- BANGUI - Al menos 22 personas perdieron la vida el lunes en enfrentamientos entre rebeldes musulmanes y milicias cristianas en la localidad de Grimari, en el centro de República Centroafricana, según ha informado este miércoles la sección de Cruz Roja en el país africano.
Los enfrentamientos los protagonizaron el grupo armado Sélèka, mayoritariamente musulmán, y las milicias antibalaka, milicia mayoritariamente cristiana y contraria a Sélèka. Además, coincidieron con una nueva ofensiva en el interior de las tropas francesas y de la Misión de Apoyo Internacional en República Centroafricana de la Unión Africana (MISCA), que intentan contener la violencia entre los dos grupos.
"Hay 22 muertos. Cuatro de ellos eran mujeres que murieron al recibir el impacto de balas perdidas", ha declarado el dirigente del centro médico de Grimari, Michel Sefionam, miembro de la Cruz Roja local.
"Cinco Sélèka y dos antibalaka han fallecido durante el combate. La mayor parte de las víctimas eran civiles", ha añadido Sefioniam sobre los enfrentamientos del lunes. Testigos del incidente han dado versiones contradictorias sobre las causas que llevaron a la confrontación en Grimari, a 300 kilómetros al norte de Bangui.
La portavoz de la oficina africana de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha declarado que las fuerzas antibalaka han aparecido para arrebatar el control de la ciudad a los Sélèka.
El capitán Ahmat Nidjad Ibrahim, importante guerrillero Sélèka en la región, ha comunicado que sus fuerzas han acabado con 95 combatientes enemigos y han perdido a un hombre desde el 11 de abril. Ibrahim ha añadido que las tropas francesas han dado su aprobación para que combatientes antibalaka asalten la ciudad.
Sefionam ha declarado que la mayor parte de la población de la ciudad ha huido a la selva o ha buscado refugio en misiones católicas, dejando las calles para los soldados franceses y milicianos Sélèka.
La violencia entre musulmanes y cristianos se sigue desarrollando en el país, a pesar del despliegue de 2.000 soldados franceses y 5.000 de la fuerza africana MISCA, además de la presión internacional que ha forzado a los rebeldes Sélèka a abandonar la capital después de que se hiciesen con su control el año pasado y se hayan dirigido al norte del país.
Los abusos que se produjeron durante la ocupación de la capital han desencadenado las represalias de milicias antibalaka. Los enfrentamientos han provocado que cerca de un millón de personas abandone sus hogares.
"Hay 22 muertos. Cuatro de ellos eran mujeres que murieron al recibir el impacto de balas perdidas", ha declarado el dirigente del centro médico de Grimari, Michel Sefionam, miembro de la Cruz Roja local.
"Cinco Sélèka y dos antibalaka han fallecido durante el combate. La mayor parte de las víctimas eran civiles", ha añadido Sefioniam sobre los enfrentamientos del lunes. Testigos del incidente han dado versiones contradictorias sobre las causas que llevaron a la confrontación en Grimari, a 300 kilómetros al norte de Bangui.
La portavoz de la oficina africana de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha declarado que las fuerzas antibalaka han aparecido para arrebatar el control de la ciudad a los Sélèka.
El capitán Ahmat Nidjad Ibrahim, importante guerrillero Sélèka en la región, ha comunicado que sus fuerzas han acabado con 95 combatientes enemigos y han perdido a un hombre desde el 11 de abril. Ibrahim ha añadido que las tropas francesas han dado su aprobación para que combatientes antibalaka asalten la ciudad.
Sefionam ha declarado que la mayor parte de la población de la ciudad ha huido a la selva o ha buscado refugio en misiones católicas, dejando las calles para los soldados franceses y milicianos Sélèka.
La violencia entre musulmanes y cristianos se sigue desarrollando en el país, a pesar del despliegue de 2.000 soldados franceses y 5.000 de la fuerza africana MISCA, además de la presión internacional que ha forzado a los rebeldes Sélèka a abandonar la capital después de que se hiciesen con su control el año pasado y se hayan dirigido al norte del país.
Los abusos que se produjeron durante la ocupación de la capital han desencadenado las represalias de milicias antibalaka. Los enfrentamientos han provocado que cerca de un millón de personas abandone sus hogares.
FRANCIA ALERTA DE UN EMPEORAMIENTO
El portavoz del Ministerio de Defensa francés ha declarado que las tropas desplegadas en el país africano habían informado sobre el empeoramiento de los enfrentamientos entre los dos bandos en Grimari, aunque no se podía confirmar ningún resultado. "Estamos intentado contener la violencia", ha concluido.
París envió tropas a su antigua colonia el pasado mes de diciembre, junto a la MISCA, para tratar de contener la espiral de violencia sin control que han desencadenado el asalto de los antibalaka a Bangui para arrebatar el poder a los Sélèka.
"Nos preguntamos qué ha venido Francia a hacer aquí y por qué no intervienen", ha declarado Sefionam.
Las tropas francesas intentaron asegurar la capital lo antes posible para poder moverse a lo largo del país, aunque París ha admitido que subestimaron los niveles de violencia que se encontrarían.
FUERZA PACIFICADORA DE LA ONU
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó la semana pasada la creación de una fuerza pacificadora compuesta por 12.000 soldados que intentará poner fin a la violencia en República Centroafricana, aunque no será desplegada hasta mediados de septiembre.
La situación se complicó cuando las tropas de Chad, que componían el grueso de la MISCA, abandonaron el país tras haber sido acusados de cometer abusos y de haberse posicionado al lado de los Sélèka.
Además, el Gobierno de transición no es capaz de evitar la división 'de facto' entre el norte, musulmán, y el sur, cristiano, y muchas personas acusan a las tropas extranjeras de no ser capaces de restablecer el orden.
Fuente: Europapress