El líder del grupo yihadista, Abu Bakr al Baghdadi, ha ordenado a todas las familias de la ciudad iraquí de Mosul que lleven a cabo la mutilación genital "para promover la actitud islámica entre los musulmanes".
El líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, ha ordenado en una fatua la mutilación genital de dos millones de niñas iraquíes residentes en la ciudad de Mosul con el objetivo de "distanciarlas del libertinaje y la inmoralidad". De lo contrario, "se enfrentarán a duros castigos", afirma el líder de la organización terrorista, informa la agencia AINA.
"Esto afectaría potencialmenbte a cuatro millones de mujeres", afirma la coordinadora humanitaria de la ONU en Irak, Jacqueline Badcock, añadiendo que "esto es algo muy nuevo en Irak, particularmente en esta área". "Provoca una gran preocupación y debe ser abordado", advierte.
"Cuando el EI llegó a Mosul, la gente les recibió con una calurosa bienvenida, pero, como consecuencia de los horribles deseos de EI, especialmente la práctica de la mutilación femenina a la fuerza, está comenzando a quedar patente para la población que el EI no sabe hacer otra cosa que torturar", afirma Asil Jamal, activista de los derechos humanos.
La práctica de la ablación femenina viola los derechos a la salud, seguridad e integridad física de las personas; el derecho a ser libre de torturas y tratos crueles inhumanos, así como el derecho a la vida, ya que en multitud de ocasiones llega a provocar la muerte.
RT
"Esto afectaría potencialmenbte a cuatro millones de mujeres", afirma la coordinadora humanitaria de la ONU en Irak, Jacqueline Badcock, añadiendo que "esto es algo muy nuevo en Irak, particularmente en esta área". "Provoca una gran preocupación y debe ser abordado", advierte.
"Cuando el EI llegó a Mosul, la gente les recibió con una calurosa bienvenida, pero, como consecuencia de los horribles deseos de EI, especialmente la práctica de la mutilación femenina a la fuerza, está comenzando a quedar patente para la población que el EI no sabe hacer otra cosa que torturar", afirma Asil Jamal, activista de los derechos humanos.
La práctica de la ablación femenina viola los derechos a la salud, seguridad e integridad física de las personas; el derecho a ser libre de torturas y tratos crueles inhumanos, así como el derecho a la vida, ya que en multitud de ocasiones llega a provocar la muerte.
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