- La Casa Blanca y el secretario de Estado acusan al Kremlin de estar detrás de las protestas prorrusas y de las tomas de edificios públicos de la región de Donetsk de este fin de semana
Estados Unidos no está dispuesto a que las protestas y desórdenes promovidos por activistas prorrusos que se han sucedido a lo largo de esta semana en las principales ciudades del Este de Ucrania se conviertan en el preludio de una nueva Crimea. Las conminaciones a Moscú para rebajar la tensión en la región y retirar las tropas de la frontera con el país vecino que se han sucedido a lo largo de los últimos siete días desde la Casa Blanca y el Departamento de Estado, culminaron el pasado sábado con sendas amenazas de nuevas sanciones si el Kremlin no deponía su actitud beligerante.
Tanto el Consejo de Seguridad, primero, como el secretario de Estado, John Kerry, después -durante una llamada telefónica con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov-, señalaron directamente a Rusia como el principal catalizador de la desestabilización en la zona.
“El secretario dejó claro que si Rusia no adoptaba pasos para rebajar la tensión en el Este de Ucrania y retiraba sus tropas de la frontera con ese país, habría consecuencias adicionales”, señaló un portavoz del Departamento de Estado en relación con la conversación entre Kerry y Lavrov.
“El secretario dejó claro que si Rusia no adoptaba pasos para rebajar la tensión en el Este de Ucrania y retiraba sus tropas de la frontera con ese país, habría consecuencias adicionales”, señaló un portavoz del Departamento de Estado en relación con la conversación entre Kerry y Lavrov.
El jefe de la Diplomacia estadounidense le manifestó al ministro de Exteriores ruso que no tenía dudas de que Moscú estaba detrás de los ataques a la sede del Ministerio del Interior y a las comisarías de policía de tres de las principales ciudades de la región de Donetsk, señalando que los asaltantes “estaban equipados con armas rusas y llevaban los mismos uniformes que los de las fuerzas rusas que invadieron Crimea”.
Horas antes, desde el Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca se instaba al presidente ruso, Vladimir Putin, a que “cesara en su empeño por desestabilizar Ucrania” y se le “advertía contra una futura intervención militar”.
Horas antes, desde el Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca se instaba al presidente ruso, Vladimir Putin, a que “cesara en su empeño por desestabilizar Ucrania” y se le “advertía contra una futura intervención militar”.
A lo largo de esta semana, la presidencia, el Departamento de Estado y el propio secretario del Tesoro, Jack Lew, han amenazado a Rusia con nuevas sanciones económicas si no deponía su política respecto de Ucrania. Sin embargo, como se ha demostrado desde el comienzo de la crisis, Rusia ha desafiado todos y cada uno de los ultimátum que le ha lanzado EE UU.
El lunes, ante el riesgo de que las protestas en el Este de Ucrania fueran a más, Kerry advirtió a Lavrov, en otra llamada, de los costes de desestabilizar ese país y le instó a que rechazara públicamente las acciones de los activistas prorrusos. A lo largo de la semana, los incidentes y la tensión no han hecho sino aumentar y el propio Putin amplió su órdago,amenazando con suspender el envío de gas a Ucrania –y, por ende, al resto de Europa-, si Kiev no pagaba su deuda con Gazprom.
De momento, EE UU ha impuesto ya un paquete de sanciones a los principales responsables de la anexión de Crimea y a un banco muy ligado al Kremlin. A lo largo de esta semana, la Casa Blanca ha amenazado con nuevas medidas que podrían afectar a sectores esenciales de la industria rusa, pero no ha concretado cuáles, a la espera de poder coordinarlas con sus socios europeos, que tienen una gran dependencia del suministro energético de Moscú.
De momento, EE UU ha impuesto ya un paquete de sanciones a los principales responsables de la anexión de Crimea y a un banco muy ligado al Kremlin. A lo largo de esta semana, la Casa Blanca ha amenazado con nuevas medidas que podrían afectar a sectores esenciales de la industria rusa, pero no ha concretado cuáles, a la espera de poder coordinarlas con sus socios europeos, que tienen una gran dependencia del suministro energético de Moscú.
“Vamos a combatir a Rusia con las armas del siglo XXI”, afirmó Kerry el martes durante una audiencia en el Senado en la que tuvo que enfrentarse a varias críticas por el escaso éxito disuasorio de las medidas adoptadas contra Rusia. “El rublo se ha devaluado y ha cambiado la percepción que se tiene de ese país”, señaló el secretario de Estado para justificar el efecto de las sanciones.
Además de las sanciones, en un gesto de su apoyo al actual Gobierno interino ucranio, la Casa Blanca anunció el sábado la visita del vicepresidente Joe Biden a Kiev el próximo 22 de abril, quien se reunirá con miembros del Ejecutivo y otros líderes del país para tratar, entre otros temas, “los pasos para reforzar la seguridad energética de Ucrania a corto y largo plazo”.
El pulso entre Rusia y EE UU se ha enconado a menos de una semana para que se lleven a cabo en Ginebra las negociaciones entre Moscú, Washington, Kiev y Bruselas para tratar de avanzar en una solución al conflicto. Este domingo, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a través de un comunicado, instaba a las partes implicadas a “trabajar para calmar la situación, ceñirse al imperio de la ley y a la máxima contención” y apelaba “a un diálogo constructivo” para resolver sus diferencias. El Consejo de Seguridad de la organización se reunirá está tarde para mantener unas "consultas imformales" sobre Ucrania.
Fuente: CET/elpais
Además de las sanciones, en un gesto de su apoyo al actual Gobierno interino ucranio, la Casa Blanca anunció el sábado la visita del vicepresidente Joe Biden a Kiev el próximo 22 de abril, quien se reunirá con miembros del Ejecutivo y otros líderes del país para tratar, entre otros temas, “los pasos para reforzar la seguridad energética de Ucrania a corto y largo plazo”.
El pulso entre Rusia y EE UU se ha enconado a menos de una semana para que se lleven a cabo en Ginebra las negociaciones entre Moscú, Washington, Kiev y Bruselas para tratar de avanzar en una solución al conflicto. Este domingo, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a través de un comunicado, instaba a las partes implicadas a “trabajar para calmar la situación, ceñirse al imperio de la ley y a la máxima contención” y apelaba “a un diálogo constructivo” para resolver sus diferencias. El Consejo de Seguridad de la organización se reunirá está tarde para mantener unas "consultas imformales" sobre Ucrania.
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