La acción conjunta se realizó en los estados brasileños de Goiás (centro) y Mato Grosso do Sul (occidente), donde 200 agentes cumplieron con 81 órdenes de prisión y allanamiento expedidas por la Justicia, y en territorio paraguayo, donde fueron destruidos laboratorios y plantaciones.
La operación denominada “Cavalo doido” (Caballo loco), en referencia a los vehículos adaptados para el transporte terrestre de las drogas, cumplió 21 órdenes de prisión preventiva, 11 de detención temporal, 15 conducciones coercitivas y 34 de allanamiento.
También bloquearon 80 cuentas bancarias de sospechosos y durante el operativo policial se incautaron 10 toneladas de drogas, armas de gran porte y automóviles de lujo.
En el territorio paraguayo se destruyeron plantaciones y laboratorios de droga.
Según la Policía brasileña, la droga entraba al país por Mato Grosso do Sul, en la frontera con la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero, y luego era distribuida en Goiás y en el Distrito Federal de Brasilia.
Los sospechosos deberán responder a la Justicia por los delitos de tráfico internacional de drogas y armas, asociación criminal, corrupción activa, modificación ilegal de armas de fuego amparadas y porte ilegal de las mismas, con penas que sumadas pueden superar los 30 años de prisión.
TRANSPORTE
La Policía Federal realizó ayer la Operación Argus, para desmantelar una red de transporte de drogas en el Brasil, Paraguay, en Rio Grande do Sul.
Alrededor de 150 Policías Federales cumplieron 24 mandatos de prisión preventiva, 29 de búsqueda y captura y 5 conducta coercitiva en los Estados de Rio Grande do Sul, Paraná, Mato Grosso do Sul y Paraguay.
El objetivo de la investigación era desmantelar una organización criminal responsable de la logística de transporte de cocaína y marihuana adquiridos en la frontera entre Brasil y Paraguay para su distribución en Porto Alegre y la Región Metropolitana.
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