“Contábamos con unos 300 trabajadores en esa planta, pero no sabemos cuántos estaban en el lugar en el momento del accidente, aunque ya localizamos a unas 100”, afirmó el ejecutivo en una rueda de prensa en Río de Janeiro, a donde llegó este viernes procedente de Europa.
“Tampoco sabemos cuántos estaban en el restaurante de la planta, ya que era hora de almuerzo, ni cuántos en una de las edificaciones de la administración”, agregó el presidente del gigantesco minero tras admitir que ambos predios quedaron sepultados.
Schvartsman aseguró que el accidente provocó una tragedia humana, más que una ambiental, y que las principales víctimas fueron los empleados de la propia Vale.
Foto: gentileza elpais.com
Una de las represas de la Vale en una mina de hierro en jurisdicción de Brumadinho, municipio del estado de Minas Gerais (sureste), se rompió este viernes y un río de lama con residuos minerales sepultó las instalaciones de la empresa y diversas viviendas en áreas rurales.
El Cuerpo de Bomberos informó de que el número de desaparecidos se calcula en unos 200 pero que hasta ahora no se pueden confirmar víctimas mortales y que tan sólo han sido atendidos siete personas heridas.
Autoridades municipales de Brumadinho, sin embargo, aseguran que algunos cuerpos ya fueron localizados, pero que se desconoce su número y que hay muchas informaciones contradictorias.
La compañía dijo que el mar de lama también alcanzó algunas viviendas de la comunidad Vila Ferteco.
El presidente de Vale afirmó que aún se desconocen las causas del accidente y que la represa que se rompió estaba desactivada desde hacía tres años pero aún contenía desechos minerales, principalmente sílice, aunque en su mayoría era tierra.
“No sabemos lo que ocurrió. Es muy prematuro para tener informaciones sobre las causas del accidente”, dijo.
El accidente se produjo tres años después de que la ruptura de los diques de Samarco, una minera en la que Vale tiene participación, provocara la mayor catástrofe ambiental de Brasil, que causó 19 muertos por un vertido de residuos minerales.
La tragedia de entonces generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro), mezclada con otros 55 millones de metros cúbicos de agua.
La catástrofe causó 19 muertos, la mayoría en la propia mina, en la localidad de Bento Rodrigues, que desapareció del mapa; provocó daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del río Doce y arrasó otras localidades pertenecientes al municipio de Mariana, también en Minas Gerais.
Schvartsman afirmó que el accidente de este viernes puede provocar una tragedia humana mayor que la de hace tres años pero sin tantos efectos ambientales.
“Como la represa estaba inactiva, lo que quedaba era bastante seco, principalmente tierra, por lo que se trata de una masa que no tiene poder para desplazarse rápido ni lejos”, afirmó.
“Además, como el material almacenado era sólo sílice, las posibilidades de contaminación son menores”, aseguró.
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien tiene previsto visitar el lugar del accidente este sábado, afirmó que la mayor preocupación del Gobierno en este momento es atender a las eventuales víctimas de la “grave tragedia”.
El Ejecutivo creó además un gabinete de crisis para acompañar la situación y afirmó “que todas las medidas posibles están siendo tomadas” ante la gravedad de los hechos.
EFE
Una de las represas de la Vale en una mina de hierro en jurisdicción de Brumadinho, municipio del estado de Minas Gerais (sureste), se rompió este viernes y un río de lama con residuos minerales sepultó las instalaciones de la empresa y diversas viviendas en áreas rurales.
El Cuerpo de Bomberos informó de que el número de desaparecidos se calcula en unos 200 pero que hasta ahora no se pueden confirmar víctimas mortales y que tan sólo han sido atendidos siete personas heridas.
Autoridades municipales de Brumadinho, sin embargo, aseguran que algunos cuerpos ya fueron localizados, pero que se desconoce su número y que hay muchas informaciones contradictorias.
La compañía dijo que el mar de lama también alcanzó algunas viviendas de la comunidad Vila Ferteco.
El presidente de Vale afirmó que aún se desconocen las causas del accidente y que la represa que se rompió estaba desactivada desde hacía tres años pero aún contenía desechos minerales, principalmente sílice, aunque en su mayoría era tierra.
“No sabemos lo que ocurrió. Es muy prematuro para tener informaciones sobre las causas del accidente”, dijo.
El accidente se produjo tres años después de que la ruptura de los diques de Samarco, una minera en la que Vale tiene participación, provocara la mayor catástrofe ambiental de Brasil, que causó 19 muertos por un vertido de residuos minerales.
La tragedia de entonces generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro), mezclada con otros 55 millones de metros cúbicos de agua.
La catástrofe causó 19 muertos, la mayoría en la propia mina, en la localidad de Bento Rodrigues, que desapareció del mapa; provocó daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del río Doce y arrasó otras localidades pertenecientes al municipio de Mariana, también en Minas Gerais.
Schvartsman afirmó que el accidente de este viernes puede provocar una tragedia humana mayor que la de hace tres años pero sin tantos efectos ambientales.
“Como la represa estaba inactiva, lo que quedaba era bastante seco, principalmente tierra, por lo que se trata de una masa que no tiene poder para desplazarse rápido ni lejos”, afirmó.
“Además, como el material almacenado era sólo sílice, las posibilidades de contaminación son menores”, aseguró.
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien tiene previsto visitar el lugar del accidente este sábado, afirmó que la mayor preocupación del Gobierno en este momento es atender a las eventuales víctimas de la “grave tragedia”.
El Ejecutivo creó además un gabinete de crisis para acompañar la situación y afirmó “que todas las medidas posibles están siendo tomadas” ante la gravedad de los hechos.
EFE