"Hace unos días se hicieron públicas unas palabras mías sobre la conformación de milicias. Me retracto de ellas. Mi convicción más profunda siempre ha sido la defensa de la vida y de la paz", aseguró en una carta pública difundida desde su cuenta en la red Twitter.
El exjefe de Estado boliviano levantó protestas en Bolivia y Argentina, país en el cual está como refugiado político desde el pasado 12 de diciembre, después de declarar el pasado fin de semana una radio cocalera boliviana que "de acá a poco tiempo, si volviera (...), hay que organizar como Venezuela milicias armadas del pueblo".
En su nota de rectificación, Morales acotó que "no quiero que nada de lo que diga sea usado como un pretexto para perseguir y reprimir a mis hermanas y hermanos".
La declaraciones de Morales provocaron protestas de la Unión Cívica Radical de Argentina, cuyo presidente Alfredo Cornejo cuestionó el estatus de refugiado del exmandatario boliviano en ese país.
Tras conocer esa retractación pública, la canciller boliviana Karen Longaric comentó: "En realidad eso ya es irrelevante, porque desde su fuero interno, él ha hecho conocer todas las intenciones que tiene con el país y con el pueblo boliviano".
El gobierno transitorio de Bolivia sostiene que las declaraciones de Morales caen en los delitos de sedición y terrorismo y los sumó a una investigación en la fiscalía.
Jean Arnault, enviado especial de la ONU para Bolivia, manifestó el miércoles que el organismo "se suma al rechazo manifestado por muchos actores nacionales a las recientes declaraciones" del expresidente.
De manera paralela, un grupo de militares jubilados envió una carta al ministro de Defensa, Luis Fernando Peredo, en el que revelan que Morales, quien llegó al poder en 2006 y gobernó hasta dimitir el 10 de noviembre, ideó en 2014 la conformación de una “Guardia Nacional del Estado Plurinacional de Bolivia”.
LN