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LA NOTICIA DESTACADA
El líder supremo del país persa advirtió a Tel Aviv y Washington sobre las acciones hostiles contra la república islámica. El líder supremo ...
Los cazas F-16 del ejército turco alcanzaron ocho objetivos del EI en las ciudades sirias
Siria
SIRIA (EFE) - Aviones turcos y rusos atacaron objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la ciudad de Al Bab y sus alrededores, en el norte de Siria, y mataron a 22 yihadistas, informaron hoy las Fuerzas Armadas de Turquía. Según el comunicado del Estado Mayor turco, citado por la agencia semipública Anadolu, los bombardeos tuvieron lugar ayer.Los cazas F-16 del ejército turco alcanzaron ocho objetivos del EI en las ciudades de Al Bab, Bzagah y Tadiff, en el norte del país, donde mataron a 22 militantes del EI, y destruyeron varios refugios y sedes del grupo yihadista, mientras que los bombardeos aéreos rusos golpearon objetivos del EI en Dayr Kak, en el suroeste de Al Bab.Turquía se ha quejado de que las fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos no apoyaban a Turquía en su operación "Escudo de Éufrates", iniciada a finales de agosto de 2016 junto al Ejército Libre Sirio (ELS), para expulsar al EI del norte de Siria.La operación turca se dirige también contra las milicias kurdo sirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG) de la región, con el fin de desalojarlas a la ribera occidental del Éufrates. Washington apoya a las YPG que luchan contra el EI, pero Ankara las considera una organización terrorista vinculada al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda en Turquía.En la última semana, el gobierno turco anunció que Rusia apoyaba su operación para arrebatarle al EI la ciudad de Al Bab.
'Hagamos de 2017 un año en el que todos nos esforcemos por superar nuestras diferencias', dijo el ex premier portugués.
NUEVA YORK - El nuevo secretario general de la ONU
, Antonio Guterres, señaló hoy que le gustaría "poner la paz primero" en 2017", en un mensaje de Año Nuevo enviado en su primer día como jefe del organismo mundial. El ex primer ministro portugués, de 67 años, recibió el cargo de secretario general de la ONU de manos del surcoreano Ban Ki-moon, heredando complejas crisis en Siria, Sudán del Sur, Yemen, Burundi, Corea del Norte y otras partes. "¿Cómo podemos ayudar a millones de personas atrapadas en conflictos, sufriendo masivamente en guerras sin fin a la vista", indicó Guterres. "Las civilizaciones son golpeadas por una fuerza mortal. Mujeres, niños y hombres son muertos y heridos, expulsados de sus hogares, desposeídos y desamparados", dijo. "Nadie gana con estas guerras; todos pierden", añadió. En 2017, Guterres pidió al mundo que tome "una resolución de Año Nuevo compartida: decidamos poner la paz en primer lugar". "Hagamos de 2017 un año en el que todos -ciudadanos, gobiernos, líderes- nos esforcemos por superar nuestras diferencias", añadió. La elección unánime de Guterres -quien defendió los derechos de los migrantes como Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados durante una década- ha vigorizado a los diplomáticos de la ONU, que lo ven como un hábil político que puede ser capaz de superar las divisiones que complican a la organización internacional. "La paz debe ser nuestra meta y nuestra guía", dijo. "Todo por lo que nos esforzamos como familia humana -dignidad y esperanza, progreso y prosperidad- depende de la paz", indicó. "Pero la paz depende de nosotros", añadió. Como por regla general la sede de Naciones Unidas permanece cerrada el fin de semana y en Estados Unidos la festividad del 1 de enero se traslada al lunes, Guterres no se instalará hasta el martes en su oficina. El nuevo secretario general de la ONU, de 67 años, está considerado un eficaz negociador y habla fluidamente cuatro idiomas.
Caracas, Venezuela. AFP. La pizza se quedó fría en la mesa. Jorge y Romelia, una pareja del este de Caracas, corrió del restaurante luego de que dos hombres armados sometieran y robaran a todos a su alrededor.
“Un hombre entró con una capucha y empezó a forcejear con otro de la mesa de al lado, donde le cantaban cumpleaños a un niño. Pensé que bromeaban hasta que vi la pistola. El otro malandro (delincuente) robaba a otras personas en la entrada. Lo hicieron con cada mesa”, relató Jorge Blanco a la AFP.El robo ocurrió la noche de un lunes hace poco, en un restaurante italiano de la capital, pasadas las nueve de la noche.Desde entonces, Jorge y Romelia, quienes cenaban fuera con cierta frecuencia, prefieren cocinar en casa. Cuando salen, no pasan de las seis de la tarde. “Nunca salimos de noche”, confesó Romelia.Cada vez más, atemorizados por la delincuencia, los habitantes de Caracas y de otras ciudades venezolanas se resguardan en sus casas a partir de las siete de la noche.Las plazas públicas, los cines, los restaurantes y cafés que se atreven a abrir tarde, lucen vacíos, en el segundo país más violento del mundo, según lo califica la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).Mientras en la noche de Fin de Año, las calles de otras capitales lucieron agitadas, llenas de gente, luces y fiesta, Caracas estaba prácticamente desolada.Operativos polémicosLa noche del viernes pasado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) realizaron un operativo especial de seguridad de fin de año, al que acudió un equipo de periodistas de AFP.Unas 20 motocicletas, con dos militares fusiles en mano; cinco camionetas todo terreno, y dos patrullas policiales se formaron bajo el mando del general Carlos Martínez, quien desde la popular zona de El Valle (oeste) anunció en la televisión estatal el inicio del operativo por órdenes del presidente Nicolás Maduro.Los uniformados posaron ante las cámaras, arrancaron las motocicletas y recorrieron la avenida principal de la zona. En Petare (este), el operativo se dispersó cuando comenzó a llover.Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, comentó a la AFP que este tipo de operativos no son efectivos, pues los cuerpos de seguridad no entran a los barrios más inseguros.“A veces se hacen operativos en los barrios, pero son la excepción. Los cuerpos de seguridad le temen al arsenal de muchos barrios. La FANB ha fracasado como cuerpo de seguridad”, sentenció.San Miguel admitió que solo la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) -operaciones especiales contra la criminalidad lanzadas por la FANB y la policía en 2015- puede entrar a las zonas más peligrosas, pero lo hacen como “un ejército de ocupación”.“Sus reglas de enfrentamiento son reglas de guerra. Está demostrado que está plenamente autorizado el uso mortal para ingresar”, añadió.El reciente hallazgo en fosas comunes de los cuerpos de 12 personas detenidas en una OLP revivió la polémica por denuncias de violaciones a derechos humanos en esos operativos de seguridad.Sin calidad de vida El criminólogo Luis Izquiel afirmó a la AFP que la inseguridad acabó con la calidad de vida de los venezolanos, agobiados además por la crisis económica que los afecta con una grave escasez de alimentos y medicinas, y una inflación considerada la más alta del mundo.“Toda la población ha tenido que cambiar sus rutinas. Son pocos los que se atreven a salir de noche. La economía nocturna es casi inexistente”, dijo.Aún no han sido difundidas cifras oficiales sobre violencia en 2016, pero según el OVV, el país petrolero registró, con unas 29.000 muertes violentas, una tasa de 91,8 homicidios por cada 100.000 habitantes. El promedio mundial es de 8,9 por cada 100.000.Roberto Briceño León, director de la organización, aseguró que solo El Salvador supera a Venezuela, con 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.A juicio del criminólogo, la principal falla del Estado es la impunidad. “Eso deriva en un sistema policial deficitario y corrupto. Tenemos un sistema de justicia que solo castiga a dos de cada 100 delincuentes”, añadió.Jorge y Romelia dijeron no haber visto grandes operaciones de seguridad en las fiestas de Fin de Año.“No se ven. Uno está a la buena de Dios. Nuestro consuelo es que nuestro hijo (el único) se fue del país y pudo celebrar más tranquilo”, dijo Jorge.
El homicida se cargó a su ex pareja, su hijo y otras nueve personas durante año nuevo. Tras el violento hecho decidió suicidarse.
BRASIL - Un hombre irrumpió hoy en una fiesta de fin de año en la ciudad brasileña de Campinas y mató a tiros a 11 personas, entre ellas su ex pareja y su hijo de 9 años. Luego de cometer el terrible hecho decidió suicidarse, según informó la Policía. El homicida, cuyo nombre no fue divulgado, saltó el muro de una residencia en Jardim Aurelia, barrio de Campinas, ciudad del interior del estado de San Pablo, antes de invadir el salón principal y comenzar a disparar indiscriminadamente con una pistola. Además de las 12 víctimas de la misma familia, el ataque dejó tres personas heridas, que fueron ingresadas en el hospital universitario de la Universidad de Campinas (Unicamp). El atacante portaba "varias armas de fuego", explicó la cabo Marta Aurelia. El agresor, de 40 años, que estaba en proceso legal de divorcio de su ex mujer y no aceptaba la separación, al final disparó contra su propia cabeza y junto a su cuerpo fue encontrado un cargador con munición extra para su pistola. Del total de víctimas, 11 murieron en la residencia en que se realizaba la fiesta y la otra en el hospital; nueve eran mujeres y dos hombres, además del menor de edad. "Escuchamos ruidos de tiros, dudamos si eran tiros o fuegos" artificiales, declaró al portal G1 Cristiano Machado, vecino que socorrió a una de las víctimas que apareció en su jardín luego de los estruendos, herido y pidiendo ayuda. En San Pablo, el estado más poblado de Brasil con más de 44 millones de habitantes, los homicidios disminuyeron un 8 por ciento en 2016. La Secretaría de Seguridad Pública registró 3.313 homicidios entre enero y fines de noviembre de 2016, frente a 3.605 en el mismo período de 2015.
Bagdad, Irak. AFP. Al menos 27 personas murieron este sábado de fin de año en un doble atentado suicida en un mercado de Bagdad reivindicado por el Estado Islámico, en momentos en que las fuerzas iraquíes tienen dificultades para arrebatar Mosul al grupo yihadista.
El ataque tuvo lugar el sábado por la mañana, en un mercado mayorista de Al Sinek, en pleno centro de Bagdad, donde se venden sobre todo piezas de recambio de coche y ropa.Dos kamikazes hicieron estallar sus cargas casi de forma simultánea por la mañana, a una hora en que vendedores y compradores son muy numerosos. Los puestos y los tenderetes volaron por los aires con las deflagraciones. Entre los escombros de las instalaciones, se veían manchas de sangre.“Hay 27 muertos y 53 heridos”, declaró un coronel de la policía a la AFP. Un alto responsable del ministerio del Interior y una fuente de un hospital confirmaron este balance.“Muchas víctimas eran trabajadores en tiendas que venden piezas de recambio. Estaban reunidos alrededor de un puesto para desayunar cuando las explosiones tuvieron lugar”, declaró Ibrahim Mohamed Alí, un vendedor.Reivindicación del EIEl grupo Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque a través de su agencia de propaganda Amaq.El grupo extremista sunita actúa a menudo en la capital iraquí mediante ataques suicidas y atentados con bomba, sobre todo contra la comunidad chiita, que considera “hereje”.En el terreno militar, el EI combate en Mosul, en el norte del país, contra las fuerzas iraquíes. Mosul es la segunda ciudad de Irak y el último bastión de los yihadistas en el país.Este doble atentado tiñe de luto la fiesta de Año Nuevo en Bagdad, donde los habitantes se preparan para festejarlo en la calle, a pesar de la tensa situación a nivel de la seguridad.Este ataque también pone fin a un breve periodo de relativa tranquilidad en la capital iraquí.‘Tres meses para eliminar al EI’El último atentado de gran envergadura en Bagdad se registró a mediados de octubre, cuando un suicida se hizo estallar en medio de una ceremonia religiosa en un barrio chiita, dejando un saldo de por lo menos 34 muertos.El atentado del sábado también pone de relieve la precariedad de la seguridad en Irak, incluso en zonas que no están controladas por los yihadistas o en sectores que las fuerzas iraquíes han arrebatado al grupo extremista, tras lanzar una gran ofensiva en el norte del país.En las afueras de Mosul, en Gogjali, una localidad reconquistada por las tropas iraquíes en noviembre, al menos 23 personas murieron en tres atentados simultáneos la semana pasada.En Mosul, la policía, el ejército y las fuerzas del servicio de élite antiterrorista (CTS) lanzaron el jueves la segunda fase de su ofensiva para intentar retomar el control de la ciudad, en manos del EI desde junio de 2014.Desde el 17 de octubre, cuando se puso en marcha la primera fase del dispositivo, las fuerzas iraquíes han conseguido conquistar numerosos barrios del este de Mosul, pero el EI siguen controlando el sector oeste.En el este de Mosul, soldados y policías, con el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, libran una dura batalla urbana en una ciudad que cuenta con una densa población civil.Hoy en día, la promesa del primer ministro, Haider al Abadi, de controlar Mosul en su totalidad antes de final de año ya no se puede cumplir. Esta semana, habló de un nuevo plazo.“Las informaciones disponibles muestran que Irak necesita tres meses para eliminar a Dáesh (acrónimo árabe del EI)”, declaró en una rueda de prensa.