En el nordeste de la República Democrática del Congo (RDC) se registraron 640 personas contagiadas del virus del Ebola, de las cuales 373 fallecieron, en la segunda peor epidemia de esta enfermedad contagiosa en la historia, la primera en un área de conflicto.
Lo afirmó la organización Médicos Sin Fronteras, entre los equipos en primera línea en la lucha para controlar la difusión del virus. Para responder a los cada vez más numerosos casos provenientes de la ciudad de Butembo, de casi un millón de habitantes, MSF construyó un nuevo centro de tratamiento y de tránsito, que refuerzan instalaciones ya existentes.
Entretanto la creciente inseguridad debida a las elecciones presidenciales restringió el acceso de las poblaciones a los cuidados médicos en el área de Beni, donde varios centros de salud fueron dañados durante protestas. Esto se suma a la identificación de nuevos casos cada vez más complicados, mientras los puestos sanitarios activos se hallan saturados.
"En esta situación las personas muchas veces están obligadas a buscar socorro en estructuras que no pueden garantizar una adecuada prioridad de atención ni medidas de prevención y control de la infección, lo que aumenta el riesgo de contagio", explicó Laurence Sailly, responsable de la atención en Beni.
"Estamos hablando de una población ya castigada por muchos años de conflicto, que ahora debe enfrentar la más mortal epidemia de Ebola en la historia del país", concluyó Sailly.
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