- Durante una operación de las fuerzas del orden, las personas se habían negado a retirarse totalmente.
Miles de manifestantes prodemocracia volvieron a ocupar este viernes las calles del barrio de Mong Kok de Hong Kong, tras más de cuatro horas de enfrentamientos con la policía después de que un operativo policial hubiera despejado la zona a primera hora de la mañana.
La confrontación policial estalló cuando varios manifestantes fueron amonestados por la policía cuando trataban de quitar una valla que habían instalado las fuerzas de seguridad. A continuación, cientos de manifestantes iniciaron un pulso con la policía para tratar de retomar las calles y ampliar su área de ocupación, que había quedado limitada a un tramo de calle, después de que una operación policial retirara todas las barricadas y restableciera el tráfico en Mong Kok.
La policía trató de dispersar a los ciudadanos empleando gas pimienta en numerosas ocasiones, mientras se produjeron varias detenciones. Escenas de caos y violencia se repitieron por las horas en la intersección de la calle Nathan -una vía que atraviesa el distrito de Kowloon- y Argyle, donde se encontraba el bastión del asentamiento de Mong Kok, que se convertía en el centro de batalla.
Pasada la media noche, la policía optó por retirarse de una de las zonas, en la que los manifestantes rápidamente comenzaron a construir barricadas. Mientras, otros cientos de ciudadanos mantienen el pulso con centenares de agentes en calles adyacentes del barrio de Mong Kok, donde se repiten intensos enfrentamientos. Mientras sucedían los enfrentamientos en Mong Kok, en la zona de Admiralty, en la otra punta de la ciudad y desde donde se dirige el movimiento Occupy, un nutrido grupo de manifestantes trató de volver a tomar una de las calles próximas al Parlamento y las oficinas del jefe de gobierno de Hong Kong.
La policía, provista con material antidisturbios y perros, trató de dispersar a la gente. Joshua Wong, líder de Scholarism, la organización estudiantil que lidera las protestas, instó a los manifestantes a que fueran a defender la zona de ocupación de Mong Kok. "Si se pierde la línea de defensa en Mong Kok, Admiralty estará en peligro. Si perdemos cualquiera de nuestros tres campos de batalla -Admiralty, Causeway Bay y Mong Kok-, todo el movimiento sufrirá un golpe", dijo Wong a la multitud que se encontraba en la rebautizada "plaza del paraguas", donde casi cada noche se dan cita los líderes de las protestas para arengar a los manifestantes.
A primera hora de este viernes, numerosos agentes rodearon al medio centenar de manifestantes que pasaban la noche a la intemperie, mientras que cientos de policías comenzaron a retirar las barricadas, tiendas de campaña, sombrillas y hasta santuarios que habían sido instalados en el populoso barrio de Mong Kok.
Los agentes se ayudaron de camiones con grúas para retirar los asentamientos de los manifestantes y, en menos de dos horas, el tráfico volvía a circular por el barrio después de casi tres semanas, desde que el movimiento Occupy tomara varios cruces en la principal vía para exigir al gobierno mayores libertades democráticas para Hong Kong.
Los manifestantes, que no opusieron resistencia a la actuación policial, sí se negaron a abandonar por completo las calles. Para muchos, Mong Kok es un símbolo del movimiento, un barrio de clase obrera, alta actividad comercial y que cuenta con una de las mayores tasas de densidad de población del mundo, que dio cobijo a manifestantes de todas las edades y estratos sociales.
La confrontación policial estalló cuando varios manifestantes fueron amonestados por la policía cuando trataban de quitar una valla que habían instalado las fuerzas de seguridad. A continuación, cientos de manifestantes iniciaron un pulso con la policía para tratar de retomar las calles y ampliar su área de ocupación, que había quedado limitada a un tramo de calle, después de que una operación policial retirara todas las barricadas y restableciera el tráfico en Mong Kok.
La policía trató de dispersar a los ciudadanos empleando gas pimienta en numerosas ocasiones, mientras se produjeron varias detenciones. Escenas de caos y violencia se repitieron por las horas en la intersección de la calle Nathan -una vía que atraviesa el distrito de Kowloon- y Argyle, donde se encontraba el bastión del asentamiento de Mong Kok, que se convertía en el centro de batalla.
Pasada la media noche, la policía optó por retirarse de una de las zonas, en la que los manifestantes rápidamente comenzaron a construir barricadas. Mientras, otros cientos de ciudadanos mantienen el pulso con centenares de agentes en calles adyacentes del barrio de Mong Kok, donde se repiten intensos enfrentamientos. Mientras sucedían los enfrentamientos en Mong Kok, en la zona de Admiralty, en la otra punta de la ciudad y desde donde se dirige el movimiento Occupy, un nutrido grupo de manifestantes trató de volver a tomar una de las calles próximas al Parlamento y las oficinas del jefe de gobierno de Hong Kong.
La policía, provista con material antidisturbios y perros, trató de dispersar a la gente. Joshua Wong, líder de Scholarism, la organización estudiantil que lidera las protestas, instó a los manifestantes a que fueran a defender la zona de ocupación de Mong Kok. "Si se pierde la línea de defensa en Mong Kok, Admiralty estará en peligro. Si perdemos cualquiera de nuestros tres campos de batalla -Admiralty, Causeway Bay y Mong Kok-, todo el movimiento sufrirá un golpe", dijo Wong a la multitud que se encontraba en la rebautizada "plaza del paraguas", donde casi cada noche se dan cita los líderes de las protestas para arengar a los manifestantes.
A primera hora de este viernes, numerosos agentes rodearon al medio centenar de manifestantes que pasaban la noche a la intemperie, mientras que cientos de policías comenzaron a retirar las barricadas, tiendas de campaña, sombrillas y hasta santuarios que habían sido instalados en el populoso barrio de Mong Kok.
Los agentes se ayudaron de camiones con grúas para retirar los asentamientos de los manifestantes y, en menos de dos horas, el tráfico volvía a circular por el barrio después de casi tres semanas, desde que el movimiento Occupy tomara varios cruces en la principal vía para exigir al gobierno mayores libertades democráticas para Hong Kong.
Los manifestantes, que no opusieron resistencia a la actuación policial, sí se negaron a abandonar por completo las calles. Para muchos, Mong Kok es un símbolo del movimiento, un barrio de clase obrera, alta actividad comercial y que cuenta con una de las mayores tasas de densidad de población del mundo, que dio cobijo a manifestantes de todas las edades y estratos sociales.
EFE