Fráncfort, Alemania. El operador alemán Deutsche Börse y la plataforma británica London Stock Exchange (LSE) llegaron a un acuerdo de fusión para crear el mayor operador bursátil del mundo en volumen de negocios, aunque reguladores y competidores pueden impedir la operación.
Las negociaciones eran oficiales desde fines de febrero, y la tercera tentativa de ‘matrimonio’ –tras dos proyectos abortados en el 2000 y luego en el 2005– parece la buena. Y ello, sea cual sea el futuro del Reino Unido en la Unión Europea, indicaron ambos grupos.
La estructura prevista conducirá a “una empresa fructífera, sea cual fuere el resultado del voto (el próximo 23 de junio, ndlr) sobre el Brexit”, insistió el presidente de Deutsche Börse, Carsten Kengeter, en conferencia telefónica.
LSE gestiona las bolsas de Londres y Milán así como la sociedad de inversión de índices estadounidense Russell Investments. Por su parte, Deutsche Börse es propietaria de la bolsa de Fráncfort, de la cámara de compensación de Luxemburgo Clearstream y de la plataforma de productos derivados Eurex.
El directorio de Deutsche Börse concluyó un acuerdo sobre la fusión con LSE, en forma de holding” domiciliado en el Reino Unido, anunció el grupo. La fusión “entre iguales”, según el comunicado, permitirá crear “un grupo líder de infraestructuras de mercado mundiales con base en Europa”.
Los accionistas de LSE tendrán el 45,6% de la nueva estructura y los de Deutsche Börse el 54,4%. La fusión permitirá ahorrar 450 millones de euros gracias a las sinergias. Deutsche Börse, con sede en Eschborn (oeste de Alemania), había fracasado en un intento de fusionarse con NYSE Euronext, que gestiona la bolsa de Nueva York así como las de París, Amsterdam, Bruselas y Lisboa.
Una novedad en la finanza mundial
El presidente de LSE, Xavier Rolet, dijo que apoyaba la operación “al 100%”, y subrayó que esta “fusión entre iguales” creará “el mayor operador bursátil del mundo” en términos de volumen de negocios.
La fusión LSE-Deutsche Börse supone una novedad en la finanza mundial y catapulta la alianza germano-británica al nivel de los operadores estadounidenses CME e Intercontinental Exchange (ICE), así como de la bolsa de Hong Kong. Rolet admitió no obstante que no habría prima para los accionistas.
Este detalle tiene su importancia ya que la fusión está amenazada por las ambiciones de otro pretendiente: el Intercontinental Exchange (ICE), que estudia oficialmente una contraoferta. ICE no ha tomado aún una decisión, pero podría convertirse en una especie de aguafiestas del matrimonio LSE-Deutsche Börse.
AFP