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LA NOTICIA DESTACADA
El líder supremo del país persa advirtió a Tel Aviv y Washington sobre las acciones hostiles contra la república islámica. El líder supremo ...
Washington.-Los tambores de guerra vuelven a sonar en la Casa Blanca. El presunto ataque químico perpetrado el sábado en la ciudad siria de Duma, con decenas de civiles muertos, desencadenó ayer una atronadora respuesta del presidente Donald Trump.
Tras aprovechar para responsabilizar a Rusia e Irán, consideró culpable al “animal de [Bachar] El Asad”, y le amenazó con represalias. “Va a pagar un alto precio”, tuiteó. El Gobierno de Damasco tacha las acusaciones de montaje de los rebeldes atrincherados en Duma, única ciudad de la periferia de la capital que controlan.
La amenaza de Trump viene avalada por la historia reciente. Hace ahora un año, EE UU lanzó un demoledor golpe contra el régimen tras un ataque con gas tóxico a la población civil. Una andanada de 59 misiles Tomahawk impactó en la base aérea de Shayrat (Homs, norte de Siria) en represalia por un bombardeo con armas químicas que había segado 86 vidas en la ciudad de Jan Sheijun.
La intervención estadounidense marcó una divisoria. Hasta entonces, Trump había rechazado cualquier ataque a El Asad e incluso había criticado en 2014 a Barack Obama por sopesar esta posibilidad. Esta doctrina, muy acorde con el aislacionismo del republicano, se quebró con el bombardeo químico. Las imágenes de niños muertos sacudieron al planeta e impactaron en el propio presidente. Su respuesta fueron las bombas. La base desde la que habían partido los aviones sirios quedó gravemente dañada y seis soldados del régimen murieron.
El mensaje de Trump en forma de lluvia de misiles de crucero ya quedó claro hace un año. El Asad no era un mal menor, sino un dictador y un asesino. Y Estados Unidos estaba dispuesto a doblegarle si usaba armas químicas.
Los equipos de rescate de los llamados Cascos Blancos, socorristas voluntarios que operan en las zonas rebeldes de Siria, denunciaron en la noche del sábado al domingo que un nuevo ataque químico del régimen sobre Guta Oriental, en la provincia de Damasco, había causado al menos cuatro decenas de muertos, entre ellos varios niños, y unos 500 afectados.
Los Cascos Blancos difundieron imágenes en las redes sociales que muestran a civiles con síntomas de intoxicación por inhalación de gases, así como cadáveres apilados. De acuerdo con su versión, un helicóptero militar arrojó un barril explosivo que contenía gas sarín, un agente nervioso mortífero, y gas de cloro, altamente tóxico.
La agencia oficial de noticias siria, SANA, negó cualquier responsabilidad de las fuerzas gubernamentales en los hechos y aseguró que “las denuncias del uso de la sustancias químicas en Duma son un intento de impedir el avance del Ejército”.
Sin ninguna confirmación independiente hasta ahora del ataque con armamento letal prohibido, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, vinculada a la ONU, ya está investigando los hechos, según informa la BBC.
Aunque Moscú y Teherán lo niegan, Trump ha dado por hecha de nuevo la responsabilidad de Damasco. “Muchos muertos, incluyendo mujeres y niños, en un insensato ataque químico en Siria. La zona donde se ha cometido la atrocidad está cerrada y rodeada por el Ejército sirio, haciéndola completamente inaccesible para el mundo exterior”, señaló en un tuit.
“El presidente [Vladímir] Putin, Rusia e Irán son los responsables de apoyar a El Asad, el Animal. Va a pagar un alto precio. Hay que abrir inmediatamente la zona para verificar y para que entre la ayuda médica. Esto es otro desastre humanitario sin razón alguna. ¡ENFERMO!”, escribió el mandatario en un segundo tuit.
El Pais.
Al menos 42 personas murieron por otro ataque químico en Siria que eleva la tensión global
En medio de la publicación de fotos y videos de niños y civiles muertos y heridos por un presunto nuevo ataque químico el sábado contra una zona rebelde en Duma, Siria y Estados Unidos se cruzaron ayer con denuncias y desmentidas, al tiempo que el gobierno sirio selló un acuerdo con la milicia opositora que controla la localidad golpeada.
El sábado, la organización Cascos Blancos, rescatistas civiles que se agruparon en las zonas controladas por la oposición para ayudar a las víctimas después de los ataques del Ejército y sus aliados, como Rusia y Hezbollah, denunció que al menos 42 personas murieron por asfixia en un ataque químico contra Duma, la última localidad que queda en manos opositoras en Ghouta Oriental, una región que fue hasta hace unas semanas el principal bastión de los rebeldes en las afueras de Damasco.
Los Cascos Blancos mostraron fotos de cadáveres, muchos de ellos de niños, y estimó que en total 500 personas fueron afectadas por el ataque. Según denunciaron, "un helicóptero arrojó un barril bomba que contenía un agente químico sobre Duma", una táctica usualmente utilizada por el Ejército sirio. Tras la denuncia de un nuevo ataque, Trump criticó con inusual fuerza no sólo a Bashar, sino principalmente al presidente ruso, Vladimir Putin.
"Muchos muertos, incluyendo mujeres y niños, en un ataque químico sin sentido en Siria. La zona donde se cometió la atrocidad está encerrada y asediada por el Ejército sirio, lo que la hace completamente inaccesible para el mundo exterior. El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de apoyar al animal de Assad", escribió el mandatario.
Las otras decenas de miles de civiles presentes en Duma, cerca de cien mil en total, según fuentes de la ONU, serían en cambio deportados a campos de refugiados en la zona de Damasco, junto a civiles de otras zonas de Ghuta que fueron retenidos desde el 23 de marzo pasado. Según los últimos médicos presentes en el lugar, los ataques químicos ocurrieron en la tarde y la noche del sábado y tuvieron como blanco zonas de Duma densamente pobladas por desplazados locales y por otros llegados a la ciudad en las últimas semanas desde otras localidades de Ghuta caídas ante el avance de tropas gubernamentales sirias y fuerzas rusas.
En el primer ataque los síntomas señalados por los socorristas hicieron pensar en el uso de cloro, mientras que en el segundo ataque se pensó en la hipótesis de la utilización de una mezcla de gas nervino y gas sarin, pero es imposible decir con certeza las materias tóxicas usadas en bombardeos aéreos.
Los médicos afirman que las víctimas del segundo ataque, en cambio, no alcanzaron a huir y que muchos fueron muertos en los subsuelos y sótanos en los que se refugiaron.
'Los oligarcas y elites rusos que se benefician de este sistema corrupto ya no estarán aislados de las consecuencias de las actividades desestabilizadoras de su gobierno'
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció junto a su administración nuevas sanciones contra siete oligarcas rusos vinculados con el presidente Vladimir Putin junto con 12 compañías que poseen o controlan.
El Departamento del Tesoro fue quien anunció las medidas, las cuales también fueron dirigidas a 17 altos funcionarios del gobierno ruso, la empresa estatal rusa de comercio de armas, Rosoboroneksport, que tiene vínculos de larga data con Siria y su filial, Russian Financial Corporation Bank.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin argumentó: "Los oligarcas y elites rusos que se benefician de este sistema corrupto ya no estarán aislados de las consecuencias de las actividades desestabilizadoras de su gobierno", en un comunicado, citando la ocupación rusa en Crimea y sus esfuerzos continuos para abastecer al régimen de Assad en Siria con materiales y armas.
La iniciativa de esta acción apunta a los oligarcas rusos, entre ellos Kirill Shamalov, que se casó con la hija de Putin y creó una fortuna desde febrero de 2013, Oleg Deripaska, un alto funcionario ruso que fue investigado por lavado de dinero y Suleiman Kerimov, quien supuestamente trajo millones de euros en Francia en maletas.
La administración de Trump identificó a más de 200 ricos rusos, altos funcionarios y líderes empresariales y más tarde impuso sanciones a los piratas informáticos y agencias de espionaje rusos por interferir en las elecciones de 2016 y el ciberataque, incluidas personas nombradas en la acusación del FBI de Robert Mueller.
A partir de entonces, los activos de 17 altos funcionarios rusos se congelaran, incluidos Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Vladimir Kolokoltsev, ministro de Asuntos Internos y policía general de la Federación de Rusia, y Evgeniy Shkolov, colaborador de Putin.
Bruselas.- La Unión Europea agregó a la lista de sanciones impuestas a Corea del Norte a una persona física y 21 personas jurídicas, dice un comunicado del Consejo de la UE.
“El Consejo [de la UE] añadió a una persona física y 21 jurídicas a la lista de medidas restrictivas impuestas a Corea del Norte”, dice el comunicado al precisar que de esta manera pretende adecuar sus medidas restrictivas a las últimas sanciones de la ONU.
Las medidas son de restricciones de viaje y congelación de activos para personas físicas y congelación de activos para organizaciones.
En total, la cantidad de personas físicas y jurídicas incluidas en las sanciones de la UE impuestas a Corea del Norte creció hasta 80 y 75, respectivamente, aparte de otras sanciones que impuso la UE a 55 personas y nueve organizaciones.
A fines de marzo, a proposición de EEUU el Comité del Consejo de Seguridad de la ONU, impuso sanciones a 21 compañías de transporte, 27 barcos y una persona, todos residentes de Corea del Norte.Sputnik.
Seúl.-La ex presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, ha sido condenada a 24 años de prisión tras ser hallada culpable por el Tribunal del Distrito Central de Seúl por su implicación en un masivo escándalo de corrupción, trato de favor, coacción y abuso de poder que movilizó a millones de personas en las calles de Seúl, forzando al Parlamento a lanzar una moción de censura que terminó abruptamente con su mandato, hace ahora un año.
Fue arrestada días después de verse forzada a abandonar su cargo, tras haber dirigido el país entre 2013 y 2017.
La Fiscalía solicitaba 30 años de cárcel para Park, de 66 años, acusada de haber conspirado con su consejera Choi Soon-il para apoderarse de decenas de millones de dólares de empresas a las que extorsionaba exigiendo comisiones.
Entre los 18 cargos que pendían en su contra figuraban abuso de poder, filtración de información confidencial y coacción. La ex presidenta estaba acusada en concreto de haber obligado a 18 grandes empresas a “donar” un total de 77.400 millones de wons (54 millones de euros) a dos fundaciones controladas por Choi, una de sus más estrechas amistades.
El Tribunal de Seúl ha encontrado a Park culpable de extorsión a compañías que pagaban comisiones a al menos dos fundaciones privadas bajo control de la influyente Choi Soon-il, conocida en el país asiático como la “rasputina” por el nivel de control que ejercía sobre la presidenta. Uno de los delitos que la corte considera demostrado es la filtración interesada de 47 documentos confidenciales empresariales a su asesora,
Entre los cargos que se consideran comprobados, se incluye la presión ejercida por Park sobre la compañía automovilística Hyundai para firmar un acuerdo con la Corporación KD, propiedad de Soon-il, las presiones al Grupo Lotte para donar más de 5 millones de euros a la Fundación K-Sport, dirigida por un amigo de Choi, o haber forzado al proveedor de acero POSCO a firmar un acuerdo con The Blue K, una empresa de Choi. Asimismo se considera demostrado que forzó a la compañía de telecomunicaciones KT a contratar a un amigo personal de Choi y a firmar un contrato publicitario con una compañía relacionada con la todopoderosa consejera, que ya fue condenada a 20 años de prisión por tráfico de influencias e injerencia indebida en asuntos de Estado.
También ha sido condenada por forzar a Samsung a subvencionar la afición por la hípica de la hija de Choi, por ejercer abuso de poder mediante la destitución de altos funcionarios que no gozaban de su favor y de la elaboración de listas negras con los nombres de figuras culturales considerados desafectos, que fueron privados de apoyo estatal en igualdad de condiciones con el resto.
Park ha defendido su inocencia y se ha definido víctima de una “venganza política” con escaso éxito. Su caso puso en evidencia los estrechos vínculos entre la clase política y los poderosos grupos empresariales surcoreanos, conocidos como chaebols.
El escándalo salpicó a muchos de los más conocidos empresarios surcoreanos, entre ellos el vicepresidente del emporio Samsung, Lee Jae-yong, que fue juzgado por corrupción en agosto de 2017. En aquella ocasión, como ocurrió con el proceso contra Choi Soon-il, en febrero de 2018, el tribunal decidió no emitir en directo la lectura de la sentencia: en el caso de Park, sin embargo, el juez Kim Se-yoon decidió “permitir una conexión en directo en consideración del interés público”, lo que facilitó que las televisiones surcoreanas hayan podido conectar con el tribunal durante la lectura de la sentencia.
La ex presidenta conservadora, hija del antiguo dictador Park Chung-hee, que dirigió Corea del Sur con mano de hierro entre 1961 y 1979, había permanecido en prisión desde marzo de 2017 pero ha boicoteado las sesiones que la juzgaban: hoy mismo, no acudió a la lectura de su veredicto alegando estar enferma.
El mundo.