratégica entre Francia y Alemania, ahora es Alemania la que dirige". Y la crisis del euro no ha hecho más que evidenciar este "ascenso hegemónico de Alemania, su centralidad en Europa", según el pensador, conocido por su defensa del 'codesarrollo' y su crítica al modelo neoliberal de la globalización.
Junto con China, Alemania es ya "una potencia de dirección mundial, dejando en segundo plano en Europa tanto a Francia como a Gran Bretaña", ha insistido Naïr. "Su potencia económica le permite ahora, cerca de 70 años después del final de la Segunda Guerra Mundial,hablar de igual a igual con los Estados Unidos", ha subrayado sobre Alemania.
Sobre Ucrania, Naïr ha señalado que "lo que está en juego no es únicamente un problema de derecho internacional, sino también cuestiones económicas clave" como la ampliación del área de influencia del mercado europeo o la dependencia energética de Alemania respecto de Rusia.
Como conclusión, Naïr ha sentenciado que "se hace cada vez más necesario un nuevo vínculo humano, pues nosotros, los seres humanos, no tenemos bastante con vivir únicamente como consumidores, una especie de corchos flotantes en la superficie del océano mercantil".
Fuente: elmundo.es