En medio de la publicación de fotos y videos de niños y civiles muertos y heridos por un presunto nuevo ataque químico el sábado contra una zona rebelde en Duma, Siria y Estados Unidos se cruzaron ayer con denuncias y desmentidas, al tiempo que el gobierno sirio selló un acuerdo con la milicia opositora que controla la localidad golpeada.
El sábado, la organización Cascos Blancos, rescatistas civiles que se agruparon en las zonas controladas por la oposición para ayudar a las víctimas después de los ataques del Ejército y sus aliados, como Rusia y Hezbollah, denunció que al menos 42 personas murieron por asfixia en un ataque químico contra Duma, la última localidad que queda en manos opositoras en Ghouta Oriental, una región que fue hasta hace unas semanas el principal bastión de los rebeldes en las afueras de Damasco.
Los Cascos Blancos mostraron fotos de cadáveres, muchos de ellos de niños, y estimó que en total 500 personas fueron afectadas por el ataque. Según denunciaron, "un helicóptero arrojó un barril bomba que contenía un agente químico sobre Duma", una táctica usualmente utilizada por el Ejército sirio. Tras la denuncia de un nuevo ataque, Trump criticó con inusual fuerza no sólo a Bashar, sino principalmente al presidente ruso, Vladimir Putin.
"Muchos muertos, incluyendo mujeres y niños, en un ataque químico sin sentido en Siria. La zona donde se cometió la atrocidad está encerrada y asediada por el Ejército sirio, lo que la hace completamente inaccesible para el mundo exterior. El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de apoyar al animal de Assad", escribió el mandatario.
Las otras decenas de miles de civiles presentes en Duma, cerca de cien mil en total, según fuentes de la ONU, serían en cambio deportados a campos de refugiados en la zona de Damasco, junto a civiles de otras zonas de Ghuta que fueron retenidos desde el 23 de marzo pasado. Según los últimos médicos presentes en el lugar, los ataques químicos ocurrieron en la tarde y la noche del sábado y tuvieron como blanco zonas de Duma densamente pobladas por desplazados locales y por otros llegados a la ciudad en las últimas semanas desde otras localidades de Ghuta caídas ante el avance de tropas gubernamentales sirias y fuerzas rusas.
En el primer ataque los síntomas señalados por los socorristas hicieron pensar en el uso de cloro, mientras que en el segundo ataque se pensó en la hipótesis de la utilización de una mezcla de gas nervino y gas sarin, pero es imposible decir con certeza las materias tóxicas usadas en bombardeos aéreos.
Los médicos afirman que las víctimas del segundo ataque, en cambio, no alcanzaron a huir y que muchos fueron muertos en los subsuelos y sótanos en los que se refugiaron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario