Las bolsas asiáticas, impulsadas por una ola de optimismo que se prolongaba desde la víspera y se extendía a Europa, cerraron el miércoles con fuertes ganancias después de los recientes derrumbes provocados por temores sobre China.La tendencia fue liderada por Tokio, donde el índice Nikkei de los 225 principales valores se disparó un 7,71%, en su mejor sesión desde octubre de 2008, cuando los mercados eran vapuleados por las turbulencias de la crisis financiera mundial.
El índice Hang Seng de Hong Kong subió por su lado un 4,10%, después de haber escalado un 3,28% el martes.
El índice Compuesto de Shanghái trepó un 2,29%, después del alza de casi 3% del martes, y Shenzhen cerró con una subida de 3,29%, que se suma al 3,28% de la víspera.
La corriente de entusiasmo arrastró a Europa. A eso de las 10H00 GMT, el índice FTSE 100 de Londres ganaba un 1,94%, el DAX de Fráncfort un 1,85% y el CAC 40 de París un 2,43. También el FTSE MIB de Milán operaba con un alza de 1,94% y el IBEX 35 de Madrid subía 2,27%.
Ya la víspera los principales parqués europeos habían cerrado con alzas que llegaron a 1,61% en Fráncfort. Y en Wall Street el índice Dow Jones ganó 2,42% y el Nasdaq 2,73%.
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Según los analistas, la tendencia alcista se vio alentada por los rumores de una intervención de las autoridades chinas para respaldar a las bolsas locales en la sesión de martes, así como por el anuncio de que el gobierno chino aceleraría proyectos de construcción e incentivaría la actividad de pequeñas y medianas empresas mediante ventajas fiscales.
"Los beneficios en las bolsas chinas ayudaron a calmar a los mercados y los inversores creen ahora que China recurrirá no solo a medidas monetarias sino también fiscales para estabilizar su economía", dijo Thebes Lo, vicepresidente de Kim Eng Securities Ltd, una coreduría con sede en Hong Kong.
Gracias a ello, los inversores "recuperaron algo de gusto por el riesgo", agregó.
El mes pasado, China, la segunda economía mundial, devaluó su moneda para impulsar sus exportaciones y dar fuste a su crecimiento, que viene dando señales de debilidad persistente.
El impresionante repunte de la bolsa de Tokio no borra sin embargo la impresión de gran volatilidad, dado que el Nikkei había perdido en las últimas semanas prácticamente la totalidad de sus ganancias en 2015.
Los mercados monetarios también notaron la mayor osadía de los inversores para apartarse de los valores refugio como el yen. El dólar se cotizaba a 120,60 yenes, en alza respecto a los 119,82 del cierre de la víspera en Nueva York.
Los inversores tienen sin embargo otro frente de preocupación, con la perspectiva de que la reserva federal (Fed) de Estados Unidos aumente próximamente su tasa básica de interés.
"No descartamos más volatilidad antes de la reunión [de la Fed] de la semana próxima", dijo Chris Weston, jefe de estrategia de IG en Melbourne. (I)