El presidente Enrique Peña Nieto promulgó una reforma consitucional y la ciudad modificó su denominación
Adiós al DF |
El centro administrativo del país ya no será conocido como el Distrito Federal (D. F.), sino como la Ciudad de México, convirtiéndose así en el estado número 32 del país.
Peña Nieto resaltó que gracias al acuerdo de los partidos políticos, "se ha hecho realidad un anhelo largamente esperado: el que la Ciudad de México sea reconocida como una entidad federativa con verdadera autonomía".
La Reforma fortalece los derechos de sus ciudadanos y habitantes, quienes ahora estarán en mejores condiciones para participar democráticamente en la solución de los problemas y desafíos.
Así, la Ciudad de México se mantiene como sede de los Poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos. Tendrá autonomía en todo lo concerniente a su régimen interior y a su organización política y administrativa.
La Legislatura de la Ciudad de México formará parte del Constituyente Permanente, y los poderes de la Ciudad podrán ejercer todas las facultades que no estén expresamente conferidas a la Federación en la Constitución, como sucede con los estados, de conformidad con el artículo 124 constitucional.
Las actuales Delegaciones se transformarán en Demarcaciones territoriales, cuyo gobierno estará a cargo de Alcaldías.
Los habitantes de esta Ciudad Capital gozarán de una Carta de Derechos propia, acorde a sus libertades y aspiraciones.