Estados Unidos, Francia y Reino Unido lanzaron el sábado ante el Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución para investigar ataques con armas químicas en Siria, horas después de realizar bombardeos selectivos contra objetivos militares sirios, según indicaron diplomáticos. Sin embargo, pese a tratarse del quinto debate del conflicto durante la semana, el nuevo encuentro acabó sin acuerdos y dejó claras las profundas divisiones entre EE.UU. y Rusia.
Las acusaciones lanzadas contra Damasco por ese supuesto ataque químico en Duma sirvieron de justificativo para los bombardeos de las fuerzas estadounidenses, francesas y británicas contra los objetivos sirios. Ante esto, los tres países reclaman que se instale un "cese al fuego durable" y exigen un "acceso humanitario sin restricción" en toda Siria y la posibilidad de "proceder con evacuaciones médicas" de ser necesarias.
Por su parte, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, advirtió –en los últimos días- que su país reaccionaría al presunto ataque químico en Duma y lo haría con o sin el respaldo del Consejo de Seguridad. En este escenario, La ONU rechazó tres resoluciones sobre el caso, y el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, alertó sobre el riesgo de una “guerra” entre su país y Estados Unidos si Washington lanzaba un ataque contra Siria.
Las potencias occidentales sostienen que hubo un ataque en el que se emplearon cloro y gas sarín y mató a decenas de personas. Pero esto no termina acá, ya que hubo otras dos reuniones, una el jueves –un encuentro a puerta cerrada- seguida de otra el viernes -ya abierta-, pero en ambas situaciones no pudo llegarse a cerrar acuerdos para evitar una mayor tensión.
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