- Las micro y pequeñas empresas suman 10 millones en Latinoamérica y tienen una “importancia crítica” para el futuro de la región porque generan la mayor parte del empleo pero son al mismo tiempo los principales nichos de informalidad y baja productividad, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“El predominio de las micro y pequeñas empresas en la estructura productiva genera grandes brechas de trabajo decente y condiciones laborales, y al mismo tiempo es un freno para el crecimiento de la productividad y de las economías en general”, dijo el director de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar tras presentar el informe en la oficina regional de la organización, ubicada en Lima, Perú.
De acuerdo a las cifras contenidas en el estudio, las micro y pequeñas empresas generan el 47% de los empleos en la región.
Las microempresas tienen menos de diez empleados, incluyendo al microempresario y sus familiares. En el caso de las pequeñas empresas poseen hasta 50 trabajadores.
No obstante, de acuerdo al estudio llamado “Pequeñas empresas, grandes brechas”, la tasa de informalidad laboral llega a casi 59% en las empresas con menos de 10 empleados, y baja a 14,4% en las que tienen más trabajadores. Respecto a la protección social, solo la tiene el 32% de trabajadores de microempresas y el 86% de empleados de las pequeñas empresas.
El documento de la OIT destaca la alta heterogeneidad estructural en materia de productividad donde apenas 20% de la fuerza laboral trabaja en sectores que operan por sobre el promedio regional de productividad, mientras que el 80% están empleados en empresas que operan por debajo de esa media.
“La desigualdad de ingresos que es persistente en nuestra región está arraigada en esa estructura productiva con alta heterogeneidad”, dijo Salazar. Añadió que uno de los desafíos estratégicos para la región es lograr que las micro y pequeñas empresas se estabilicen y crezcan.
De acuerdo a las cifras contenidas en el estudio, las micro y pequeñas empresas generan el 47% de los empleos en la región.
Las microempresas tienen menos de diez empleados, incluyendo al microempresario y sus familiares. En el caso de las pequeñas empresas poseen hasta 50 trabajadores.
No obstante, de acuerdo al estudio llamado “Pequeñas empresas, grandes brechas”, la tasa de informalidad laboral llega a casi 59% en las empresas con menos de 10 empleados, y baja a 14,4% en las que tienen más trabajadores. Respecto a la protección social, solo la tiene el 32% de trabajadores de microempresas y el 86% de empleados de las pequeñas empresas.
El documento de la OIT destaca la alta heterogeneidad estructural en materia de productividad donde apenas 20% de la fuerza laboral trabaja en sectores que operan por sobre el promedio regional de productividad, mientras que el 80% están empleados en empresas que operan por debajo de esa media.
“La desigualdad de ingresos que es persistente en nuestra región está arraigada en esa estructura productiva con alta heterogeneidad”, dijo Salazar. Añadió que uno de los desafíos estratégicos para la región es lograr que las micro y pequeñas empresas se estabilicen y crezcan.