Montevideo, Uruguay AFP El Mercosur mostró este miércoles su profunda fractura, cuando Venezuela convocó una reunión en Montevideo a la que solo asistió Uruguay, en tanto el resto de los socios la ignoraron.
La sorpresiva convocatoria mostró la división en el Mercosur, bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, al que Venezuela se unió de forma polémica en 2012.
El llamado de Caracas, que se proclamó al frente del grupo luego de que Uruguay abandonara la presidencia rotativa al término de su mandato de seis meses a fines de julio, fue desoído por Argentina, Brasil y Paraguay, que no asistieron a la reunión, según los datos proporcionados a periodistas por funcionarios de la cancillería uruguaya.
Uruguay es el único de los socios que acepta a Venezuela al frente de la coordinación de actividades de este grupo comercial, en tanto Brasilia, Buenos Aires y Asunción desconocen su mandato.
El martes, una reunión de coordinadores se realizó en Montevideo con ausencia de representantes venezolanos. Este miércoles, en el mismo lugar, la sede del Mercosur en la capital uruguaya, solo dos socios estuvieron presentes, junto a Bolivia, que tramita su membresía plena.
La pulseada política
Al promediar el encuentro este miércoles, la cancillería uruguaya informaba a los periodistas acreditados: “No se prevé que asistan otras” delegaciones además de la venezolana, la uruguaya y la boliviana.
Al finalizar, el coordinador venezolano en el bloque, Héctor Constant, hizo una declaración a la prensa en la que estuvo acompañado solo del embajador boliviano Benjamín Blanco. No hubo presencia de representantes uruguayos.
Sin aceptar preguntas, sostuvo que la cita fue “convocada por la presidencia pro témpore venezolana” para detallar los “lineamientos de Venezuela en su presidencia pro témpore”.
Entre las prioridades de Caracas, indicó, figuran profundizar los contactos con Cuba, China y Rusia, la continuación de las tratativas con la Unión Europea por un acuerdo de libre comercio, y una propuesta de “Mercosur musical” en base a la experiencia de Venezuela en orquestas infantiles y juveniles.
El representante venezolano habló detrás de un pequeño cartel con el logotipo del Mercosur y la inscripción “Presidencia”.
Venezuela en la picota
El Mercosur atraviesa una de sus peores crisis, solo equiparable a la que generó la suspensión de Paraguay en 2012 luego de un juicio parlamentario que destituyó al presidente de izquierda Fernando Lugo.
Entonces, en una cumbre presidencial incompleta, Uruguay, Argentina y Brasil resolvieron precisamente el ingreso de Venezuela como miembro pleno.
Por orden alfabético, en julio de 2016 Venezuela debía asumir la presidencia rotativa del grupo.
Pero Brasil, Paraguay y Argentina se opusieron por la situación política que atraviesa el país caribeño. Los tres consideran “vacante” la presidencia del Mercosur.
El canciller brasileño, José Serra, dijo lisa y llanamente la semana pasada que su país considera que “Venezuela vive bajo un régimen autoritario, no democrático” y argumentó que “un país que tiene presos políticos no puede ser un país democrático”.
“Venezuela no va a asumir el Mercosur, eso es seguro”, remató el ministro brasileño.
Paraguay de su lado, pidió a Venezuela que libere a los opositores presos y acusó al gobierno de Nicolás Maduro de querer bloquear el Parlamento -de mayoría opositora- a través de la Justicia.
Argentina en tanto, quiere un gobierno colegiado del Mercosur hasta que asuma la presidencia en enero próximo, mientras su presidente Mauricio Macri ha sido muy crítico de la situación de derechos humanos en Venezuela.
Uruguay es el único socio que quiere que Caracas asuma la presidencia y acepta la decisión de Maduro, que se proclamó al frente del Mercosur una vez que Montevideo dejó el puesto, aunque el resto de los socios no lo reconocen ni aceptan sus decisiones, como evidenció la convocatoria de este miércoles.
Uruguay considera que jurídicamente no hay obstáculos para que Caracas asuma al frente del Mercosur. Sin embargo, no hubo acto de traspaso del puesto como ha ocurrido en los últimos 25 años y el traspaso automático no está contemplado en la normativa del bloque.
Maduro de su lado, acusó a Argentina, Brasil y Paraguay de formar “la triple alianza de torturadores de Suramérica”, calificó al gobierno interino brasileño como “una dictadura impuesta”, tildó a Macri de “fracasado” y al gobierno de Horacio Cartes en Paraguay de “oligarquía (…) corrupta y narcotraficante”.
Así las cosas, el Mercosur se encamina a una suerte de gobierno colegiado en lo que queda del semestre, que será ejercido por Brasil, Argentina y Paraguay, sin que sea claro el papel que jugará Uruguay.