El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, ha aceptado este lunes la propuesta de celebrar una mesa redonda nacional entre Gobierno y oposición para solucionar la crisis causada por las multitudinarias protestas que estallaron el pasado 21 de noviembre.
Mientras tanto, la policía ha rodeado con un amplio despliegue de efectivos el epicentro de la protesta. Las autoridades también han cerrado tres estaciones de metro en los alrededores.
"En su opinión, esa mesa redonda puede ser una plataforma para el entendimiento", informó la Presidencia ucraniana en un comunicado en su página web.
La propuesta se la presentó el primer jefe de Estado de la Ucrania independiente, Leonid Krachuk, de quien también partió la iniciativa de celebrar una reunión entre los cuatro presidentes para abordar la situación en el país y que tendrá lugar mañana, martes.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, estará en Kiev el martes y el miércoles para reunirse con el Gobierno, la oposición y la sociedad civil y promover así un diálogo para que se resuelva la actual crisis política en Ucrania.
La portavoz comunitaria de Exteriores Maja Kocijancic confirmó la estancia de dos días en la capital ucraniana de la alta representante de la Política Exterior y de Defensa Común de la Unión Europea (UE), según indicó durante la rueda de prensa diaria de la institución comunitaria.
La oposición ucraniana se prepara hoy para defenderse ante un posible asalto policial y ha llamado a sus activistas a acudir a la Plaza de la Independencia ante el creciente despliegue de efectivos antidisturbios.
"Ahora, vamos a reforzar la defensa de nuestra Maidán" (plaza en ucraniano), aseguró Arseni Yatseniuk, líder parlamentario del principal partido opositor, Batkivschina (Patria).
Yatseniuk dijo en la página web de su partido que "todas las estaciones céntricas del metro han sido bloqueadas y efectivos del destacamento especial Berkut avanzan y están rodeando la plaza".
Presión de la UE
El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, pidió el domingo al presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, que reciba a Ashton en la conversación telefónica que mantuvieron ambos líderes, explicó por su parte la portavoz comunitaria Pia Ahrenkilde.
Ashton se reunirá en Kiev "con todos los actores de ambas partes: el Gobierno, la oposición y la sociedad civil" para "apoyar una salida de la crisis política en Ucrania", indicó Kocijancic, quien negó que se trate de un papel de mediación formal.
"Hemos abogado enérgicamente por que haya un diálogo político en Ucrania que ponga fin a la crisis", recalcó, al tiempo que afirmó que Ashton trasladará este mensaje de la UE a las partes.
La UE también insiste en la necesidad de que se investiguen los episodios de violencia registrados contra "manifestantes pacíficos" y "todo lo demás que pasó después", señaló su portavoz.
Preguntada si la UE quiere que los manifestantes abandonen sus protestas, Ahrenkilde afirmó que el papel de la Comisión Europea (CE) no es pronunciarse sobre acciones específicas en Ucrania por parte de los ciudadanos, sino "apoyar las libertades de los ucranianos para expresar sus aspiraciones europeas".
Más de 100.000 personas, según la policía ucraniana, y hasta un millón, según la oposición, desbordaron el domingo las calles del centro de Kiev para exigir la dimisión inmediata de Ejecutivo de Nikolái Azárov y la convocatoria de elecciones anticipadas, tanto parlamentarias como presidenciales.
La oposición amplió a la mayoría de los edificios oficiales del llamado 'barrio gubernamental' de Kiev el campamento de la protesta instalado hasta ahora y desde hace una semana en la Plaza de la Independencia, en la que miles de opositores pernoctan rodeados de barricadas en tiendas de campaña.
Miles de personas levantaron nuevos campamentos y barricadas en los accesos a las principales sedes gubernamentales de la capital.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU) anunció la apertura de una causa penal por "acciones dirigidas a la toma del poder del Estado", un delito que, según la Constitución ucraniana, va contra la seguridad nacional y puede ser castigado con penas de hasta diez años de cárcel.
La oposición ucraniana calificó de "provocación" la apertura de la investigación penal por parte de los servicios secretos, mientras que el líder del partido opositor Batkivshina, Arseni Yatseniuk, dijo que el gobierno del presidente Víctor Yanukóvich se prepara para declarar el estado de excepción.
Los líderes de la oposición europeísta, que no perdonan a Yanukóvich su renuncia a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, también le exigieron la liberación de los detenidos en el violento desalojo de la plaza del pasado fin de semana y el castigo a los responsables de aquella acción represiva.
EFE