Alepo, Siria. AFP Rusia desplegó sistemas de defensa antiaérea S-300 en Tartús, ciudad costera del noroeste de Siria, donde ya posee instalaciones portuarias militares, en medio de una escalada de la crispación entre Moscú y Washington sobre este conflicto armado.
Este anuncio tiene lugar al día siguiente de la decisión de Washington de suspender sus conversaciones con Moscú sobre un alto el fuego en Siria, una medida anunciada después de la destrucción total el lunes del mayor hospital en la zona rebelde de la ciudad de Alepo por un bombardeo.
“Efectivamente, sistemas de defensa antiaérea S-300 fueron desplegados en la República Árabe de Siria”, declaró en un comunicado el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov.
Estos sistemas completan el dispositivo de defensa desplegado en la base aérea de Hmeimim, en la provincia de Latakia, en noviembre de 2015 con los S-400 de última generación.
Rusia garantiza con estos dos sistemas una defensa aérea de sus dos enclaves en Siria, el puerto de Tartús y la base aérea de Hmeimim, donde la aviación rusa dispone de decenas de bombarderos, otros aviones de ataque y helicópteros.
Mark Toner, vocero del Departamento de Estado, indicó que las autoridades estadounidenses están examinando las “opciones diplomáticas, militares, de inteligencia y económicas” para enfrentar la crisis en Siria, subrayando no obstante la necesidad de una “solución política” al conflicto.
El portavoz indicó que el secretario de Estado, John Kerry, seguía trabajando para definir una solución política junto a los aliados de Estados Unidos.
“El hecho que hayamos suspendido temporalmente nuestra cooperación bilateral con Rusia en relación a Siria no significa que hayamos cerrado todas las puertas a una acción multilateral”, destacó Toner.
Intensos combates callejeros en Alepo
Al tiempo que seguían los crispados intercambios entre ambas superpotencias, las tropas gubernamentales seguían avanzando calle por calle hacia Alepo este, la parte de la gran ciudad del norte de Siria controlada por los rebeldes y sometida a intensos bombardeos del gobierno y de su aliado ruso.
“Las fuerzas del régimen avanzan poco a poco en el centro y progresan más al norte hacia Bustan al Basha, tras intensos combates callejeros esta mañana”, dijo Rami Abdel Rahman.
“Se están centrando en los edificios altos, que alguna vez fueron edificios de la administración del gobierno, ya que desde ahí pueden vigilar calles y barrios enteros”, continuó Abdel Rahman, quien es director de la eoengé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido.
El ejército sirio busca ocupar los barrios cercanos a la línea divisoria con Alepo oeste, controlada por el régimen, y los del norte para arrinconar a las fuerzas rebeldes en el sureste de la ciudad.
La pérdida de Alepo representaría un revés crucial para la oposición, que también sufre bombardeos y ataques del ejército en la provincia de Idleb y cerca de Damasco.
Esta gran ofensiva aérea y terrestre en el sur de Alepo fue lanzadas el 22 de septiembre pasado con bombardeos masivos, que provocaron indignación en los países occidentales aliados de los rebeldes.
Estados Unidos invocó esa ofensiva para suspender las conversaciones con Rusia sobre un eventual nuevo alto el fuego.
“La paciencia de todo el mundo con Rusia se ha agotado”, dijo Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, tras el anuncio, el lunes, de la suspensión de las conversaciones.
Limitar veto en Consejo de seguridad
Cada día, los altos responsables de la ONU se alarman por la suerte de los 250.000 habitantes de Alepo este, entre ellos 100.000 niños.
El martes, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra’ad Al Husein, dijo que había que limitar el derecho de veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en caso de riesgo de crímenes de guerra.
“El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debería, sin demora, adoptar criterios para impedir que sus miembros utilicen el derecho de veto cuando existen preocupaciones graves con relación a posibles crímenes de guerra, de lesa humanidad o genocidio”, declaró Al Husein.
Los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho de veto son Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China.
Frente a los crímenes cometidos en Siria, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas y la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria pidieron en varias ocasiones remitir el asunto a la CPI.
Pero esta posibilidad parece poco verosímil debido a que el Consejo de Seguridad está dividido con respecto a Siria, y Rusia sigue protegiendo a su aliado sirio.
Por su lado, el jefe de la Liga Árabe llamó a un “alto el fuego urgente” en Alepo para permitir la entrega de ayuda humanitaria. Es “una carnicería”, dijo Ahmed Abul Gheit, secretario general panárabe al abrir una reunión extraordinaria.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la zona rebelde sólo quedan seis hospitales que funcionan parcialmente y de los cuales solamente uno puede tratar a los heridos graves.
Menos de una treintena de médicos enfrenta la grave situación trabajando las 24 horas del día, indicó la portavoz de la OMS Fadela Chaib.