Los restos reconstituidos por médicos especialistas forenses fueron trasladados a cajón cerrado hasta la residencia del político, líder del partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace), en Zárate Isla, en las afueras de la capital.Centenares de seguidores que prorrumpían en llantos y lamentos acompañaron al féretro en una kilométrica caravana desde las inmediaciones del radio céntrico de Asunción, hasta altas horas de la noche.
A la medianoche, los restos debían ser conducidos en caravana hasta la sede partidaria en San Lorenzo, a unos 10 kilómetros de distancia de la residencia, para la contemplación de centenares de simpatizantes que se agolpaban en el lugar, informó Ariel Oviedo, hijo del político fallecido.Oviedo murió junto al piloto del helicóptero y un custodio alrededor de las 21:00 horas del sábado, a unos 80 kilómetros de Concepción, cuando enfilaba hacia Asunción, ubicada 500 kilómetros al Norte.
La aeronave, un Robinson-44, cayó en el predio de la estancia Las Mochas, en el Departamento de Presidente Hayes, unos 200 kilómetros al Norte, en línea recta a la capital paraguaya. “Los cuerpos estaban en estado de destrucción masiva”, resumió el médico forense Pablo Lemir en rueda de prensa, al concluir el intenso trabajo de recuperación, identificación y reconstitución de los restos.
Varios de los restos fueron encontrados hasta a un metro de profundidad, sepultados bajo el motor del helicóptero, motivo que atrasó dos días la identificación.
Faltando poco más de dos meses para que Paraguay celebre comicios generales precedidos por la remoción en 2012 de Fernando Lugo, pierde la vida en una catástrofe aérea el candidato presidencial Lino Oviedo, líder de la tercera fuerza política del país. ¿Quiénes se benefician con la muerte del general retirado?
En 2008, tras 61 años de hegemonía, el Partido Colorado perdió el poder ante la Alianza Patriótica para el Cambio. Lugo fue el catalizador que unió a la oposición alrededor de un candidato presidencial común, pero en la derrota de los colorados resultó decisivo la institucionalización de la división del partido por la fundación de UNACE en 2002, liderada por Lino Oviedo, y sobre todo porque en 2008 esa organización atrajo los votos de los colorados descontentos con el curso interno del partido, alcanzando 22 por ciento.
Rumbo a 2013 Oviedo carecía del respaldo electoral conseguido cuatro años antes, siendo reticente a aliarse con fuerzas mejor ubicadas. Pero su desaparición física puede facilitar lo que antes impedía su líder, una alianza estrecha con uno de los polos en contienda. El oviedismo sin Oviedo quizás ya no es una opción para los colorados descontentos, pero sí representaría un potencial fortalecimiento para el oficialismo que va segundo en las encuestas. Ellos podrían ser beneficiarios, aunque difícilmente les alcance.
Pero, ¿es factible un beneficiario aún mayor? Lino Oviedo se convirtió en un político visible por su participación en el golpe contra el dictador Stroessner. A partir de allí su hoja de servicios a la democracia guaraní se oscureció con hechos controvertidos. Gestionó por medios fraudulentos la victoria electoral de Juan Carlos Wasmosy en la interna colorada y luego en los comicios presidenciales de 1993. Dos años más tarde comandó una intentona contra el Poder Ejecutivo siendo procesado y condenado en 1998. Liberado de manera inconstitucional por el presidente Raúl Cubas es señalado como autor intelectual del asesinato al vicepresidente Luis María Argaña, opuesto a la conmutación de la condena, y además, como instigador de la masacre que obligó finalmente al ejecutivo a renunciar. Logró eludir siempre los cargos en su contra. Era el espécimen de político, que producen ciertas democracias débiles, que sin llegar a disponer directamente del poder, manejaba prácticamente a su antojo a las instituciones. ¿Entonces, quién se beneficia realmente con su inesperada desaparición física?
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