Los migrantes rescatados el domingo habían partido de Libia a bordo de ocho lanchas neumáticas sobrecargadas y dos barcas de pesca.
Fueron socorridos por los navíos de los servicios guardacostas y de la marina italiana, un buque británico participante en la operación europea antitráfico Sophia, un navío militar irlandés y varios buques humanitarios.
En este sentido, el “Aquarius”, fletado por las organizaciones SOS Mediterráneo y Médicos Sin Fronteras (MSF), anunciaron haber rescatado a 552 personas, incluyendo mujeres y niños muy pequeños.
Por otro lado, se espera que las más de 2.300 personas rescatadas el sábado, que viajaban en 18 embarcaciones improvisadas hacia Italia, llegasen el lunes a diferentes puertos de Sicilia.
Según las estadísticas del ministerio del Interior italiano facilitadas el viernes, 124.500 personas han llegado a las costas italianas en lo que va de año, casi todas procedentes de África subsahariana. Una cantidad casi similar a la del mismo periodo de 2015 (122.000).
Sin embargo, Italia tiene que lidiar este año con el cierre de las fronteras en el norte, lo que ha bloqueado el flujo de migrantes por la península, un desafío para las estructuras de acogida. A finales de 2014, Italia hospedaba a 66.000 personas, a fines de 2015 a 103.000 y, en la actualidad, a 155.000.