Lalanne, obispo de Pontoise (periferia de París), declaró el martes a una emisora católica que la pedofilia es “un mal”, pero que “no sabría decir” si es un pecado.
“La pedofilia es un mal. ¿Pertenece al ámbito del pecado? Eso yo no sabría decirlo, es distinto para cada persona. Pero es un mal y lo primero que hay que hacer es proteger a las víctimas o las eventuales víctimas”, dijo el martes en una emisión consagrada al tema “La Iglesia de Francia frente a la pedofilia”.
Sus declaraciones provocaron la reacción de víctimas de pedofilia de Lyon (este), en momentos en que el arzobispo de esa ciudad, el cardenal Philippe Barbarin, es objeto de una investigación judicial por no denunciar agresiones sexuales de un sacerdote de su diócesis.
Las palabras de Lalanne causaron sorpresa, máxime cuando es el responsable de la “célula de vigilancia” del episcopado francés sobre la pedofilia.
El obispo trató de rectificar sus declaraciones en un comunicado publicado el miércoles por la noche, pero la polémica no cesó. La ministra francesa de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, pidió el jueves al prelado que “disipara toda ambigüedad” al respecto.
Invitado nuevamente el jueves a la emisora RCF, red de radios católicas, monseñor Lalanne afirmó que “no hay ninguna banalización de la pedofilia” en sus palabras.
“Mi primera atención es ante todo para las víctimas (…), sé hasta que punto su sufrimiento es profundo y durable”, dijo el obispo. “Si he herido a tal o cual con mis palabras que no fueron comprendidas, les pido perdón”, dijo.
“De hecho, la pedofilia es, en todos los casos, un pecado objetivamente grave”, acotó, explicando que “lo que quiso decir, sin ser comprendido, es que la cuestión difícil que se plantea en cada situación, que es cada vez extremadamente dolorosa, es el grado de consciencia y por tanto de responsabilidad de quien comete actos tan atroces”.
En el diario cristiano La Croix, el sacerdote Laurent Lemoine, especialista de teología moral, explicó que “se considera que hay pecado cuando hay un acto moral responsable”, pero, agregó, las sutilezas de monseñor Lalanne “no son audibles”.
“La pedofilia es un mal. ¿Pertenece al ámbito del pecado? Eso yo no sabría decirlo, es distinto para cada persona. Pero es un mal y lo primero que hay que hacer es proteger a las víctimas o las eventuales víctimas”, dijo el martes en una emisión consagrada al tema “La Iglesia de Francia frente a la pedofilia”.
Sus declaraciones provocaron la reacción de víctimas de pedofilia de Lyon (este), en momentos en que el arzobispo de esa ciudad, el cardenal Philippe Barbarin, es objeto de una investigación judicial por no denunciar agresiones sexuales de un sacerdote de su diócesis.
Las palabras de Lalanne causaron sorpresa, máxime cuando es el responsable de la “célula de vigilancia” del episcopado francés sobre la pedofilia.
El obispo trató de rectificar sus declaraciones en un comunicado publicado el miércoles por la noche, pero la polémica no cesó. La ministra francesa de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, pidió el jueves al prelado que “disipara toda ambigüedad” al respecto.
Invitado nuevamente el jueves a la emisora RCF, red de radios católicas, monseñor Lalanne afirmó que “no hay ninguna banalización de la pedofilia” en sus palabras.
“Mi primera atención es ante todo para las víctimas (…), sé hasta que punto su sufrimiento es profundo y durable”, dijo el obispo. “Si he herido a tal o cual con mis palabras que no fueron comprendidas, les pido perdón”, dijo.
“De hecho, la pedofilia es, en todos los casos, un pecado objetivamente grave”, acotó, explicando que “lo que quiso decir, sin ser comprendido, es que la cuestión difícil que se plantea en cada situación, que es cada vez extremadamente dolorosa, es el grado de consciencia y por tanto de responsabilidad de quien comete actos tan atroces”.
En el diario cristiano La Croix, el sacerdote Laurent Lemoine, especialista de teología moral, explicó que “se considera que hay pecado cuando hay un acto moral responsable”, pero, agregó, las sutilezas de monseñor Lalanne “no son audibles”.
AFP