Un total de 51.467 casos de la enfermedad, que puede ser mortal en su modalidad hemorrágica y cuenta entre sus síntomas fiebres altas y dolor de cabeza, han sido detectados por las autoridades en lo que va de año, según los últimos datos oficiales.
Del total de casos, 1.460 han sido detectados en las últimas 24 horas y 33.015 en lo que va de agosto, de acuerdo con la información del departamento gubernamental de Control de Enfermedades Transmisibles bangladesí.
Algo más de 7.800 pacientes afectados por el dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, permanecen hospitalizados en diferentes centros médicos del país.
Las autoridades han confirmado que hasta ahora han muerto 40 personas por la enfermedad, 39 de ellas en la capital del país, Dacca.
Un portavoz del Centro de Operaciones de Emergencia, Abdur Rashid, confirmó a Efe que se trata de lejos del mayor número de casos de dengue detectados en un solo año, con los 10.148 registrados en 2018 como previo máximo histórico.
Los casos de dengue suelen alcanzar su pico en septiembre pero las autoridades esperan que el seguimiento de medidas de control reduzca progresivamente las nuevas infecciones.
«La situación es ahora estable, no se ha detenido pero no está empeorando. Si las medidas de control continúan, y así debe ser porque no hay otra opción, puede durar hasta septiembre», dijo a Efe la directora del Instituto de Epidemiología, Control de Enfermedades e Investigación, Meerjady Sabrina Flora.
Según la fuente, el cambio climático ha provocado un cambio en los patrones de lluvias que ha favorecido el crecimiento del mosquito Aedes.
«Es parte de un problema global», explicó, que comparten otros países del sur de Asia.
Flora señaló que este año Bangladesh ha vivido menos episodios de lluvia muy fuerte, que normalmente contribuye a arrastrar las larvas del mosquito.
Otras fuentes consultadas por Efe, sin embargo, apuntaron a que el elevado número de casos de dengue se debe en buena parte a la acción del ser humano.
«El cambio en el patrón de las lluvias es obviamente una razón. Pero yo diría que es sobre todo un desastre creado por el ser humano», dijo el director del Departamento de Entomología de la Universidad de Agricultura Sher-e-Bangla, Mizanur Rahman.
Según la fuente, la falta de concienciación entre la población y el gran número de residuos plásticos que bloquean las alcantarillas son uno de los problemas.
«El uso repetido del mismo insecticida también ha dado lugar a una resistencia entre los mosquitos, que ha contribuido al brote», sentenció Rahman. EFE
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