Kirchner viajará a China el próximo sábado, informó el miércoles una fuente de la presidencia sin ofrecer más detalles.
Este visita que se extenderá hasta el 5 de febrero responde a los esfuerzos por “fortalecer la relación bilateral” luego que el presidente Xi Jinpin visitara Argentina a mediados del año pasado, explicó a principios de enero el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
La confirmación del viaje se produjo poco después de que se anunciara en Buenos Aires la firma de un acuerdo preliminar en Pekin de las petroleras Sinopec de China e YPF de Argentina.
Este acuerdo establece avanzar en el desarrollo de proyectos en el país sudamericano, entre ellos en el megayacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta, en el sur de Argentina.
China, en plena expansión de sus negocios en América Latina, lleva invertidos unos 23.000 millones de dólares en Argentina en hidrocarburos, minería, finanzas y exportación agrícola.
En 2014 un intercambio de monedas con Argentina (swap) le abrió al país sudamericano una línea de fondos por 11.000 millones de dólares para fortalecer las reservas monetarias.
Kirchner está convaleciente por una fractura de tobillo que sufrió el 26 de diciembre último y que la obligó a suspender su agenda hasta mediados de enero.
La mandataria, de 61 años, está en el ojo de un huracán político detonado por una denuncia presentada por el fiscal Nisman el 14 de enero, señalándola junto al canciller Héctor Timerman de tramar un plan para encubrir a imputados iraníes en la causa por el atentado de AMIA, con el supuesto fin de promover acuerdos comerciales con Irán.
La denuncia fue rechazada de inmediato por el Gobierno y cuatro días después el fiscal Nisman fue hallado muerto con un disparo en la cabeza en su apartamento en Buenos Aires.
Las investigaciones preliminares reforzaron la hipótesis de un suicidio, pero incluso la presidenta Kirchner puso en duda que Nisman se haya quitado la vida. El caso divide a los argentinos, convencidos de que se trató de un ‘suicidio inducido', pero unos culpan al gobierno y otros a un complot en su contra.
AFP