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Venezuela inicia salida de la OEA en pleno recrudecimiento de la crisis

Caracas, Venezuela AFP. El gobierno de Venezuela comenzará este jueves su proceso de retiro de la Organización de Estados Americanos (OEA), enfrentado a una creciente presión internacional y una ola de protestas que dejan una treintena de muertes.

Actvista de la oposición durante una manifestación. Foto: FEDERICO PARRA/ AFP.

En un hecho sin precedentes en la OEA, Venezuela se aparta voluntariamente -Cuba fue expulsada en 1962-, alegando que un grupo de países encabezados por Estados Unidos hace "intervencionismo e injerencismo" a través de ese organismo para derrocar al presidente Nicolás Maduro.

La canciller Delcy Rodríguez anunció esa decisión poco después de que la OEA, con el voto de 19 países, convocara a una reunión de cancilleres -en fecha aún no precisada-, para evaluar la grave crisis del país.

"Retirarse de la OEA aislaría mucho más a Venezuela y dejaría en entredicho que sigue siendo una democracia. Sin duda es una medida desesperada que indica que el gobierno busca retirarse antes que le apliquen" sanciones, dijo a la AFP Diego Moya-Ocampos, analista del centro IHS Markit Country Risk de Londres.

El proceso de retiro, que tarda 24 meses, comenzará cuando Venezuela presente una carta de denuncia contra la OEA al secretario general, Luis Almagro, quien a su vez ha insistido en la aplicación de la Carta Democrática -para casos de ruptura del orden constitucional-, al acusar al gobierno de Maduro de convertirse en una "dictadura".

“Un paso gigante”

"He dado un paso gigante para romper con el intervencionismo imperial", dijo el mandatario al referirse en Twitter a su decisión sobre la OEA.

La OEA subió el tono al adoptar a inicios de abril una resolución según la cual en Venezuela se violó el orden constitucional cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó funciones de la Asamblea Nacional, único de los poderes públicos controlados por la oposición.

Desde que estallaron las protestas el 1 de abril, tras ese fallo del TSJ, Almagro se ha hecho eco de los reclamos de la oposición: elecciones, liberación de un centenar de "presos políticos", respeto a la autonomía parlamentaria y cese de la "represión" de las manifestaciones.

Un día después de la resolución de la OEA, la Eurocámara condenó la "represión brutal" en Venezuela y urgió a Bruselas a estudiar "otras medidas" para "restablecer la plena democracia" en el país latinoamericano.

En su programa nocturno del miércoles, Diosdado Cabello, uno de los dirigentes más poderosos del chavismo, calificó a Almagro como un "grandísimo arrastrado".

Caracas, por su parte, pidió a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) una reunión para el 2 de mayo, en busca, según Maduro, de "solidaridad para derrotar el plan intervencionista contra Venezuela".
El gobernante socialista encabezará este jueves una concentración de mujeres que ya se movilizaban en el centro de la capital.



Para el presidente del Parlamento, Julio Borges, salir de la OEA "es una constatación de que el gobierno de Maduro está "derrotado".

OEA convoca a los cancilleres por la crisis en Venezuela

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó ayer miércoles en Washington una cita de ministros de Relaciones Exteriores para evaluar la situación en Venezuela, un paso que Caracas ha advertido forzará su retiro de la institución continental.

Otra dura represión ayer, en Caracas. Los jóvenes llevan un mes protestando en las calles. Piden la salida del presidente Maduro.

Luego de casi un año de deliberaciones y cuatro sesiones en el último mes sobre el caso Venezuela, una mayoría de 19 países aprobó elevar el debate al nivel de ministros de Relaciones Exteriores.

Argentina, Barbados, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, EEUU, Honduras, Guyana, Jamaica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay votaron a favor.

Diez países, incluyendo a Venezuela, Ecuador Bolivia y Nicaragua votaron en contra, cuatro se abstuvieron y otro, Grenada, estuvo ausente.

La canciller argentina, Susana Malcorra, resumió los argumentos a favor de la cita de cancilleres, señalando que es "nuestra responsabilidad colectiva de garantizar el funcionamiento de las instituciones". "Esto no es intromisión en los asuntos internos de Venezuela", apuntó.

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, había advertido el martes de que si la OEA convocaba la cita de cancilleres, ese país iniciaría los trámites para retirarse de la organización continental.

En Caracas los agentes antimotines dispersaron ayer la marcha opositora realizada en la capital. Agentes antimotines impidieron con bombas lacrimógenas avanzar hacia el centro de Caracas a miles de opositores que marchaban para exigir elecciones generales en Venezuela.

Las autoridades informaron que dos jóvenes murieron en las ciudades de Caracas y Valencia tras ser heridos durante manifestaciones, elevando a 28 la cifra de los fallecidos en la ola de protestas de la oposición venezolana.

Batalla campal en las calles


En la estratégica autopista Francisco Fajardo, en el este de Caracas, ayer, con el rostro cubierto con pañuelos y capuchas, incluso con máscaras antigás, un grupo de jóvenes respondió a las fuerzas de seguridad con piedras y otros objetos.

La militarizada Guardia Nacional, que acudió en refuerzo de la policía, tiraba también perdigones y, desde camiones antimotines, chorros de agua y una lluvia de gases. Las protestas estallaron hace un mes luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se adjudicara a fines de marzo las funciones del Parlamento, aunque luego dio marcha atrás.

Amnistía Internacional pidió al gobierno "detener" la "persecución" y "detenciones arbitrarias" contra opositores. Más de un 70% de venezolanos reprueba la gestión de Maduro, cansados de la escasez de alimentos y medicinas, y la alta inflación.

Trump: 100 días a pura adrenalina, polarización y controversia

Un balance marcado por la polarización política, la persecución a los inmigrantes sin papeles, denuncias que no llegan a la Justicia y duras derrotas en el Capitolio.



Desde el primer día de su Presidencia, el 20 de enero, cuando aseguró que la suya había sido la asunción más popular de la historia de Estados Unidos, Trump acostumbró a sus conciudadanos y al mundo entero a no tomar muy en serio sus palabras o las de su vocero, Sean Spicer. Como lo explicó la asesora presidencial Kellyanne Conway, al comienzo del mandato, Trump y su vocero no mienten cuando ofrecen datos o defienden cosas que luego no pueden ser comprobadas, sino que sostienen "hechos alternativos".

Amparado en este eufemismo, Trump y su gobierno acusaron a su antecesor, Barack Obama, de haber pinchado sus teléfonos antes y después de las elecciones presidenciales del año pasado, de haber ordenado a Reino Unido que lo espíe e, inclusive, inventaron atentados que no sucedieron, dentro y fuera del país.

También afirmaron que la tasa de homicidios en Estados Unidos nunca había sido tan alta y que el nuevo sistema de salud aprobado por Obama está a punto de estallar, ambas declaraciones desmentidas por expertos y medios con cifras e información oficial.

Pero detrás de este acribillamiento tuitero cotidiano de denuncias, declaraciones y advertencias espectaculares, políticamente incorrectas o falsas, se esconden unos primeros 100 días de un gobierno anti inmigratorio, machista, neoliberal y belicista. Apenas unos días después de que más de 1 millón de mujeres marcharan en las principales ciudades de Estados Unidos para repudiar su asunción, Trump firmó un decreto, rodeado sólo por hombres, para desfinanciar cualquier organización internacional que asesore o apoye la realización de abortos.

Pese a que sus aliados republicanos criticaron a Obama por emitir algunos decretos sobre temas sensibles en sus últimos años, Trump lanzó de inmediato una catarata de decretos que confirmó la identidad conservadora de su gobierno. Autorizó la construcción de oleductos que habían sido parados por el gobierno anterior por los reclamos de los principales grupos ambientalistas del país, aprobó levantar un muro a lo largo de toda la frontera sur con México, cortó los fondos federales a las ciudades que actúen como santuarios y no entreguen información sobre inmigrantes sin papeles, y deshizo la política ambiental de Obama de un sólo plumazo.

Nominó para la cartera de Educación a una férrea defensora de la educación religiosa y privada, en la agencia de Medio Ambiente a una persona que no cree en el cambio climático, como su secretario de Justicia a alguien acusado de simpatizar con grupos supremacistas blancos, al frente de la diplomacia del país a un ex CEO petrolero sin experiencia en la función pública y como nuevo juez supremo a un ultraconservador y anti sindical. La minoría demócrata dio pelea en el Congreso contra estas designaciones, pero finalmente se impuso la mayoría republicana.

Sin embargo, se vivieron semanas de mucha tensión, especialmente cuando las audiencias de confirmación de los miembros de gabinete coincidieron con las masivas protestas contra un primer veto migratorio, con el que Trump intentó, sin éxito, prohibir la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

Esta medida del 27 de enero, una de las más resistidas de sus primeros 100 días, fue rápidamente bloqueada por la Justicia. Trump prometió dar batalla y llevar el caso hasta la Corte Suprema, pero, ante una derrota casi segura, prefirió rescribir el decreto, quitar a Irak -un aliado que también se irritó por el veto inicial- y presentarlo de manera más diplomática. No obstante, los gobiernos estatales volvieron a reaccionar rápido y la Justicia suspendió otra vez la medida.

La otra gran derrota política que sufrió Trump en esta primera etapa fue en el Congreso. El presidente republicano y los líderes de las mayorías oficialistas de las dos cámaras presentaron a principio de marzo dos proyectos de ley para reemplazar la reforma de salud aprobada por Obama en 2010 para avanzar por primera vez hacia una cobertura universal.


La eliminación del llamado Obamacare había sido una de las principales promesas de campaña de Trump y del oficialismo republicano en general. Por eso, intentaron apurar su aprobación. Esperaban la resistencia de los demócratas, pero no contaron con una minoría propia que consideró que el proyecto era demasiado moderado.

Sin los números, Trump tuvo que retirar el proyecto de reforma y lanzó una nueva cruzada tuitera, esta vez contra los congresistas republicanos que habían hecho fracasar su plan de salud. Prometió boicotear sus futuras campañas electorales y llamó a sus votantes a castigarlos en los comicios de medio mandato en 2018.

Uno de los objetivos de su reforma de salud era bajar los costos para el Estado federal. Según el proyecto de presupuesto que la Casa Blanca presentó y que debe ser negociado ahora en el Congreso, Trump quiere reforzar las Fuerzas Armadas, al mismo tiempo que ajusta las políticas sociales, salud, iniciativas ambientales y la participación del país en los organismos internacionales, principalmente la ONU. 

El magnate republicano asumió la Presidencia de Estados Unidos en medio de un clima de tensión, denuncias y dudas, y a lo largo de sus primeros 100 días en el gobierno no hizo más que profundizar en amplios sectores de la sociedad esa sensación de ilegitimidad, falta de credibilidad e irreversible polarización.

Fuente: El intransiogente

Conmoción en Sudafrica: granjeros blancos mataron un niño negro

Varios comercios fueron saqueados y tres casas, un tractor y unos camiones incendiados por ciudadanos enfurecidos.






SUDÁFRICA - Un grupo de granjeros blancos mataron a un niño negro de 12 años, es por eso que varios comercios fueron saqueados y tres casas, un tractor y unos camiones incendiados por ciudadanos en la provincia sudafricana del Noroeste, en una protesta del aberrante hecho con tintes racistas.

"La comunidad de Coligny vivió en un estado de agitación desde la muerte del niño en lo que la gente cree que es un incidente racista", declaró en un comunicado el presidente de la provincia del Noroeste, Supra Mahumapelo. Dos personas de 26 y 33 años fueron detenidas y acusadas de asesinato por su supuesta implicación en la muerte del nene.

Según vecinos contactados por medios locales, el nene fue agredido por los granjeros después de que le encontraran el pasado viernes en su plantación de maíz. El niño cayó de la camioneta en la que lo habían subido los dos hombres y murió días después en un hospital de la zona, conforme a las primeras indagaciones.

La Policía se está haciendo eco de la información de las detenciones para calmar los ánimos de quienes han exigido en las calles el arresto de los responsables. Los dos detenidos comparecerán el viernes ante el juez en el Tribunal de la Magistratura de Coligny.

Las zonas rurales de actividad granjera son uno de los principales focos de tensión racial en Sudáfrica, donde buena parte de la población negra acusa a los propietarios de tierra de explotar y maltratar a los trabajadores negros.

Siria: intentan salvar la universidad de Mosul

El extenso campus universitario quedó en gran parte destruido por los combates


MOSUL (NA) ─ Apoyado en su muleta, Nizar escarba entre los escombros del edificio principal de la universidad de Mosul en busca de documentos administrativos que pueda salvar, en un campus destruido por la guerra.

Forma parte de un grupo de cuatro voluntarios, ex empleados de la universidad, que tratan pacientemente de ponerla de nuevo en marcha, tres meses después de que las fuerzas iraquíes retomaran el este de la segunda ciudad del país. El extenso campus de la universidad quedó en gran parte destruido por los combates, pues servía de cuartel general para los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), quienes siguen resistiendo en la parte oeste de Mosul.

"Ya no queda nada dentro", explica Nizar, tras entrar en una deteriorada habitación donde se imprimían los carnés de estudiantes en otro tiempo. Sala por sala, piso por piso, este joven de 20 años -herido en la pierna por el estallido de un obús- y sus tres amigos rebuscan en el más mínimo rincón para tratar de encontrar documentos que puedan facilitar la reanudación de la actividad del campus.

"Hemos venido aquí tras la liberación para evaluar los daños", explica Hamdun, uno de los jóvenes voluntarios. "Doce edificios fueron totalmente destruidos, los otros resultaron dañados, la mayor parte por el fuego", afirma. "En algunos se habían colocado bombas pero ahora ya son seguros". En el exterior, las sillas rotas se apilan frente a los edificios que quedan en pie, que llevan la mención "seguro" o "peligroso" con pintura roja.

"Estos inmuebles tienen una historia y nosotros también tenemos una historia en cada uno de ellos", cuenta Hamdun. "El descubrimiento de las destrucciones nos partió el corazón pero creo que la universidad volverá a ser una de las principales de Irak". Fundada en los años 1960, la universidad de Mosul estaba considerada como una de las mejores de la región y la segunda del país, por detrás de la de Bagdad. "Es un órgano vital de Mosul y hoy necesita apoyo", agrega Hamdun.

Útil

La tarea es inmensa pero la ayuda sigue siendo escasa pues el campus, que se extiende a lo largo del Tigris, está cerca de zonas todavía azotadas por los combates. Los yihadistas, posicionados al otro lado del río, disparan obuses de mortero con regularidad contra la parte oriental o perpetran ataques con drones armados.

Sin ningún apoyo por parte del gobierno central ni de la comunidad internacional, principalmente para pagar sueldos, los resultados serán limitados, admite Nizar. "Pero es nuestra ciudad, es nuestra universidad, fue buena con nosotros", dice. "Respondimos al llamado de la dirección, que buscaba voluntarios, con el objetivo de hacer algo útil".

Cientos de miles de personas han huido de Mosul desde que en octubre comenzaran las operaciones militares para expulsar al grupo EI, además de las que ya habían escapado de la ciudad desde junio de 2014, cuando se instalaron los yihadistas. Si bien decenas de miles de habitantes han regresado a Mosul, el alcance de las destrucciones y la falta de servicios públicos hacen que la vuelta a la normalidad sea muy lenta.

Las organizaciones internacionales son reacias a poner en marcha verdaderos programas de reconstrucción mientras los combates al otro lado del río no hayan terminado. Y la cuestión de saber quién gobernará la ciudad cuando ésta se haya recuperado enteramente todavía no se ha decidido. Mientras tanto, varios equipos como el de Nizar y sus amigos rastrean entre los escombros de lo que fue su universidad.

Limpian, examinan y clasifican en cajas cada uno de los documentos que encuentran, y los guardan en un lugar seguro. "Su trabajo es muy valioso", indica un responsable universitario, tras pedir el anonimato. "Los documentos que han encontrado son como tesoros para nosotros ya que, desgraciadamente, el EI quemó gran parte de nuestros archivos".

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