Greta Thunberg nació el 3 de enero de 2003 en la ciudad de Estocolmo, Suecia. Es hija de Malena Ernman, una cantante de ópera, y Svante Thunberg, actor y productor artístico.
Su nombre saltó a la luz en el año 2018 luego de que decidiera organizar una serie de manifestaciones pacíficas para exigir al gobierno sueco que redujera las emisiones de carbono en base a lo establecido en el Acuerdo de París.
Como forma de hacer visible su demanda, decidió faltar a clases todos los viernes y sentarse en las afueras del parlamento de Suecia -conocido como Riksdag- junto con un cartel que decía “Skolstrejk för klimatet” (traducido como “huelga escolar por el clima”). Esta medida inspiraría a jóvenes estudiantes de todo el mundo a impulsar un movimiento bajo el hashtag #FridaysForTheFuture.
A partir de allí, Thunberg empezaría una impensada carrera como activista medioambiental que la llevaría reunirse con importantes referentes mundiales como como el expresidente de Estado Unidos, Barack Obama, el papa Francisco, la exdirectiva del FMI, Christine Lagarde, la científica Jane Goodall o el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.
La joven sueca padece de Síndrome de Asperger y trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Pese a ello, se caracteriza por brindar discursos enérgicos que casi siempre van relacionados al calentamiento global y las medidas que deberían ser tomadas por los líderes del mundo para frenar la contaminación.
Con tan solo 16 años, ya es considerada como un ícono global en la lucha contra el cambio climático. Tal es así que tuvo la oportunidad de participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2018, en el Foro Económico Mundial (enero de 2019), el Comité Económico y Social Europeo y recientemente en la Asamblea Nacional de Francia.
En mayo de 2019, Thunberg apareció en la portada de la prestigiosa revista Time que la nombró “líder de la próxima generación”, destacando su lucha a favor del medio ambiente y los incansables esfuerzos que viene haciendo para tratar de afrontar la dura realidad que afecta al clima.
Su más reciente y destacada aparición fue el pasado 23 de septiembre durante la apertura de la Cumbre de Acción del Clima de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York. En la ocasión, brindó un desafiante discurso que conmovió a varios de los presentes e hizo “parar las orejas” a algunos de los líderes mundiales que participaron del evento.
“Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías, y sin embargo, soy de los afortunados. La gente está sufriendo, la gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva, y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”, reza parte del mensaje brindado por Greta Thunberg en la cumbre del clima de la ONU.
Durante el resto de su discurso, la joven sueca se encargó de enfatizar la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar el cambio climático y dejar de lado los discursos, poniendo énfasis en la responsabilidad que tienen los líderes mundiales en esta situación al ser los encargados de tomar las decisiones en sus respectivos países.
Una particular situación se vivió en el marco de este evento cuando Thunberg se cruzó en el pasillo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Las imágenes muestran la cara de enfado de la misma al ver al mandatario norteamericano, quien es uno de los principales detractores del movimiento contra el cambio climático.
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